La única manera de
encontrar los límites de lo posible es llevándolos hacia lo imposible.
Sir Arthur C. Clarke
En
noviembre de 2003, cinco años después de mi primera carrera de aventura, un
amigo y yo viajábamos hacia Vermont para ver a mi padre que estaba en el
hospital debido a un ataque al corazón. Mi amigo estaba al volante y yo iba en
el asiento del copiloto. En algún punto del viaje me quedé dormido. Cuando
desperté, estaba con la cabeza sobre el césped congelado, con escalofríos y
desorientado. Cuando intente moverme, no pude.
Aparentemente
mi amigo también se había quedado dormido. Nos salimos del camino y chocamos
contra un árbol. En el impacto, salí proyectado del auto. No lo sabía en ese
momento, pero mi pierna izquierda se había desprendido de su lugar en mi
cadera. Estaba experimentando dolor como nunca antes lo había sentido, incluso
contando los peores momentos de mis carreras de resistencia. Pensé, sea lo que
sea que haya pasado debió ser terrible.
Escuche
una sirena aproximándose, seguida de unas pisadas acercándose hacia mí rápidamente.
Alguien empezó hablar y recuerdo que le dije algo así como, no puedes moverme,
al menos no antes que me des algo de morfina. Así que ellos me aplicaron la
morfina, y después de un momento me subieron a la ambulancia.
Cuando
desperté ya estaba en el cuarto de emergencias escuchando a los doctores
discutiendo sobre mi situación. Una voz empezó hablarme. “Necesitamos
realizarte algunos análisis”. “Tu pierna se salió de tu cadera y está detrás de
tu cuerpo. Necesitamos perforar la cavidad en tu cadera para luego regresar la
pierna a su lugar”.
Recuerdo
que le conteste, “hagan lo que tengan que hacer”.
El
tiempo era crucial, no podía demorarme en decidir. Con estas lesiones, los
cirujanos tardaron seis horas para regresar la pierna a su lugar, si se
hubieran demorado más el sangrado interno hubiera provocado que me amputaran la
extremidad.
Mi
pierna se salvó, pero el diagnóstico a largo plazo sobre mi recuperación no fue
muy alentador, especialmente considerando que me había enamorado de las
carreras de resistencia, lo cual ya era mi nuevo estilo de vida. De hecho, los
primeros cinco doctores dijeron que no volvería a correr otra vez. No sabía si
podría probar que los doctores se equivocaban. Lo que si sabía, es que si los
doctores tenían razón, yo estaba jodido. Por lo tanto, analice rápidamente la
situación y determine que no tenía opción. Tenía que probar que los doctores se
equivocaban. Si no lo lograba, de cualquier forma ya estaba jodido.
Lo
que yo necesitaba de los doctores era conocimiento, respuestas a algunas
preguntas como las siguientes: ¿Cómo podría incrementar las probabilidades de
volver a correr? ¿Podría realizarme algún daño? Definitivamente ya no quería
dañarme más. Realice cientos de preguntas, me realice rayos x, y aprendí todo
lo que pude.
Después
de varios días de interrogatorios, realice mi plan de juego. Me compre mi
equipo de pilates; contrate a una instructora, Christina Gloger; e hice Pilates
todos los días durante los siguientes seis meses. No sé cómo, ni de donde, pero
saque la energía para reconstruirme. No era que no confiará en los doctores,
solo que yo sabía que no podría estar en paz conmigo mismo, hasta que agotará
todas las posibilidades. No es como si estuvieras en un videojuego y poniendo
otra moneda en el juego de la vida puedes volver a iniciar. Solo me quedaba un
tiro y quería asegurarme que estaba haciendo todo lo que podía para
recuperarme.
Y
aquí estoy, vivito y coleando. Desde entonces he sido alguien nuevo. Los
límites no se desvanecen mágicamente, y te das cuenta que no tienes súper poderes.
Así que simplemente me informe lo mejor que pude y luego fui muy perseverante.
Mi
amigo, el que se quedó dormido al volante, sufrió una fractura en su pierna, y
también sobrevivió. Los dos sobrevivimos. Y sabiendo que estuviste tan cerca de
la muerte, y la libraste, bueno… algo cambia dentro de ti. Algo que mis
doctores no sabían que poseía.
