CAPITULO 7
EL PROCESO
SOLO
AQUELLOS QUE TIENEN LA PACIENCIA PARA HACER LAS COSAS PERFECTAMENTE
ADQUIRIRÁN
LAS HABILIDADES PARA REALIZAR DE FORMA FÁCIL LAS COSAS DIFÍCILES.
- FRIEDRICH SCHILLER
SÁBADO, 23 DE JULIO DE 2016
STUBHUB
CENTER, CARSON, CALIFORNIA.
Llevo
recorriendo la Villa de los Vendedores por alrededor de una hora, mientras
Katrín, Mat y Col asisten a la reunión para recibir instrucciones sobre el
siguiente evento. La Villa de los Vendedores es como un bazar de CrossFit,
instalada en estacionamiento este del StubHub Center. Parece que todas las
empresas que fabrican algo relacionado con el CrossFit están aquí, vendiendo
sus artículos. Prácticamente puedes encontrar lo que quieras en la Villa de los
Vendedores, desde elementos funcionales como – ropa, aparatos de gym, mochilas,
sombreros, suplementos; hasta cosas menos funcionales como – ropa táctica,
barras de juguete para niños, anillos de boda de silicón. Todo lo que yo estoy
buscando es una bebida de recuperación KillCliff, pero estoy algo desorientado
debido al gran número de tiendas y personas. Debido a que las competencias
individuales serán en unas horas más, claramente esté es el lugar adecuado para
estar ahora – parece que los diez mil espectadores están aquí deleitándose con
el festival fitness que son los CrossFit Games.
De regreso
en el complejo del StubHub Center, mis atletas están reunidos en el área de
calentamiento, como alumnos de secundaria antes de clases. Mat, que tiene una
licenciatura en ingeniería de la Universidad de Vermont, les está impartiendo
una lección de física a Katrín y a Cole antes de iniciar el siguiente evento,
el Climbing Snail. Ya que es la primera vez que los atletas empujarán los
caracoles rellenos de paja de heno los cuáles están en el piso de competencia,
mucha de la preparación para este evento es teórica. Cuando me encuentro con
ellos, Mat, luce como un profesor, está dibujando un círculo con sus manos. Y
nos explica que la fuerza debe ejercerse justo en el punto medio del círculo.
“Cuando estén empujando el círculo, toda la fuerza debe ponerse en el punto
medio. Deben pensar que lo están conduciendo hacia adelante; no lo carguen, ni
lo presionen hacia abajo”. Esperemos que tenga la razón.
EVENTO 8:
CLIMBING SNAIL
3 rounds:
·
500 metros de correr por la cancha
·
2 Rope Climbs
·
40’ Snail Push
·
2 Rope Climns
El evento
con objetos raros siempre genera mucha creatividad en el área de calentamiento.
Obviamente, no hay caracoles por aquí, así que todos los entrenadores y los
atletas improvisan con el equipo que tienen disponible, intentan ensamblar
cosas para imitar a los caracoles, y lo logran con diferentes grados de éxito.
Yo coloqué un montón de peso sobre una caja para saltar y pedí a Katrín que la
empujará, mientras que Mat y Cole empujan una máquina de abdominales GHD con
O’Keefe encima.
Las mujeres
irán primero, y el Control de Atletas las empieza a citar a través del
auto-parlante al área de bambalinas. Mientras Katrín se acerca trotando yo le
doy algunos gritos de ánimo. Ahora está en una situación completamente positiva
a diferencia del evento de escalada de cuerdas del año pasado. Puedo decir que esta tensa, pero también está
llena de confianza – de hecho puedo ver la confianza en sus ojos. A diferencia
del año pasado, no tengo que darle ningún discurso para redefinir sus
expectativas, aumentar su confianza o reiterar la excelencia competitiva que
posee. Ella ya lo ha internalizado – ella sabe exactamente de lo que es capaz y
sabe exactamente lo que necesita hacer.
O’Keefe y yo
realizamos nuestra caminata 157 del área de calentamiento hasta las tribunas
del StubHub para ocupar nuestros asientos en el infernal estadio de soccer.
Hace más calor que ayer; estábamos a 82° durante el Murph, pero ahora estamos a
97°. Está tan caliente que las personas de utilería tienen que colocar mantas
sobre los Snails entre heat y heat, para que la cubierta no queme las manos de
los atletas. O’Keefe, quién es un incurable irlandés, se están poniendo igual
de rojo que los Snails que se encuentran en el campo.
