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lunes, 2 de mayo de 2016

Capítulo 8. Desapareciendo tus límites.




La única manera de encontrar los límites de lo posible es llevándolos hacia lo imposible.
 Sir Arthur C. Clarke

En noviembre de 2003, cinco años después de mi primera carrera de aventura, un amigo y yo viajábamos hacia Vermont para ver a mi padre que estaba en el hospital debido a un ataque al corazón. Mi amigo estaba al volante y yo iba en el asiento del copiloto. En algún punto del viaje me quedé dormido. Cuando desperté, estaba con la cabeza sobre el césped congelado, con escalofríos y desorientado. Cuando intente moverme, no pude.

Aparentemente mi amigo también se había quedado dormido. Nos salimos del camino y chocamos contra un árbol. En el impacto, salí proyectado del auto. No lo sabía en ese momento, pero mi pierna izquierda se había desprendido de su lugar en mi cadera. Estaba experimentando dolor como nunca antes lo había sentido, incluso contando los peores momentos de mis carreras de resistencia. Pensé, sea lo que sea que haya pasado debió ser terrible.

Escuche una sirena aproximándose, seguida de unas pisadas acercándose hacia mí rápidamente. Alguien empezó hablar y recuerdo que le dije algo así como, no puedes moverme, al menos no antes que me des algo de morfina. Así que ellos me aplicaron la morfina, y después de un momento me subieron a la ambulancia.

Cuando desperté ya estaba en el cuarto de emergencias escuchando a los doctores discutiendo sobre mi situación. Una voz empezó hablarme. “Necesitamos realizarte algunos análisis”. “Tu pierna se salió de tu cadera y está detrás de tu cuerpo. Necesitamos perforar la cavidad en tu cadera para luego regresar la pierna a su lugar”.

Recuerdo que le conteste, “hagan lo que tengan que hacer”.

El tiempo era crucial, no podía demorarme en decidir. Con estas lesiones, los cirujanos tardaron seis horas para regresar la pierna a su lugar, si se hubieran demorado más el sangrado interno hubiera provocado que me amputaran la extremidad.

Mi pierna se salvó, pero el diagnóstico a largo plazo sobre mi recuperación no fue muy alentador, especialmente considerando que me había enamorado de las carreras de resistencia, lo cual ya era mi nuevo estilo de vida. De hecho, los primeros cinco doctores dijeron que no volvería a correr otra vez. No sabía si podría probar que los doctores se equivocaban. Lo que si sabía, es que si los doctores tenían razón, yo estaba jodido. Por lo tanto, analice rápidamente la situación y determine que no tenía opción. Tenía que probar que los doctores se equivocaban. Si no lo lograba, de cualquier forma ya estaba jodido.

Lo que yo necesitaba de los doctores era conocimiento, respuestas a algunas preguntas como las siguientes: ¿Cómo podría incrementar las probabilidades de volver a correr? ¿Podría realizarme algún daño? Definitivamente ya no quería dañarme más. Realice cientos de preguntas, me realice rayos x, y aprendí todo lo que pude.

Después de varios días de interrogatorios, realice mi plan de juego. Me compre mi equipo de pilates; contrate a una instructora, Christina Gloger; e hice Pilates todos los días durante los siguientes seis meses. No sé cómo, ni de donde, pero saque la energía para reconstruirme. No era que no confiará en los doctores, solo que yo sabía que no podría estar en paz conmigo mismo, hasta que agotará todas las posibilidades. No es como si estuvieras en un videojuego y poniendo otra moneda en el juego de la vida puedes volver a iniciar. Solo me quedaba un tiro y quería asegurarme que estaba haciendo todo lo que podía para recuperarme.

Y aquí estoy, vivito y coleando. Desde entonces he sido alguien nuevo. Los límites no se desvanecen mágicamente, y te das cuenta que no tienes súper poderes. Así que simplemente me informe lo mejor que pude y luego fui muy perseverante.

Mi amigo, el que se quedó dormido al volante, sufrió una fractura en su pierna, y también sobrevivió. Los dos sobrevivimos. Y sabiendo que estuviste tan cerca de la muerte, y la libraste, bueno… algo cambia dentro de ti. Algo que mis doctores no sabían que poseía.