Estaré
agradecido eternamente con mis doctores por reunir a mi pierna con mi cuerpo
nuevamente, pero también me alegro de no haber hecho caso a sus pronósticos
pesimistas. Si hubiera escuchado a los doctores en ese entonces, mi vida podría
ser completamente diferente ahora. No sería un corredor de resistencia. No
habría iniciado Spartan Race, no estaría sacando a gente de sus sillones para
ayudarlos a ponerse en forma. De hecho, probablemente, estaría sentado en uno
de esos sillones sintiendo lástima de mi mismo. En vez de ello, fui más allá de
los límites que otros querían imponerme.
Veo
este mismo espíritu de resiliencia en nuestros corredores todo el tiempo.
Recientemente recibí una nota de un joven llamado Austin quien se encontró con
Spartan Race después de intentar una carrera de lodo de otro promotor. Él había
disfrutado la carrera de lodo en la misma forma en la que hubiera disfrutado un
paseo en un parque de diversiones o alguna dinámica de integración en el
trabajo. Fue divertido. Eso estimulo su apetito, y lo hizo desear más, así que
decidió intentar una Spartan Race. Escogió la Spartan Sprint de Pennsylvania.
El esperaba la misma experiencia que había tenido en su anterior carrera en
lodo.
Simplemente
puso su trasero en la pista para correr, y poco después me escribió una nota
diciendo: “es la cosa más difícil que he realizado en toda mi vida…sin embargo
he amado cada segundo, y por primera vez en mi vida, me he sentido realmente
vivo. Al siguiente día mi amigo y yo nos inscribimos para la Tri State Super de
2012, y una vez más, fue la cosa más difícil a la que me había enfrentado. El
sentimiento de logro cuando cruzas la línea de meta es indescriptible, pero me
deja un deseo de más – mucho más.” Sin duda, el cerebro recompensa el trabajo
duro.
Dos
semanas después de la Tri State Super, sin embargo, Austin fue herido
emocionalmente cuando su novia lo dejo sin avisar. De repente, la mayor parte
de su vida se había ido. Como cualquier buen espartano, el respondió al reto
haciendo la Spartan Trifecta 2013, corriendo la Spring en Pennsylvania, Tri
State Super y la Otawa Beast.
Él
dice, “inscribirme a las carreras no lleno el vacío que estaba experimentando,
pero la transformación física, mental y espiritual que experimente ciertamente
hizo el camino más fácil. He bajado cerca de 30 libras y mi condición física es
mejor que nunca. Ahora estoy obsesionado con el entrenamiento, y he pasado
infinidad de horas en spartanrace.com leyendo sobre la experiencia y
transformaciones de otras personas. Durante el 2013 obtuve logros que jamás pensé
que podría. Pero aún me queda mucho más que hacer.”
HAZAÑAS DE LOS PIES
Y DE LA VOLUNTAD
Empecé
a correr largas distancias – y después distancias cada vez más largas – para
expandir mis límites y para superar mis propios límites físicos y mentales, al
menos como yo los percibía.
Al
principio, hice carreras de tres horas; eventualmente, empecé a participar en
carreras de 8 días en regiones remotas virtualmente no tocadas por el hombre.
Locas carreras donde podrías perderte o morir y la jungla podría reclamar tus
huesos. Solo obligándome a mí mismo a través de estos límites locos fue como
encontré satisfacción y liberación. Encontré que no importaba la cantidad de
carreras en las que tenía éxito o el dinero que podría obtener en ellas,
respecto a la satisfacción que recibía por participar en este tipo de retos.
Tal vez me volví adicto a los retos o la adrenalina, pero sin embargo, no podía
resistir la necesidad de ir más allá. Eventualmente la distancia no fue el
problema, sino cuando parar.
Cuando
inicias un evento de ultradistancia, de antemano sabes que la cosa se pondrá
fea en algún momento. Ese mal momento podría ser provocado por la obscuridad,
la cual te hará preguntarte ¿Por qué me puse a mí mismo en esta situación? Pero
en algún nivel, también ese era el punto. Cada vez que corro, me estoy poniendo
a prueba completamente. Además, así como hay momentos muy difíciles durante las
carreras, también hay momentos grandiosos. Los peores momentos podrían ser
provocados por el clima, los más complicados puede ser debido al dolor, y lo más asombroso es el sentimiento o la
emoción que experimentas con cada paso adicional, empujándote fuera de tu zona
de confort y acercándote a tu destino. Si nunca has estado en un asiento de
bicicleta durante 15 horas, ¡nunca has vivido! Y solo bromeo a medias ehhh! De repente
ya estás en medio de una dura carrera, donde solo hay más millas que recorrer,
y de repente, antes que te des cuenta, se termina. Lo lograste.