El heat de
Katrín baja las escaleras, y la vemos realizar una de sus mejores
participaciones y mejor desempeño en los CrossFit Games. Kat también lo sabe –
ella corre a través de línea de meta con ambas manos en el aire y durante los
siguientes cinco minutos es incapaz de dejar de sonreír. Después del evento la
encuentro en la parte de atrás del área de calentamiento, tan radiante como si
se hubiera comido un reflector. Me dice, “estoy tan feliz como nunca lo había
estado”. Lo dice de forma casual, casi sin pensarlo, pero el comentario dice
muchísimo sobre su mentalidad. Aquí está una mujer que ha ganado los CrossFit
Games – el máximo logro en nuestro deporte – diciéndome que quedar en sexto
lugar en el evento de hace un rato le ha provocado el momento más feliz de su
vida. ¿Porqué? Ella no ganó el evento. Ni siquiera quedó entre las mejores
posiciones; después de ocho eventos, ella aún continua en tercer lugar. Así que ¿por qué
está tan tremendamente feliz?
Porque
Katrín, más que nadie qué yo haya entrenado antes, está completamente
comprometida con el proceso. “El proceso” es un término que fue popularizado
por el entrenador de futbol de la Universidad de Alabama Nick Saban. Por
supuesto, Alabama, representa el estándar dorado del futbol colegial – The
Crimson Tide ha ganado cuatro de los últimos seis campeonatos nacionales, un
estándar de éxito que no tiene paralelo en la era moderna. Saban no se enfoca
en lo que otros entrenadores, o al menos no en la forma en lo que ellos lo
hacen. Él enseña el proceso:
“No piensen en ganar el campeonato SEC. No piensen
en ganar el campeonato nacional. Piensen en lo que necesitan hacer en este
ejercicio, en esta jugada, en este momento. Ese es el proceso: pensar en lo que
podemos hacer hoy, únicamente pensar en la tarea que tenemos enfrente.”
El proceso
es concentrarse en los pasos que nos llevarán al éxito en vez de preocuparnos
por el resultado. Es un principio que las personas exitosas tienen en común, y
es el corazón de lo que enseño a mis atletas. Por ejemplo, Katrín y yo nunca
hablamos de ganar los CrossFit Games. En vez de eso, nos concentramos en
establecer las ideas, los hábitos y las prioridades correctas con la confianza
de que ello nos conducirá al éxito. Así como Bob Knight, famoso entrenador de
basquetbol, acostumbraba a decirle a su equipo, “haz lo que tienes que hacer,
tan bien como se pueda. Después hazlo de esa manera todo el tiempo”.
En su
corazón, el proceso es el simple énfasis en la preparación sobre todo lo demás.
En la práctica, esto es muy mundano – el proceso podría ser muchas cosas, pero
glamoroso no es una de ellas.
El
movimiento fundamental en nuestro deporte es llamado air squat. No requiere
peso, ni barra; simplemente haces una sentadilla hasta que tus rodillas rompan
el paralelo y luego te vuelves a levantar. No es un movimiento en el que ningún
atleta de los Games piense dos veces. Cuando empecé a entrenar con Katrín, era
una atleta que ya había estado en los Games dos veces, aun así trabajamos en su
air squat alrededor de un mes y medio. De adolescente Kat fue gimnasta, así que
tiene una espina dorsal muy flexible por lo que es propensa a híper extender su
espalda en forma de arco. Cuando ella hace eso pierde estabilidad en su core;
básicamente su abdomen deja de trabajar. Así que perfeccionar su air squat se
convirtió en nuestra prioridad. Durante las primeras seis semanas que
llevábamos trabajando juntos, practicamos, criticamos, desarrollamos y
refinamos repetida e incansablemente el movimiento menos sexy de nuestro deporte.
El año
pasado, después de que ganó los Games, lo hicimos nuevamente. Durante la
competencia, noté varios aspectos en sus movimientos que podrían ser mejorados.
Ella era excelente, por supuesto – después de todo, ella ganó – pero no era
perfecta. El primer día que regresamos al gym, tuvimos una conversación, y le
dije que la estaríamos reconstruyendo paso a paso, aunque fuera aburrido.
