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miércoles, 13 de diciembre de 2017

Chasing Excellence - Epílogo


EPÍLOGO

VISIÓN SIN ACCIÓN ES UNA SUEÑO.
ACCIÓN SIN VISIÓN ES UNA PESADILLA.
-      PROVERBIO JAPONES


El final de los CrossFit Games siempre se siente un poco surreal, es como la mañana de Navidad después de que los regalos se han abierto. El staff se refiere a ello, en un tono de broma, como “CrossFit New Year”, acto que demarca el final de una extenuante temporada de competencia de ocho meses. En la cancha del estadio de tenis se realiza la ceremonia de entrega de premios, durante la cual, se presentan al hombre, la mujer y al equipo con el mejor estado físico del planeta con sus medallas y enormes cheques. También se reparten unas 100 cajas de pizza, y los atletas se abalanzan sobre ellas como prisioneros de guerra. Después de la ceremonia los competidores y el staff regresan al Marriot para asistir a una fiesta post CrossFit.

Nuestro equipo no es mucho de fiestas. Katrín y yo cambiamos la fiesta por una tranquila cena con nuestras familias – nos acompaña mi esposa, Heather, mi hija Maya, la mamá y el abuelo de Katrín. Muy cansados como para ir más lejos, terminamos en el restaurant que está cruzando la calle del hotel. Como era de esperarse, Katrín pide pescado y vegetales, y lo acompaña con agua. Incluso en la victoria, el proceso continúa.

Este libro es la historia de cómo un carácter bien desarrollado y un compromiso inquebrantable con el proceso puede transformar a personas con talento en campeones. Antes de que empezará a trabajar con Katrín, ella era una atleta promedio en los CrossFit Games quien estaba contenta simplemente con calificar a la competencia cada año. Mat había estado más cerca de ganar, pero no lo había podido hacer durante dos años consecutivos. Cuando ellos se comprometieron con el proceso, todo cambio. Katrín gano dos campeonatos seguidos, y Mat fue de ser segundo lugar a ganar con el margen más grande en la historia de los CrossFit Games. Mientras escribo esto, ellos están defendiendo sus títulos.

La estrategia descrita en estas páginas funciona para las personas con mejor condición física del planeta, y también funciona para ti. Sin importar en que creamos, la grandeza no es sólo para los pocos élite. La mentalidad de un campeón es muy poco común, pero no tiene por qué serlo – cada uno de nosotros es capaz de lograrlo.  Katrín y Mat llegaron a lo más alto del pódium no sólo por sus virtudes y súper talento, sino por sus cualidades en cuanto a gran esfuerzo y superioridad mental. Ellos son pruebas vivientes que a través de la práctica profunda y significativa, cualquiera puede formar una mentalidad de campeón, y utilizarla para mejorar todo lo que sea importante para nosotros.

Mientras escribo este libro, mis atletas, solo medio bromeando, me suplicaban no compartirlo todo, con la finalidad de no revelar nuestro libro secreto de jugadas. Siempre que lo decían, me reía. La verdad es que nada dentro de estas páginas constituye un gran secreto oculto, ni representa ningún principio innovador particularmente. Leer este libro no te hará más competitivo así como ser un experto en nutrición no te dará un abdomen de lavadero. La única manera en la que funciona el proceso es a través de la acción.

Algunos académicos alguna vez le preguntaron al gran orador griego Demóstenes cuáles eran las tres características más importantes para hablar. El respondió diciendo: “acción, acción, acción”. Ya que todos tenemos problemas y circunstancias únicos, todos los factores de cambio coinciden en la misma cosa: la capacidad – o incapacidad – de traducir la visión en acciones simples y ordinarias de todos los días. Sobre eso se trata el proceso – no sobre grandes cosas, ni sobre metas audaces, sino sobre las cosas que puedes hacer hoy, justo ahora, para conseguir estar donde quieres estar. Katrín y Mat son atletas talentosos, pero hay muchos, muchos atletas talentosos. Lo que los hace diferentes es que han comprendido que: el éxito es una decisión, no un regalo. Las ideas en este libro son útiles solo en la medida que tú decidas aplicarlas a tu vida, de forma constante, día tras día.

Jim Afremow, un psicólogo líder en los deportes, escribe en su libro A Champion’s Mind: “no hay un camino dorado a la excelencia; la excelencia es el camino dorado. Hasta que empieces a andar ese camino, no tendrás oportunidad de estar ahí”. En otras palabras, no te convertirás en campeón y después iniciarás a actuar como un campeón.  Sin importar que seas un atleta profesional o un socio de medio nivel en una firma de abogados, alcanzar la excelencia se trata sobre vivir y respirar los comportamientos y hábitos de un campeón de forma diaria. Se trata sobre hacer lo mejor que puedas, ya sea que estés estudiando para un examen, entrenando CrossFit, lavando trastes o escuchando a un amigo que lo necesita. Es la forma en la que tratas de alcanzar tu máximo potencial la que te define como campeón, no los títulos, ni las medallas, ni los elogios. Pero si ocurre algo curioso cuando empiezas a comportarte como un campeón – cuando te comprometes completamente con el proceso, todo lo demás tiende a caer en su lugar.

No será fácil, y no sucederá de la noche a la mañana. No serás perfecto; de hecho, vas a batallar mucho a lo largo del camino. Pero si eliges buscar la perfección a cada momento del día, podrás alcanzar la perfección. 

Pero tienes que comenzar.

Así que comienza a esforzarte.

   

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