Nunca
es fácil, pero he aprendido varios trucos mentales y técnicas para seguir
adelante y lograr que mis límites se desvanezcan. Andy habla sobre este pequeño
hombrecillo que aparece sobre tu hombro y te da muy buenas razones para
detenerte. Bueno, como un corredor de distancia, es mi deber quitarlo de mi
hombro, ¡tirarlo! Mientras más rápido, mejor, él intentará trepar por mis
piernas para llegar hasta mi hombro otra vez e intentar meter más pensamientos
negativos a mi cabeza. Ese pequeño hombrecillo sabe que no persiste, entonces
deja de existir. Así que tengo que derrotarlo nuevamente.
Una
carrera en donde ese hombrecillo estuvo especialmente insistente en mi mente
fue durante el Ironman de Lake Placid, yo venía de hacer esa misma semana el
Badwater y el Vermont 100, lo que cualquier atleta de resistencia calificaría
como una muy bonita trifecta de auto castigo. En algún momento la carrera se
puso fea, tan fea que mis piernas parecían que estaban en llamas. Necesitaba
calmantes pero estaba fuera de los límites de cualquier unidad médica de
emergencias. Y en algún momento durante esa carrera recordé las palabras de mi
mamá: “habrá un momento cuando necesites genuinamente drogas, como después de
un accidente, y si las usas la menor cantidad de veces, funcionaran muy bien cuando
realmente las necesites”.
En
aquella carrera en particular, el dolor y la incomodidad se pusieron tan mal
que me hicieron preguntarme por el verdadero objetivo de las carreras de
aventura. Pero como todas las veces anteriores, me concentre en poner un pie
delante del otro. Me convencí a mí mismo que el tiempo iba a pasar mientras yo
me mantuviera yendo hacia adelante, así que me mantuve avanzando. Solo tendría
que soportar 4 horas más de ese infierno, además, sabía que el sentimiento de
satisfacción estaría del otro lado de este dolor inmediato que parecía durar
por décadas.
Durante
el noveno Eco Challenge en Fiji, el cual fue el primero en el que participaba,
estaba completamente convencido que el cuerpo puede hacer más de lo que
hubiéramos pensado jamás. Imagínate que tan demandante fue la carrera, que
durante la mayor parte del tiempo, en mi cabeza solo tenía una idea: regresar a
casa a disfrutar de las comodidades que está brinda; especialmente esta idea
venía a mi cabeza en los períodos que se me nublaba la mente debido al
cansancio y a la privación. Quería comida, agua y un colchón. Eso era todo lo
que me preocupaba. Sin embargo, este estado mental primitivo fue refrescante,
liberador y empoderador. En algún momento de esa carrera, logre entender que no
necesitaba de la gran mayoría de los artefactos que la civilización ha creado,
y eso me hizo sentir realmente vivo.
También
estaba sorprendido por como los habitantes de Fiji que encontré durante la
carrera eran felices, saludables, fuertes, auto suficientes y generosos. Ellos
vivían de forma grandiosa sin ninguna de las cosas con las que nosotros nos
topamos en el día a día: autos, plásticos, juguetes – nada de eso. Observar
esto, cambio mi vida.
Cada
vez que participo en una carrera, o alguien más participa en una carrera, me
parece que se está enfrentando a la prueba de la galleta. No solo por la
carrera en sí misma, sino por la constante tentación de hacer algo más fácil. Por
ejemplo, se necesita disciplina para mantenerte corriendo, porque en cada paso
que das, se te presenta otra oportunidad para detenerte y abandonar la misión.
La gente puede decir que todo lo que tienes que hacer es poner un pie delante
del otro, lo cual es cierto, pero a la inversa también es cierto. Ni siquiera
necesitas descender de la bicicleta. Lo único que tienes que hacer es no dar el
siguiente paso, y ya no estarás corriendo más. La carrera habrá terminado.
La
distancia en sí misma es un obstáculo, y la presencia de obstáculos hace a las
carreras mucho más difíciles que lo que su distancia podría sugerir. Incluso en
una carrera tan demandante como un Ironman, tu sabes que esperar y puedes
entrenar acorde a ello. Hay tres obstáculos en los Ironman: nadar, bicicleta y
correr. Así que el entrenamiento puede fácilmente integrarse de series de
movimientos repetitivos, todo lo que necesitas es hacerlos al máximo de
intensidad en una distancia determinada. Necesitas nadar de forma estricta.
Necesitas andar en bicicleta de forma estricta. Y correr en caminos
pavimentados. El ritmo de tu corazón se mantiene a un nivel. Es pura
resistencia, fuerza, y si, velocidad.
No
estoy menospreciando la dificultad de las dos transiciones entre estos eventos.
Yo generalmente empleo los últimos 20 minutos de la natación en alistarme
mentalmente para la bicicleta y empleo los últimos 45 minutos en la bicicleta
para prepararme para correr. Después de nadar por una hora, la bicicleta se
siente extraña e incómoda, y después de andar en bicicleta durante 112 millas,
la corrida se convierte en toda una experiencia. Pero tú sabes cuándo esperar
estos períodos de transición, y en tu mente, estás listo para ellos.
En
contraste con los triatlones, cada Spartan Race es única, dinámica e
impredecible. La ruta está integrada al medio ambiente, y cada lugar es
diferente. Todos los elementos del terreno natural están integrados para
confundir a los corredores y hacerlos sentir incomodos. Esta falta de
predictibilidad aumenta la exigencia para el cuerpo. Una buena condición física
espartana incluye más de 10 mil movimientos variables que emplearas durante la
carrera.
Si
no cuentas con la condición física para realizar cada movimiento, olvídalo. Ya
que la ruta de obstáculos es impredecible, nuestros corredores deben entrenar
para fuerza, resistencia muscular, resistencia cardiovascular y más. La
fortaleza de la parte superior del cuerpo y del core deben estar balanceadas
con las habilidades para correr. La adaptabilidad, flexibilidad y la
creatividad juegan un papel importante durante los obstáculos. No hay tiempo de
recuperarse para lo que sigue; solo hay tiempo para hacer lo que sigue, al
vuelo. Todo duele en momentos diferentes y de formas impredecibles, haciendo
cada obstáculo único, incluso si ya lo has hecho antes. El trepar la cuerda
nunca se trata solo de trepar la cuerda – es trepar la cuerda después de
innumerables obstáculos que ya has tenido que superar antes de enfrentarte a la
cuerda. La carrera entera es impredecible de inicio a fin, tal como siempre
debe ser.
Esto
puede enloquecer a las personalidades tipo A quienes necesitan prepararse y
controlar todo. Simplemente en una Spartan Race, ellos no pueden, así como no se
puede en la vida. Hay demasiadas variables, demasiada incertidumbre, demasiadas
jiribillas, las cuales no pueden anticiparse. En contraste con el Ironman, la
Spartan Race es más un reflejo de cómo vivimos nuestra vida. Ser disciplinado
es una cosa, pero vivir de una forma completamente fluida, es un concepto
radicalmente diferente. En la vida, uno no sabe dónde está la línea de salida y
la meta. Necesitas una mentalidad diferente en la Spartan Race. Las reglas del
juego están cambiando constantemente, así que tu marco de referencia tiene que
cambiar junto con ellas.
Adicionalmente,
la Spartan Race es una organización más democrática que el Ironman. Un Ironman
mide 114 millas, así que el tipo de persona que probablemente haga el intento
es aquella que ya tiene definido su propósito claramente. En contraste, alguien
que está en ese proceso de lucha para encontrar su camino, o que este aún un
poco desorientado respecto a sus objetivos, no hará un Ironman, pero bien
podría reunir los medios para intentar una Spartan de tres millas.
En
este sentido, hay grandes paralelos entre la Spartan Race y la milicia, lo cual
es una razón por la que nombre esta carrera de obstáculos de acuerdo a un
ejército legendario de tiempos antiguos. Muy pocas cosas en el campo de batalla
ocurren conforme están planeadas, y para usar una metáfora deportiva, la
historia de la guerra está llena de tremendas victorias ocasionadas por alguna
voltereta inesperada. