CAPITULO 2
DETERMINACIÓN
Hoy haré lo que muchos no quieren, para mañana
hacer lo que otros no pueden.
- JERRY RICE
MARTES, 20 DE JULIO DE 2016
AROMAS,
CALIFORNIA.
En la noche
del martes se dan instrucciones a los atletas en el Marriott. En años pasados,
aquí es cuando se anuncian uno o dos eventos de los Games. Sin embargo, en esta
ocasión Dave sube al estrado solo para anunciar que los atletas deberán
presentarse mañana a las 3:30 am en el lobby. De manera seria dice, “si no
están a esa hora, el autobús partirá sin ustedes y sus CrossFit Games habrán
terminado”, después envía a los atletas a que duerman un poco.
Las únicas
pistas para la aventura de mañana vienen en forma de una lista – identificación
con fotografía, guantes, faja, pants tácticos, toalla, sombrero, lentes de sol,
tres pares de shorts, playera. Los atletas agitan los empaques de las listas
para saber si tienen algún mapa del tesoro. Se preguntan ¿A dónde iremos? ¿Para
qué necesitaremos estas cosas? ¿Cuándo regresaremos? Scott Panchik, un veterano de los Games, bromea
diciendo que esto se parece a los juegos del hambre.
A la mañana
siguiente, me despierto a las 3:00 am y me encuentro con Matt O’Keefe.
Oficialmente, O´Keefe es el agente de Katrín, Mat y Cole. Él viaja con ellos a
todos lados para ayudarlos en todo lo que necesiten para convertirse en atletas
profesionales – desde manejar a los patrocinadores y solicitudes de
entrevistas, hasta rentar autos y cuartos de hotel, programar entrenamientos,
etc. Pero “agente” se queda muy corto respecto a la importancia que tiene
O´Keefe en nuestro equipo. El conoce a Katrín y a Mat tanto como yo – ellos se
refieren a él como su “papá” – y su presencia aquí influye de manera integral
en su desempeño, tanto como su nutrición y recuperación.
O´Keefe y yo
pasamos por Katrín a su habitación, quién no es conocida por su puntualidad,
después bajamos las escaleras para encontrarnos con Mat y Cole. Lo que alguna vez fue un digno lobby de
hotel, a las 3:20 am, lleno de una horda de atletas adormilados, jueces, y el
staff del evento – hacen parecer el lobby del Marriott como una escenificación
de un festival o de una invasión. A las 3:30, los atletas son conducidos a un
salón adjunto para recibir indicaciones, Dave les dice que irán a LAX. Les dice
que alisten sus mochilas de viaje y que salgan.
El salón
inmediatamente se llena de murmullos. ¿Un vuelo? ¿A dónde vamos? Durante la
siguiente media hora, los rumores sobre los posibles destinos vuelan por el
salón a un ritmo furioso y con alta excitación entre los atletas. Mientras
tanto, Mat no podría estar más relajado. O’Keefe y yo lo encontramos en el
lobby – comiendo un plátano y escribiendo en su celular – podías prácticamente
ver la ansiedad flotando a su alrededor en la habitación, como lava alrededor
de la roca. Cuando uno de los otros atletas le preguntó a donde pensaba que
irían, el sólo se encogió de hombros. Y contesto impasible, “a donde quiera que
vayamos, iremos juntos”.
Alrededor de
las 4:00 am, mientras los competidores abordaban los autobuses, Justin Bergh,
gerente general de los CrossFit Games, dio instrucciones a los entrenadores.
Nos dijo que a donde ellos irían, no estaba permitido que asistiéramos. Lo cual
significaba que no tendríamos contacto personal con nuestros atletas hasta que
ellos regresaran del lugar del evento.
Sería un día
muy largo.
Recibí un
mensaje de Mat alrededor de las 6:00 am. El acababa de recibir su pase de
abordaje, el cual tenía como destino San José. Eso solo podía significar una
cosa. Ellos se dirigían al Rancho.
El Rancho es una
leyenda en el CrossFit. En el 2007, antes de que CrossFit fuera la marca de
casa, antes del StubHub Center, patrocinadores, y cobertura de ESPN, un grupo
de 70 amigos se reunieron en el rancho de la familia de Dave Castro en Aromas,
California, para ver quién de ellos era el de mejor condición física. Los
CrossFit Games inaugurales consistieron en tres rutinas de entrenamiento a lo
largo de dos días y asistieron alrededor de 150 espectadores. Eso fue lo
desconocido y lo desconocido traído a la vida. Como sabemos, los detalles de
los eventos no fueron dados a conocer hasta el inicio de la competencia.
