EPÍLOGO
VISIÓN
SIN ACCIÓN ES UNA SUEÑO.
ACCIÓN
SIN VISIÓN ES UNA PESADILLA.
- PROVERBIO JAPONES
El final de
los CrossFit Games siempre se siente un poco surreal, es como la mañana de
Navidad después de que los regalos se han abierto. El staff se refiere a ello,
en un tono de broma, como “CrossFit New Year”, acto que demarca el final de una
extenuante temporada de competencia de ocho meses. En la cancha del estadio de tenis
se realiza la ceremonia de entrega de premios, durante la cual, se presentan al
hombre, la mujer y al equipo con el mejor estado físico del planeta con sus
medallas y enormes cheques. También se reparten unas 100 cajas de pizza, y los
atletas se abalanzan sobre ellas como prisioneros de guerra. Después de la
ceremonia los competidores y el staff regresan al Marriot para asistir a una
fiesta post CrossFit.
Nuestro
equipo no es mucho de fiestas. Katrín y yo cambiamos la fiesta por una
tranquila cena con nuestras familias – nos acompaña mi esposa, Heather, mi hija
Maya, la mamá y el abuelo de Katrín. Muy cansados como para ir más lejos,
terminamos en el restaurant que está cruzando la calle del hotel. Como era de
esperarse, Katrín pide pescado y vegetales, y lo acompaña con agua. Incluso en
la victoria, el proceso continúa.
Este libro
es la historia de cómo un carácter bien desarrollado y un compromiso
inquebrantable con el proceso puede transformar a personas con talento en
campeones. Antes de que empezará a trabajar con Katrín, ella era una atleta
promedio en los CrossFit Games quien estaba contenta simplemente con calificar
a la competencia cada año. Mat había estado más cerca de ganar, pero no lo había
podido hacer durante dos años consecutivos. Cuando ellos se comprometieron con
el proceso, todo cambio. Katrín gano dos campeonatos seguidos, y Mat fue de ser
segundo lugar a ganar con el margen más grande en la historia de los CrossFit
Games. Mientras escribo esto, ellos están defendiendo sus títulos.
La estrategia
descrita en estas páginas funciona para las personas con mejor condición física
del planeta, y también funciona para ti. Sin importar en que creamos, la
grandeza no es sólo para los pocos élite. La mentalidad de un campeón es muy
poco común, pero no tiene por qué serlo – cada uno de nosotros es capaz de
lograrlo. Katrín y Mat llegaron a lo más
alto del pódium no sólo por sus virtudes y súper talento, sino por sus
cualidades en cuanto a gran esfuerzo y superioridad mental. Ellos son pruebas vivientes
que a través de la práctica profunda y significativa, cualquiera puede formar
una mentalidad de campeón, y utilizarla para mejorar todo lo que sea importante
para nosotros.
Mientras
escribo este libro, mis atletas, solo medio bromeando, me suplicaban no
compartirlo todo, con la finalidad de no revelar nuestro libro secreto de
jugadas. Siempre que lo decían, me reía. La verdad es que nada dentro de estas
páginas constituye un gran secreto oculto, ni representa ningún principio
innovador particularmente. Leer este libro no te hará más competitivo así como
ser un experto en nutrición no te dará un abdomen de lavadero. La única manera
en la que funciona el proceso es a través de la acción.
Algunos
académicos alguna vez le preguntaron al gran orador griego Demóstenes cuáles
eran las tres características más importantes para hablar. El respondió
diciendo: “acción, acción, acción”. Ya que todos tenemos problemas y
circunstancias únicos, todos los factores de cambio coinciden en la misma cosa:
la capacidad – o incapacidad – de traducir la visión en acciones simples y
ordinarias de todos los días. Sobre eso se trata el proceso – no sobre grandes
cosas, ni sobre metas audaces, sino sobre las cosas que puedes hacer hoy, justo
ahora, para conseguir estar donde quieres estar. Katrín y Mat son atletas
talentosos, pero hay muchos, muchos atletas talentosos. Lo que los hace
diferentes es que han comprendido que: el éxito es una decisión, no un regalo.
Las ideas en este libro son útiles solo en la medida que tú decidas aplicarlas
a tu vida, de forma constante, día tras día.
Jim Afremow,
un psicólogo líder en los deportes, escribe en su libro A Champion’s Mind: “no hay un
camino dorado a la excelencia; la excelencia es el camino dorado. Hasta que
empieces a andar ese camino, no tendrás oportunidad de estar ahí”. En otras
palabras, no te convertirás en campeón y después iniciarás a actuar como un
campeón. Sin importar que seas un atleta
profesional o un socio de medio nivel en una firma de abogados, alcanzar la
excelencia se trata sobre vivir y respirar los comportamientos y hábitos de un
campeón de forma diaria. Se trata sobre hacer lo mejor que puedas, ya sea que
estés estudiando para un examen, entrenando CrossFit, lavando trastes o
escuchando a un amigo que lo necesita. Es la forma en la que tratas de alcanzar
tu máximo potencial la que te define como campeón, no los títulos, ni las
medallas, ni los elogios. Pero si ocurre algo curioso cuando empiezas a
comportarte como un campeón – cuando te comprometes completamente con el
proceso, todo lo demás tiende a caer en su lugar.
No será
fácil, y no sucederá de la noche a la mañana. No serás perfecto; de hecho, vas
a batallar mucho a lo largo del camino. Pero si eliges buscar la perfección a
cada momento del día, podrás alcanzar la perfección.
Pero tienes que comenzar.
Así que
comienza a esforzarte.
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