Estaré agradecido eternamente con mis doctores por reunir a mi pierna con mi cuerpo nuevamente, pero también me alegro de no haber hecho caso a sus pronósticos pesimistas. Si hubiera escuchado a los doctores en ese entonces, mi vida podría ser completamente diferente ahora. No sería un corredor de resistencia. No habría iniciado Spartan Race, no estaría sacando a gente de sus sillones para ayudarlos a ponerse en forma. De hecho, probablemente, estaría sentado en uno de esos sillones sintiendo lástima de mi mismo. En vez de ello, fui más allá de los límites que otros querían imponerme.

Veo este mismo espíritu de resiliencia en nuestros corredores todo el tiempo. Recientemente recibí una nota de un joven llamado Austin quien se encontró con Spartan Race después de intentar una carrera de lodo de otro promotor. Él había disfrutado la carrera de lodo en la misma forma en la que hubiera disfrutado un paseo en un parque de diversiones o alguna dinámica de integración en el trabajo. Fue divertido. Eso estimulo su apetito, y lo hizo desear más, así que decidió intentar una Spartan Race. Escogió la Spartan Sprint de Pennsylvania. El esperaba la misma experiencia que había tenido en su anterior carrera en lodo.

Simplemente puso su trasero en la pista para correr, y poco después me escribió una nota diciendo: “es la cosa más difícil que he realizado en toda mi vida…sin embargo he amado cada segundo, y por primera vez en mi vida, me he sentido realmente vivo. Al siguiente día mi amigo y yo nos inscribimos para la Tri State Super de 2012, y una vez más, fue la cosa más difícil a la que me había enfrentado. El sentimiento de logro cuando cruzas la línea de meta es indescriptible, pero me deja un deseo de más – mucho más.” Sin duda, el cerebro recompensa el trabajo duro.

Dos semanas después de la Tri State Super, sin embargo, Austin fue herido emocionalmente cuando su novia lo dejo sin avisar. De repente, la mayor parte de su vida se había ido. Como cualquier buen espartano, el respondió al reto haciendo la Spartan Trifecta 2013, corriendo la Spring en Pennsylvania, Tri State Super y la Otawa Beast.

Él dice, “inscribirme a las carreras no lleno el vacío que estaba experimentando, pero la transformación física, mental y espiritual que experimente ciertamente hizo el camino más fácil. He bajado cerca de 30 libras y mi condición física es mejor que nunca. Ahora estoy obsesionado con el entrenamiento, y he pasado infinidad de horas en spartanrace.com leyendo sobre la experiencia y transformaciones de otras personas. Durante el 2013 obtuve logros que jamás pensé que podría. Pero aún me queda mucho más que hacer.”

HAZAÑAS DE LOS PIES Y DE LA VOLUNTAD

Empecé a correr largas distancias – y después distancias cada vez más largas – para expandir mis límites y para superar mis propios límites físicos y mentales, al menos como yo los percibía.

Al principio, hice carreras de tres horas; eventualmente, empecé a participar en carreras de 8 días en regiones remotas virtualmente no tocadas por el hombre. Locas carreras donde podrías perderte o morir y la jungla podría reclamar tus huesos. Solo obligándome a mí mismo a través de estos límites locos fue como encontré satisfacción y liberación. Encontré que no importaba la cantidad de carreras en las que tenía éxito o el dinero que podría obtener en ellas, respecto a la satisfacción que recibía por participar en este tipo de retos. Tal vez me volví adicto a los retos o la adrenalina, pero sin embargo, no podía resistir la necesidad de ir más allá. Eventualmente la distancia no fue el problema, sino cuando parar.

Cuando inicias un evento de ultradistancia, de antemano sabes que la cosa se pondrá fea en algún momento. Ese mal momento podría ser provocado por la obscuridad, la cual te hará preguntarte ¿Por qué me puse a mí mismo en esta situación? Pero en algún nivel, también ese era el punto. Cada vez que corro, me estoy poniendo a prueba completamente. Además, así como hay momentos muy difíciles durante las carreras, también hay momentos grandiosos. Los peores momentos podrían ser provocados por el clima, los más complicados puede ser debido al dolor,  y lo más asombroso es el sentimiento o la emoción que experimentas con cada paso adicional, empujándote fuera de tu zona de confort y acercándote a tu destino. Si nunca has estado en un asiento de bicicleta durante 15 horas, ¡nunca has vivido! Y solo bromeo a medias ehhh! De repente ya estás en medio de una dura carrera, donde solo hay más millas que recorrer, y de repente, antes que te des cuenta, se termina. Lo lograste.

Nunca es fácil, pero he aprendido varios trucos mentales y técnicas para seguir adelante y lograr que mis límites se desvanezcan. Andy habla sobre este pequeño hombrecillo que aparece sobre tu hombro y te da muy buenas razones para detenerte. Bueno, como un corredor de distancia, es mi deber quitarlo de mi hombro, ¡tirarlo! Mientras más rápido, mejor, él intentará trepar por mis piernas para llegar hasta mi hombro otra vez e intentar meter más pensamientos negativos a mi cabeza. Ese pequeño hombrecillo sabe que no persiste, entonces deja de existir. Así que tengo que derrotarlo nuevamente.

Una carrera en donde ese hombrecillo estuvo especialmente insistente en mi mente fue durante el Ironman de Lake Placid, yo venía de hacer esa misma semana el Badwater y el Vermont 100, lo que cualquier atleta de resistencia calificaría como una muy bonita trifecta de auto castigo. En algún momento la carrera se puso fea, tan fea que mis piernas parecían que estaban en llamas. Necesitaba calmantes pero estaba fuera de los límites de cualquier unidad médica de emergencias. Y en algún momento durante esa carrera recordé las palabras de mi mamá: “habrá un momento cuando necesites genuinamente drogas, como después de un accidente, y si las usas la menor cantidad de veces, funcionaran muy bien cuando realmente las necesites”.

En aquella carrera en particular, el dolor y la incomodidad se pusieron tan mal que me hicieron preguntarme por el verdadero objetivo de las carreras de aventura. Pero como todas las veces anteriores, me concentre en poner un pie delante del otro. Me convencí a mí mismo que el tiempo iba a pasar mientras yo me mantuviera yendo hacia adelante, así que me mantuve avanzando. Solo tendría que soportar 4 horas más de ese infierno, además, sabía que el sentimiento de satisfacción estaría del otro lado de este dolor inmediato que parecía durar por décadas.

Durante el noveno Eco Challenge en Fiji, el cual fue el primero en el que participaba, estaba completamente convencido que el cuerpo puede hacer más de lo que hubiéramos pensado jamás. Imagínate que tan demandante fue la carrera, que durante la mayor parte del tiempo, en mi cabeza solo tenía una idea: regresar a casa a disfrutar de las comodidades que está brinda; especialmente esta idea venía a mi cabeza en los períodos que se me nublaba la mente debido al cansancio y a la privación. Quería comida, agua y un colchón. Eso era todo lo que me preocupaba. Sin embargo, este estado mental primitivo fue refrescante, liberador y empoderador. En algún momento de esa carrera, logre entender que no necesitaba de la gran mayoría de los artefactos que la civilización ha creado, y eso me hizo sentir realmente vivo.

También estaba sorprendido por como los habitantes de Fiji que encontré durante la carrera eran felices, saludables, fuertes, auto suficientes y generosos. Ellos vivían de forma grandiosa sin ninguna de las cosas con las que nosotros nos topamos en el día a día: autos, plásticos, juguetes – nada de eso. Observar esto, cambio mi vida.

Cada vez que participo en una carrera, o alguien más participa en una carrera, me parece que se está enfrentando a la prueba de la galleta. No solo por la carrera en sí misma, sino por la constante tentación de hacer algo más fácil. Por ejemplo, se necesita disciplina para mantenerte corriendo, porque en cada paso que das, se te presenta otra oportunidad para detenerte y abandonar la misión. La gente puede decir que todo lo que tienes que hacer es poner un pie delante del otro, lo cual es cierto, pero a la inversa también es cierto. Ni siquiera necesitas descender de la bicicleta. Lo único que tienes que hacer es no dar el siguiente paso, y ya no estarás corriendo más. La carrera habrá terminado.