Iniciamos
con el muscle up, un movimiento avanzado pero fundamental en nuestro deporte. Los
muscle ups son un gran logro en la vida de un CrossFitter normal; para lograr
tu primer muscle up debes trabajar durante meses o años, y nunca olvidarás
cuando lo logras ejecutar por primera vez en los anillos. Para los atletas
élite, es un movimiento que debe ser dominado, porque cuando compites al máximo
nivel, es de esperarse que tengas que realizar docenas de ellos durante la
competencia. En ese momento, Katrín podría realizar una abrumadora cantidad de
6 seguidos. En vez de presionarla constantemente a llegar a sus límites mediante
entrenamientos intensos y continuos lo cual suena emocionante, le pedí que
dejara de hacerlos durante noventa días. Iniciamos su nuevo programa mediante
la repetición constante de los movimientos iniciales, es decir, el kipping. Sin
jalar, sin levantarse sobre los aros, sin descender – sólo kipping con los
brazos rectos, una y otra vez. Después de tres meses de esto, le pedí que
agregara la siguiente parte del movimiento: jalar hacia arriba de los aros. Lo
hicimos durante un mes. Y continuamos así, con incrementos mensuales, hasta
hacer un muscle up perfecto al día durante treinta días. Después incrementamos
a dos, y luego a tres. La hacía tomar grandes descansos entre rondas, y nunca
programe los mucle ups dentro de las rutinas de los entrenamientos. Pasaron
seis meses antes de que los incluyera en las rutinas, y cuando lo hice, ella
solo podía hacer uno a la vez – no seguidos. Debía ejecutar cada uno de forma
perfecta. Si no salían como los queríamos, deteníamos el entrenamiento hasta
que salieran como queríamos.
Eso es el
proceso – conocer muy bien en donde te encuentras ahora, e identificar donde
quieres estar, después descomponer ese camino en partes. La excelencia es
cuestión de pasos o etapas. Perfeccionar un paso, luego otro, y luego otro.
El proceso
es simple, pero no es fácil. La mayoría de las personas no tienen los rasgos de
carácter necesarios para comprometerse completamente con ello. Para tener este
nivel de dedicación, para activar el proceso y vivirlo, debes tener los rasgos
de carácter correctos. Eso es por lo que, cuando entreno a mis atletas,
primeramente desarrollo la parte humana – tengo que construir personas con
altos niveles de resiliencia, paciencia, dedicación, humildad y deseos de
mejorar. Una vez que esas características están desarrolladas, podemos
continuar con el proceso. Cuando el carácter y el proceso se han realizado, los
resultados llegarán por si solos.
Si el
carácter no ha sido desarrollado, tendrá mucho impacto en el área de la
nutrición y por lo tanto en el proceso. Incluso en los atletas del más alto
nivel, siempre hay atletas que no se alimentan como deberían. Culpan a la
genética, o dicen, “solo dejare que mi cuerpo tome forma – comeré bien y
entrenaré duro”. Ya sea que no lo sepan o que solo quieran evitarlo, pero el tener
una buena nutrición hará una gran diferencia en sus habilidades para desempeñar
sus tareas. Los primeros dos años de Katrín en los Games son la prueba. Ella
tenía la idea de “come sano y entrena duro”, y nunca se involucró en los
detalles de llevar una dieta de campeón. Ella era atlética y tenía buena
condición física, pero no tenía el físico de una campeona élite, y no lucía
para nada como luce ahora.
En los
deportes tienes que estar completamente listo para cualquier tarea, y el peso
del cuerpo estará involucrado, cada onza
en tu cuerpo hará la diferencia. Es como si no estuvieras trabajando con tu
cuerpo, sino con una máquina – sin prejuicios, sin deseos, sin tentaciones,
sólo le pones combustible y la pones a trabajar. ¿Cómo alimentarías esa
máquina? ¿Cómo la entrenarías? ¿Cómo organizarías sus descansos? Ese es el
principio que utilizo con mis atletas. ¿Cómo obtengo cada gramo de eficiencia y
capacidad de trabajo de las máquinas que son sus cuerpos?
Hoy en día,
la nutrición de Katrín está en el nivel más elevado. Ella pesa y mide cada
macronutriente que ingresa a su cuerpo. Las “comidas chatarras” están limitadas
a dos o tres por año (y no son, lo que tú o yo consideraríamos como chatarra
exactamente). Está tan comprometida con el proceso que ella lleva su propia
comida en Tupperware a los restaurantes que visita cuando sale con sus amigos.
¿Es su rígida rutina de alimentación la responsable de su éxito? Por si misma,
no. Es una de varias pequeñas áreas que al combinarse conforman un todo
bastante poderoso.