Aromas es
como la Mesopotamia del mundo del CrossFit. Traer de regreso la competencia
este año, para el décimo aniversario es una jugada maestra. El viaje sorpresa
permitirá a una nueva generación de atletas experimentar la icónica meca que
dio origen a nuestro deporte, y probará su condición física fuera de los
confines familiares de los campos de soccer y cancha de tennis del StubHub. Sin
entrenadores, ni público, y sin música que los anime, será también una terrible
prueba mental.
O’Keefe y yo
desayunamos en el ahora callado Marriott, y después, a falta de algo que hacer,
vamos a entrenar. Entramos al salón de baile, el cual ha sido transformado en
un gym de CrossFit a gran escala durante esa semana, y descubrimos que no
fuimos los únicos que tuvieron esa idea. Algunos otros entrenadores están por
aquí, sin saber claramente que hacer, como padres durante el primer día de
escuela. La atmosfera aquí es cómicamente similar al lobby del hotel durante la
mañana de hoy – ahora que el Rancho
está confirmado como lugar de destino, la especulación se ha movido al
siguiente juego de incontrolables. ¿Cuáles serán los eventos?, ¿cuántas rutinas
harán hoy los atletas? ¿Repetirán eventos de los Games del 2007 o del 2008? Es
un juego que ninguno de nosotros puede ganar, así que O’Keefe y yo hacemos 5
rondas de sentadillas frontales, abdominales GHD, remo e incluso algunos swings
con la pesa rusa.
Buscamos los
eventos del día de hoy de la misma manera en que lo hacen todos los demás –
consultando la página web de los CrossFit Games cada diez minutos hasta que las
rutinas son dadas a conocer al público. Las primeras dos rutinas se repiten de
los eventos de los juegos de los Games 2009, solo que el peso muerto escalonado
es mucho más pesado. La tercera rutina es una versión reforzada de la carrera
con saco de arena del 2009, un evento recordado como uno de los más brutales en
la historia de los Games. Esta vez, sin embargo, los atletas harán 500 wall
balls shots y 24 abdominales GHD con peso antes de subir a toda velocidad para
la infame vereda cargando su pelota medicinal.
Se nos
informa que una temblorosa imagen de Facebook Live será la única cobertura de
este primer evento. Esperamos que inicie la carrera a campo traviesa, y el
salón de baile/gym se empieza a sentir como una sala de espera de hospital. Los
otros entrenadores están especulando sobre quién ganará el evento. En el lado
de las mujeres, todas las apuestas están con Samantha Briggs. Apuesta segura.
En el lado de los hombres, Josh Bridges, un ex Navy Seal, es el favorito. Brent
Fikowsky es el segundo más cercano. O´Keefe y yo intercambiamos miradas.
Veremos qué pasa.
La carrera a
campo traviesa empieza bastante inocente, en un camino ancho y recto. Tanto los
hombres como las mujeres están corriendo juntos, y los primeros minutos se
convierten en una estampida de atletas batallando para ganar su posición. Observo la señal de Facebook Live y veo un
amplio rango de combinaciones de ropa. Algunos atletas, como Mat, están en su
ropa normal de entrenamiento – short y sin playera. Otros, anticipando lo que
encontrarían en el trail, optaron por usar pants tácticos que fueron diseñados
para este evento. Algunos incluso llevan guantes. Tan pronto como entran al
bosque puedes ver el tamaño del reto – el camino es estrecho, escarpado y
cubierto de rocas y maleza.
A los cinco
minutos, Mat está al frente, y es obvio que alguien más esta compitiendo por el
segundo lugar. Él gana el evento, minuto y medio por delante del segundo lugar,
Josh Bridges. Mat llega trotando tranquilamente a la línea de meta y hace una
señal a la cámara con el dedo pulgar. Incluso no luce cansado. Los comentarios
en el Facebook Live oscilan entre el desconcierto y la admiración. No tiene
sentido – Mat es conocido como un levantador de pesas. No se supone que el gane
los eventos de correr.
Todos están sorprendidos,
pero no deberían estarlo. Este es el clásico Mat. Esa es la forma en como llegó
aquí en primer lugar.
La gente
recuerda que Mat apareció en los CrossFit Games cuando ganó los regionales del
Este en 2014. Casi todos se refieren al 2014 como su temporada de novato, pero
no fue así. También estuvo en el 2013. La razón por la que nadie lo recuerda,
es porque no fue particularmente memorable. En los regionales del noreste de
ese año, Mat un ex campeón nacional de levantamiento de pesas, lo hizo bien
moviendo la barra, se quedó a dos lugares de la contienda para los Games. En
vez de desmoralizarse, él estaba motivado – esa fue su primera interacción cercana
con atletas del calibre de los Games, y él se fue caminando y pensando, si trabajo duro y practico mucho, podría
derrotarlos.
En su
primera aparición en los CrossFit Games, en 2014, Mat quedó en segundo lugar
general. El año siguiente, en 2015, quedo en segundo lugar nuevamente. Se
dirigían a él como un prodigio natural. Por razones obvias, la gente se fijaba
en sus habilidades físicas – Mat es, sin duda, un atleta extraordinariamente
talentoso. Pero son sus otras habilidades, las menos visibles, las que lo hacen
el campeón que es.
Su habilidad
principal es la determinación.
Pero, ¿qué
es realmente la determinación?, es una palabra que ha sido utilizada para
describir todo bajo el sol, pero en realidad significa algo específico: cuando
las cosas se ponen difíciles, te esfuerzas más; cuando fracasas, te levantas y regresas
más fuerte; cuando no ves resultados, no te decepcionas, solo continuas
esforzándote día a día, incansablemente, consistentemente, con corazón y pasión
– eso es determinación.
Mat consciente
y diariamente, busca las cosas que hace mal. Cuando encuentra una debilidad, no
solo trabaja en ella – la destroza. Uno de los eventos en los que sufrió en los
regionales del noreste de 2013 fue “Jackie”, una rutina de entrenamiento de
referencia en el CrossFit la cual incluye remo, thrusters y pull ups. Lo
hicieron polvo en el remo – los otros hombres jalaron a un ritmo de 1:40
mientras que el apenas podía mantener un ritmo de 1:50. Lo cual lo puso 20
segundos por debajo de los líderes, lo cual significó una enorme e irremontable
desventaja. Respecto a sus competidores, él lo hizo pesimamente en el remo.
Después de los regionales, regresó a casa, compro una remadora, y durante el
siguiente año, el remaba intervalos de entre 4,000 y 5,000 metros diariamente.
Incluso en
el nivel elite, castigarte a ti mismo con 30 minutos de intervalos de alta
intensidad en el remo todos los días no es la norma, pero para Mat no había
otra opción. Él es el tipo de competidor que observa una brecha entre el lugar
donde esta y el lugar en donde quiere estar, y toma acción inmediata para
acercarse a esa meta. No es cuestión de cuanto esfuerzo requiera, cuando
sufrimiento involucre, o que tan rápido lleguen los resultados. Es cuestión de
comprometerse con el trabajo duro todos los días.
El año
pasado, en los CrossFit Games de 2015, Mat fue destrozado en un evento que
involucraba a un objeto muy pesado llamado “the Pig”, un objeto tipo
refrigerador de 580 libras el cual los atletas tenían que girar a través del campo
de soccer. Cuando regresó a casa después de los Games, compro uno. Durante los
siguientes seis meses, el acudía al gym cada domingo, tarde en la noche, cuando
estaba vacío y se ponía a girarlo durante horas. Treinta giros, luego 60 giros
contra reloj. Cien giros contra reloj. Se aseguraba de que si se presentará
nuevamente, el estaría tan preparado como pudiera. De la misma forma Mat aborda
todos los aspectos de su vida. Cuando estaba en la escuela, se podía pasar 10
horas en la biblioteca los sábados y leer libros de principio a fin. Cuando finalizaba
un capítulo, si no podía recitar una simple formula o ley de memoria, regresaba
el capítulo y lo volvía a leer.
Nadie ama
los intervalos de remo, ni las sentadillas de máximo esfuerzo o estudiar
durante 10 horas seguidas. Como diría Mat, esa
mierda duele. No es nada divertido levantarte temprano y hacer cosas en las
que eres malo, una y otra vez. Eso requiere tener muchísima determinación para
comprometerte a ti mismo a ese tipo de tortura. Dado esto, no es sorprendente
que la persona promedio no aspire a tener determinación; ellos aspiran al
talento.
Por ejemplo,
imagina a dos jugadores en un equipo de basquetbol universitario. Uno tiene un
salto vertical de 43 pulgadas, puede meter tiros de tres puntos todo el día y
práctica muy poco. La gente dice, “es innato; nació para hacer esto”. El otro
jugador es el primero en llegar al entrenamiento todos los días; gana cada
sprint durante el entrenamiento; es el mejor jugador defensivo del equipo;
pelea cada rebote y no da por perdido ningún balón aunque se arriesgue a sí
mismo. Él es un auténtico compañero de equipo; completamente dedicado,
resiliente y comprometido.
Si les
preguntas a 100 estudiantes universitarios a cual jugador prefieren, 99 de
ellos dirán que prefieren al jugador con el talento dado por Dios. En nuestra
sociedad, premiamos el talento por encima de todo lo demás, incluso aunque el
talento nos evite ganar a largo plazo. Para ganar, tienes que ser talentoso,
sí. Pero talento sin esfuerzo, sin dedicación, sin determinación, es solo
potencial. El talento más las determinación es una combinación imparable.
La gente ve
el talento, como el de Mat, pero no pueden ver el enorme esfuerzo que hay
detrás de él. Si lo piensas detenidamente, la mera idea de “talento dado por
Dios” deja al resto de nosotros sin oportunidad. Si tú no fuiste bendecido por
una increíble habilidad o don en tu generación entonces no podrás alcanzar el
éxito. Lo que la gente no ve es que detrás de cada persona talentosa que ha
tenido gran éxito hay un enorme esfuerzo diario, horas de trabajo, un montón de
dificultades y momentos de esfuerzo en soledad en mejorar pequeños detalles los
cuales lo llevarán al lugar donde quieren estar.
El autor
Daniel Coyle escribió un libro llamado “The
Talent Code”, en el cual investiga la verdadera naturaleza del talento y
como se relaciona con el éxito. En el libro, analiza a la gente normalmente
considerada por la sociedad como fenomenalmente talentosa, y analiza cuanto
trabajo y práctica está involucrada en sus logros. Por ejemplo, analiza a
Mozart. Reconocido ampliamente como uno de los más grandes genios de la música
de todos los tiempos, Mozart tenía un verdadero talento dado por Dios. ¿O no?
Pero lo que la gente olvida o al menos no lo sabe, es que Mozart también era un
esclavo de su trabajo. Cuando tenía 28 años, sus manos empezaron a deformarse
debido a las miles de horas que pasaba tocando y componiendo. Ese es el
elemento olvidado en el retrato de Mozart. Sí, él tenía un don que lo separaba
de los demás. Sí, él nació en una familia de compositores. Sí, él fue el músico
más completo que te puedas imaginar, uno quién escribió para todos los
instrumentos y todas las combinaciones posibles. Sin embargo, poca gente,
incluso aquellos con grandes dones, tiene la determinación que Mozart mostró a
lo largo de su vida. Tal como Mozart escribió a un amigo, “la gente se equivoca
al pensar que realizó mi arte de manera fácil. Te aseguro, querido amigo, que
nadie ha dedicado más tiempo a componer que yo. No hay ningún maestro de música
famoso al cual no haya estudiado a conciencia durante varias veces.”
La gente
quiere reducir cualquier logro élite a la explicación común de “nació con ese
talento”; les da una excusa la cual justifica porque ellos no están al mismo
nivel. No quieren escuchar sobre las horas tras horas tras horas de paciencia,
práctica meticulosa que la persona ganadora tuvo que realizar para estar donde
está. La determinación con la que Mat busca la excelencia en todo lo que hace
es la razón por la que un ex levantador de pesas sin aparente resistencia
cardiovascular pudo ganar una carrera a campo traviesa de 7 kilómetros contra
los hombres de mejor condición física del planeta.
Y es por ello que se encuentra en la primera
posición al finalizar el primer día de competencia.
Después de
tres agotadores eventos en Aromas, los atletas regresan a los autobuses que los
llevarán al aeropuerto para tomar el vuelo de regreso a Los Angeles. Ha sido un
largo día; para cuando regresen, habrán estado viajando y compitiendo durante
18 horas. Para la mayoría de los competidores, esto no es lo ideal,
particularmente si el siguiente evento es nadar en la playa mañana temprano.
Por esta razón, eso es grandioso para mis atletas. Mientras más difícil, mejor.
Mientras más incomodos estén los demás atletas, más grande es nuestra ventaja.
Para ilustrar este punto, Mat me envía un mensaje de texto desde el aeropuerto:
“vuelo retrasado, no regresaremos antes de la media noche”.
Mientras lo
estaba leyendo, llegó otro mensaje de él diciendo: “esto es bueno”.
Yo sonreí. Y
pensé, “esté Mat es peligroso”.
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