La distancia en sí misma es un obstáculo, y la presencia de obstáculos hace a las carreras mucho más difíciles que lo que su distancia podría sugerir. Incluso en una carrera tan demandante como un Ironman, tu sabes que esperar y puedes entrenar acorde a ello. Hay tres obstáculos en los Ironman: nadar, bicicleta y correr. Así que el entrenamiento puede fácilmente integrarse de series de movimientos repetitivos, todo lo que necesitas es hacerlos al máximo de intensidad en una distancia determinada. Necesitas nadar de forma estricta. Necesitas andar en bicicleta de forma estricta. Y correr en caminos pavimentados. El ritmo de tu corazón se mantiene a un nivel. Es pura resistencia, fuerza, y si, velocidad.

No estoy menospreciando la dificultad de las dos transiciones entre estos eventos. Yo generalmente empleo los últimos 20 minutos de la natación en alistarme mentalmente para la bicicleta y empleo los últimos 45 minutos en la bicicleta para prepararme para correr. Después de nadar por una hora, la bicicleta se siente extraña e incómoda, y después de andar en bicicleta durante 112 millas, la corrida se convierte en toda una experiencia. Pero tú sabes cuándo esperar estos períodos de transición, y en tu mente, estás listo para ellos.

En contraste con los triatlones, cada Spartan Race es única, dinámica e impredecible. La ruta está integrada al medio ambiente, y cada lugar es diferente. Todos los elementos del terreno natural están integrados para confundir a los corredores y hacerlos sentir incomodos. Esta falta de predictibilidad aumenta la exigencia para el cuerpo. Una buena condición física espartana incluye más de 10 mil movimientos variables que emplearas durante la carrera.

Si no cuentas con la condición física para realizar cada movimiento, olvídalo. Ya que la ruta de obstáculos es impredecible, nuestros corredores deben entrenar para fuerza, resistencia muscular, resistencia cardiovascular y más. La fortaleza de la parte superior del cuerpo y del core deben estar balanceadas con las habilidades para correr. La adaptabilidad, flexibilidad y la creatividad juegan un papel importante durante los obstáculos. No hay tiempo de recuperarse para lo que sigue; solo hay tiempo para hacer lo que sigue, al vuelo. Todo duele en momentos diferentes y de formas impredecibles, haciendo cada obstáculo único, incluso si ya lo has hecho antes. El trepar la cuerda nunca se trata solo de trepar la cuerda – es trepar la cuerda después de innumerables obstáculos que ya has tenido que superar antes de enfrentarte a la cuerda. La carrera entera es impredecible de inicio a fin, tal como siempre debe ser.

Esto puede enloquecer a las personalidades tipo A quienes necesitan prepararse y controlar todo. Simplemente en una Spartan Race, ellos no pueden, así como no se puede en la vida. Hay demasiadas variables, demasiada incertidumbre, demasiadas jiribillas, las cuales no pueden anticiparse. En contraste con el Ironman, la Spartan Race es más un reflejo de cómo vivimos nuestra vida. Ser disciplinado es una cosa, pero vivir de una forma completamente fluida, es un concepto radicalmente diferente. En la vida, uno no sabe dónde está la línea de salida y la meta. Necesitas una mentalidad diferente en la Spartan Race. Las reglas del juego están cambiando constantemente, así que tu marco de referencia tiene que cambiar junto con ellas.

Adicionalmente, la Spartan Race es una organización más democrática que el Ironman. Un Ironman mide 114 millas, así que el tipo de persona que probablemente haga el intento es aquella que ya tiene definido su propósito claramente. En contraste, alguien que está en ese proceso de lucha para encontrar su camino, o que este aún un poco desorientado respecto a sus objetivos, no hará un Ironman, pero bien podría reunir los medios para intentar una Spartan de tres millas.

En este sentido, hay grandes paralelos entre la Spartan Race y la milicia, lo cual es una razón por la que nombre esta carrera de obstáculos de acuerdo a un ejército legendario de tiempos antiguos. Muy pocas cosas en el campo de batalla ocurren conforme están planeadas, y para usar una metáfora deportiva, la historia de la guerra está llena de tremendas victorias ocasionadas por alguna voltereta inesperada. Así que si tú piensas que teniendo una mentalidad de Ironman y entrenando en el aula de guerra, estarás bien preparado para enfrentar eventos imprevistos, necesitarás reconfigurar tu cerebro para cambiar constantemente tu marco de referencia de acuerdo a las circunstancias cambiantes. Así es como sobrevives en la batalla y como obtienes éxito en la vida.

Cuando las expectativas no se cumplen, causan frustración. Si estas esperando una carrera de tres millas, y termina siendo de 5 millas, terminas alterado y frustrado. En la Spartan Race, hacemos lo inesperado, divertido. Si no tienes expectativas, estarás menos preocupado cuando te enfrentes a los obstáculos que te tomen desprevenido.

AFINANDO TU CONCENTRACIÓN

Otra de las razones por las que empecé a correr largas distancias fue para quitar todo el desorden que tenía en mi cabeza. Los eventos de distancia te obligan a concentrarte. En contraste, nuestra sociedad le gusta estar distraída, siempre en busca del siguiente objeto más brillante. Nosotros entrenamos para tener nuestra mente ocupada, y eso se convierte en nuestro cómplice voluntario. Pronto no tenemos opción; somos esclavos de nuestra ansiedad, de nuestra mente rápida y del constante flujo de charlas mentales inútiles. Esta especie de parloteo mental no es realmente un pensamiento; solo es ruido neurológico blanco, es decir, una distracción de lo que realmente importa.

Yo me beneficio especialmente de este tipo de concentración porque tengo un caso severo de ADD (siglas que en español significan: trastorno por déficit de atención con hiperactividad) Nosotros solíamos ser cazadores-recolectores, y cuando nos convertimos en una sociedad agraria, esos genes cazadores recolectores permanecieron en la población. Otras personas que sufren ADD y yo heredamos al menos un poco de ellos. Un cazador recolector podría ser cazador o podría ser cazado, así que él o ella estaba monitoreando constantemente el ambiente, como un controlador de tráfico aéreo siempre analizando los puntos luminosos en el radar.

La tranquilidad mental que alcanzamos durante una carrera de resistencia no es fácil de replicar, pero es importante elevar tu concentración en cada día de la vida. Para lograr eso se requiere blindar tu cerebro contra toda la confusión que lo invade durante todo el día debido a los teléfonos y las computadoras. Para principiantes, dormir lo es todo cuando empiezan a alcanzar la concentración mental y la preparación física. Así que de hecho, vivir con la mentalidad “dormiré cuando esté muerto” puede llevarte hasta allí un poco más rápido.

Un estilo de vida saludable incluye al menos 7 horas de sueño ininterrumpido por la noche. Sin eso, podrías sufrir desde obesidad, hasta decaimiento cognitivo, diabetes tipo 2, enfermedades del corazón e incluso cáncer. Una razón puede ser que la privación del sueño disminuye la sensibilidad a la insulina. Lo que significa que tus células no reconocen la hormona cuyo trabajo es transportar la glucosa (azúcar en la sangre) al resto de las células del cuerpo.
Varado en tu flujo sanguíneo, ese exceso de glucosa tiende a provocar la acumulación de peso.

Para dormir largo y más profundamente, evita consumir cafeína después de las 3 de la tarde. La cafeína es un estimulante que permanece en tu sistema por más de seis horas. Incluso si no te sientes agitado, la cafeína sigue afectando tu sistema nervioso simpático. También debes evitar usar laptops, iPads y teléfonos celulares al menos una hora o dos antes de ir a dormir. La intensa luz azul emitida por la mayoría de los gadgets va directamente a los ojos, confundiendo al cerebro, disminuyendo la producción de melatonina e interrumpiendo el ritmo circadiano desarrollado durante cientos de miles de años, el cual es dormir y despertar con el amanecer o con la puesta del sol.

El ejercicio y una buena dieta favorecen el sueño profundo. Si trabajas duro, duermes bien. Si comes bien, duermes bien. Nuestro cuerpo necesita trabajar todos los días y el teclear todo el día frente a una computadora no cuenta. Necesitas sudar y tu corazón tiene que bombear. Si haces eso, probablemente duermas bien. No necesitas tomar píldoras para dormir y un estudio médico comprueba esto. Solo pruébalo. Eso sí, cuando suene la alarma en la mañana ¡no la pospongas¡

La salud total de la mente-cuerpo-espíritu es el idean espartano. Los guerreros de elite de la historia han sabido que para ganar en el campo de batalla, primero tienes que ganar en tu mente. Esto requiere dominar tus emociones y permitir a tu intelecto decidir lo que es importante. Debes ser capaz de priorizar. Como puedes alcanzar la grandeza si te distraes constantemente en cosas triviales. Debes desarrollar una mente lo suficientemente fuerte para resistir las distracciones y las tentaciones. La grandeza no viene de la obsesión con eventos triviales del día y de revisar tus cuentas de las redes sociales 20 veces por hora.

Si de repente volviéramos en el tiempo, nos daríamos cuenta que nuestro desempeño sería mejor en la vida. Nos gusta engañarnos diciendo que nuestra sociedad ha avanzado. Sin embargo, esta marcha hacia la modernización y el confort nos ha llevado en la dirección equivocada. La Spartan Race es una reacción contra todo eso. La Spartan Race es un intento para detener la marea, para regresar a las bases naturales y mecánicas del ser humano – y a la buena salud.

La pregunta puede surgir en tu mente: ¿Por qué hacer una Spartan Race? ¿No podemos solo tomar lecciones de como entrenar, comer mejor, dormir bien y aplicarlos a la vida? ¿Podemos solo leer este libro? Podrías, pero no sería lo mismo. Un Spartan se prueba a sí mismo a través de las acciones, no de las palabras. Y los spartans saben que la carrera en sí misma es el oponente más formidable, mejor incluso que los otros competidores. De hecho, durante la carrera logras forjar un lazo con tus competidores porque compartes la experiencia y la meta de sobrevivir a lo que sea que se les interponga. Algunas veces en la vida, solo tienes que sumergirte, enfrentarte de lleno, y ese es el caso de la Spartan Race. El agua helada golpeando tu cuerpo te hará sentir vivo y te obligará a ir más allá, en busca de nuevas experiencias durante la carrera.

Creo que todo lo que necesitamos es probarnos; de otra manera, ¿cómo descubriremos de lo que estamos hechos? Inscribirte a una competencia solo te compromete a romper tus límites. Pero en realidad, rompes tus límites cuando ya estás en la carrera y te empiezas a conocer a ti mismo en esos instantes, cuando todo llega junto y nada ni nadie puede ayudarte. Lo imprevisto ya no importa más, porque de forma innata ya tienes las respuestas, y debes estar físicamente preparado para el reto.

Sin esa auto presión, puede ser difícil para la gente mantenerse en la carrera. El evento prueba de inicio a fin que tan comprometido estas con tus metas. Cuando corres una Spartan Race estás diciendo que tienes el valor de cambiar tu estilo de vida, de dejar atrás tus patrones arraigados, para convertirte en una mejor persona. No solo para obtener una medalla.

Las recompensas son sustanciales. “Si no fuera por este evento espartano, siempre habría pensado que los chicos grandes son más fuertes que yo”, escribió la espartana Vanessa Runs en un blog. “Lo mejor de todo fue que aprendí a no sentirme intimidada. A confiar en mi condición física. Y eso al final, es la recompensa de mi vida que no va con los chicos grandes”. Después de todo, tal vez sea mejor estar pequeñita. Para deslizarse mejor a través de cada obstáculo”.

Participes o no en una carrera de obstáculos, el reto más grande es prepararse para una vida plena. Los principios fundamentales del estilo de vida Spartan pueden ayudarte a triunfar en cualquier cosa. La primera clave para el estilo de vida Spartan es enfocarte en el gran escenario. No es saludable enfocarte solo en algún aspecto de tu vida. Si lo haces, será inevitable que sea en detrimento de los otros. Alimentos saludables, actitud saludable, relaciones sanas, mente sana y cuerpo sano, todos juntos definen el estilo de vida Spartan – el código espartano en acción.

¿Por qué voy por la distancia? Y todo ese esfuerzo ¿vale la pena al final? Para la respuesta, no necesito mirar más allá del momento en que mi padre sufrió el ataque al corazón en combinación con mi terrible accidente de auto cuando fui a visitarlo en 2003. En 2013, arribe al Hospital Saint Francis en Long Island para encontrar a mi padre inconsciente y con respirador artificial. Su pie se había puesto negro debido a la pobre circulación, las mangueras que salían de él lo hacían parecer como un muñeco vudú, y un ventilador lo ayudaba a respirar, cuando de hecho cada respiración parecía ser la última. Mi padre nunca puso mucha atención a su salud. El no hacía ejercicio, y odiaba las frutas y los vegetales. La mayoría de su dieta consistía en alimentos procesados, lo cual explica su enfermedad cardíaca y la diabetes.

Durante la pasada década, había sufrido cinco ataques al corazón, había recibido varias transfusiones de sangre. Él había estado muerto, técnicamente, por seis minutos el día anterior, pero de alguna forma lo había logrado.

A pesar de lo mucho que amaba a mi padre, no pude solo permanecer sentado ahí toda la mañana mirándolo prácticamente sin vida sobre la cama. Así que deje el hospital un rato y encontré un gym cerca de ahí llamado Fitness Loft. Pregunte a la recepcionista si podría entrenar ahí. “necesitas ser un miembro” ella dijo. Observe un flyer de la Spartan Race en el escritorio, y le dije a la chica que yo era uno de los miembros fundadores del evento. Ella sonrió y dijo, “en ese caso, adelante. Nosotros pensamos que lo que tus chicos hacen es fenomenal.”

En ese momento y durante los siguientes 90 minutos, mientras estaba torturándome en el gym, me detuve por un momento y me di cuenta de lo privilegiado que yo era. La pobre salud de mi padre lo había convertido en una sombra de un ser humano, él se auto impuso ese estilo de vida. En ese punto, era imposible para él llevar su cuerpo al gym y luchar por su salud. Me di cuenta en ese momento lo preciada que es la salud. ¿Por qué no entrenaría? Pensaba. ¿Por qué alguien no entrenaría?

Cuando le digo a la gente que salga del sillón y coma de forma saludable, ellos a veces asumen que estoy huyendo de la muerte, y algunos me dicen: ¿Por qué preocuparte tanto por tu salud cuando puedes morir mañana en un accidente de auto? Y completan su discurso diciendo “disfruta tu vida mientras puedas, y realiza de todo con moderación” ¿en serio? Bueno, que pasa cuando estas en una cama de hospital con respirador y tomando 26 diferentes medicamentos para mantenerte con vida como mi padre en aquel hospital – ¿hasta entonces tratarás de disfrutar la vida? En la Spartan Race, no se trata que estemos evitando la muerte; estamos tratando de vivir nuestras vidas plenamente, exprimiendo hasta la última gota de vida posible.

Usar nuestro cuerpo es un privilegio, algo que millones de personas olvidan, descuidan e incluso, pierden. Muchos olvidan de lo que se trata disfrutar la vida. Y antes que se den cuenta, el disfrutar el día se transforma en culpa.

Fui muy afortunado al ser inducido a vivir de una forma saludable desde temprana edad. Mi esperanza es que los padres espartanos enseñen a sus hijos a vivir de una forma que se mantengan alejados de la sala de emergencias. Que les den el conocimiento de la salud y la actividad física y los ayuden a disfrutar una vida larga, saludable y feliz.

Una vida saludable es una vida sin límites.

En la novela clásica “el señor de los anillos”, el joven Hobbit Frodo debe decir adiós a los que ama e iniciar su viaje para destruir el poder del anillo y enfrentar una guerra en el horizonte.

Él le dice a su amigo, el noble mago Gandalf, “desearía que nada de esto hubiera pasado”.

La respuesta de Gandalf es una de las más grandiosas en toda la literatura. Él le contesta, “lo mismo les ocurre a todos los que tienen que enfrentarse a momentos y situaciones así. Pero no les toca a ellos decidir. Todo lo que podemos decidir es que hacer con el tiempo que se nos dio…”

Para mí, Gandalf está diciendo que vivimos en un mundo de dolor y conflicto, y la muerte es inevitable para todos nosotros. Pero tenemos una gran fuente de poder, y eso es el hecho que podemos decidir qué hacer con el tiempo que tenemos en la tierra, y esa es una de las mejores decisiones para los que quieren hacer del mundo un lugar mejor. Eso es lo que los spartans hacen. De alguna forma en una escala muy pequeña, es lo que estoy tratando de hacer con Spartan Race.

   



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