En
administración, esto es conocido como “suma de ganancias marginales”. En un
artículo reciente, James Clear describe como Dave Brailsford utiliza este
concepto para revivir al decadente equipo profesional de ciclismo de Gran
Bretaña. Como el nuevo director del equipo británico de ciclismo Team Sky,
Brailsford se dedicó a mejorar todo lo relacionado con el equipo al 1%,
previendo que al combinar esas pequeñas mejoras podría lograrse una mejora
significativa.
Él inicio
por optimizar lo obvio: la nutrición de los ciclistas, su programa semanal de
entrenamiento, la ergonomía de la bicicleta y el peso de las llantas. Pero
Brailsford y su equipo no se detuvieron ahí. Empezaron a buscar el 1% de mejora
en áreas tan pequeñas que fueron subestimadas por todos los demás –
descubriendo cosas como llevar a sus hoteles la almohada que les permitía
dormir mejor, hicieron pruebas para determinar cuál era el masaje con gel más
efectivo, y enseñaron a los ciclistas la mejor forma de lavar sus manos para
evitar infecciones. Buscaban la mejora del 1% por todas partes.
Brailsford
creía que si ejecutaban está estrategia de forma exitosa, el Team Sky podría
estar en posición de ganar el Tour de Francia en un tiempo de 5 años.
Se equivocó
– lo ganaron en tres años. Y lo ganaron otra vez al año siguiente. Actualmente,
el Team Sky ha ganado cuatro de los últimos 5 eventos del Tour de Francia.
Mira la
gráfica anterior nuevamente. Las mejoras más significativas se llevan a cabo
cuando el 1% empieza a ser la diferencia. Día a día, mejoras pequeñas no hacen
la diferencia. En la gráfica, son indistinguibles de los pequeños
descrecimientos. No es, sino hasta después del año tres que una diferencia
empieza a surgir. Pero a partir de ahí, las diferencias empiezan a notarse a un
ritmo cada vez más rápido. Alrededor del año diez, las pequeñas mejoras diarias
se han sumado; la línea azul está por arriba de donde inicio, y muy por encima de la línea roja que representa
los pequeños decrecimientos.
Esto es de
lo que se trata el proceso – de hábitos. Somos la suma de lo que hacemos
repetidamente; estamos compuestos de los pequeños detalles que hacemos a lo
largo del día. Katrín no gana porque sea una inhumana o un caso genético raro.
Ella es una persona talentosa que se ha consagrado a los más pequeños hábitos,
día tras día. La gente que es la primera en llegar y la última en irse, la que
se compromete a cada momento con la búsqueda de la excelencia, es la que
termina en el pódium.
Ray Allen es
uno de los mejores jugadores de la NBA quién ha ganado dos campeonatos, uno con
los Celtics de Boston y otro con el Miami Heat. En un fantástico artículo,
“carta a mi yo más joven”, él se escribe a él mismo cuando tenía 13 años. En la
carta, él dice:
Realizarás más de 26,000 tiros
en tu carrera. No encestarás 6 de cada 10. Este juego es un hijo de puta. Pero
no te preocupes. Un hombre exitoso está construido por 1,000 fracasos. O en tu
caso, por 14,000 fallas. Ganarás un campeonato en Boston. Ganarás otro en
Miami. Las personalidades de esos equipos serán diferentes, pero ambos equipos
tienen algo en común: hábitos. Viejos y aburridos hábitos. Sé que quieres que
te revele el gran secreto para triunfar en la NBA. El secreto es que no hay
secreto. Sólo se trata de los viejos y aburridos hábitos.
En cada vestidor en que
estarás, todos dirán siempre lo correcto. Todos dirán que están dispuestos a
sacrificar lo que sea necesario para obtener el título. Pero este juego no es
una película. No se trata de ser el héroe en el cuarto cuarto. No se trata de
hablar. Se trata de ganártelo a través de tu esfuerzo diario, cuando nadie más
está mirando. Kevin Garnett, Paul Pierce, LeBron James, Dwyane Wade. Los
hombres con los que ganarás los campeonatos son personas muy diferentes. Lo que
los hace campeones son los mismos viejos y aburrido hábitos que nadie ve. Ellos
compiten para saber quién puede ser el primero en llegar al gym y el último en
dejarlo.
Yo inicie a
trabajar con Katrín después de la temporada 2014, cuando no pudo calificar a
los CrossFit Games. Cuando inicio la temporada 2015, ella solo tenía una meta:
regresar a los Games. Estaba dispuesta hacer todo lo necesario para que eso
ocurriera, así que se comprometió completamente con el proceso. Dejó a su
familia en Islandia y cruzo el océano para entrenar conmigo en Boston con cero
distracciones y concentración total. Maximizó su nutrición y no dejo una piedra
sin mover. Priorizó sus horas de sueño y de recuperación todos los días.
Calentaba cada mañana con el cuidado y la atención que la mayoría de la gente
reserva para el día del juego. Cuando entrenaba, se esforzaba en dar su mejor
actuación en cada tarea que tenía enfrente, fuera lo que fuera. Se dedicó de
tal manera al proceso que algo extraordinario ocurrió. No sólo regreso a los Games
– sino que los ganó.
Hablando del
segundo lugar de los Games en 2014 y 2015, Mat elevó su dedicación con el
proceso. Después de ganar los Regionales del Este en 2016 con el dominio más
grande en la historia de nuestro deporte, alguien le pregunto ¿cuál había sido
la diferencia? El contesto, “deje de viajar lo más que pude durante la
temporada, me quedaba en casa, quería mantener mi rutina para maximizar el
potencial de cada día. No quería salir de mi ambiente. No quería cambiar mis
rutinas de descanso más de tres días a la vez, o cambiar mi dieta por más de
dos días. Quería quedarme donde mi sintiera cómodo, donde sabía que podía
realizar mi rutina de entrenamiento”.
Mat y Katrín
han develado el secreto: no hay secreto. El proceso se trata sobre hacer tu trabajo
esforzándote al máximo de tus capacidades, así que Katrín y Mat tienen esto tan
arraigado en su ser, que se ha convertido en su principal arma. ¿Querían ganar
los CrossFit Games? Absolutamente. Pero no hablábamos de ello, y ciertamente no
lo convertimos en nuestra meta. Porque para tener éxito es más importante
establecer una meta más valiente y ambiciosa, desarrollar un sistema – o mejor
dicho un proceso – para llegar ahí.
Bill
Belichick, entrenador de los Patriotas de Nueva Inglaterra, vive esto mejor que
nadie. En las conferencias de prensa, frecuentemente frustraba a los reporteros
dando deliberadamente monótonas respuestas relacionadas al proceso. Al inicio
de la temporada 2016 alguien le pregunto si la meta era ganar otra vez el Súper
Bowl, a lo que él contesto:
Eso está muy lejos. La meta por
ahora es integrar un buen y competitivo equipo. Después la meta podría ser tener
un equipo para competir y trabajar en la forma que se requiere para tener una
buena primavera, después hacer una buena pretemporada, para después estar
listos para el inicio de la temporada. Ya que sólo podemos tener control en las
actividades a corto plazo.
Hay mucha
más literatura sobre el establecimiento de metas. Hemos dicho que las personas
exitosas son aquellas que se establecen metas de forma entusiasta. También
hemos escuchado sobre la importancia de que esas metas sean inteligentes –
deben ser específicas, medibles, alcanzables, relevantes, y con una fecha
específica. Así que si eso es cierto, la persona con las mejores metas ganaría
los CrossFit Games.
En realidad,
es lo opuesto. La gente tiende a concentrarse demasiado en los resultados, y
olvidan que las cosas que se realizan día a día son las que los llevarán ahí.
¿En qué tienes que esforzarte para alcanzar tu meta? Las metas no son más que
el resultado de aquello en lo que te esfuerzas.
Ese
esfuerzo, ese compromiso con el proceso, es la razón por la que Katrín está
frente a mí en el área de calentamiento, reviviendo emocionadamente el Climbing
Snail como si no la hubiéramos visto cuando lo hizo. Está hablando tan rápido
que casi no puedo seguirla. Ella dice sonriendo, “vi la oportunidad en la
último escalada, apenas me podía sostener de la cuerda, así que cuando toque la
punta, dije ¡Yes!”. Yo sonreí y le dije, “es la mejor competencia en la que te
he visto en los CrossFit Games”.
Algunas de
las otras mujeres regresaban del estadio de soccer, y Katrín estaba chocando
las manos y dando abrazos a sus amigas. Me dirigí a O’Keefe. Discretamente,
para no atraer la mala suerte, le confié lo que me decía mi instinto. “Katrín
va a ganar otra vez”.
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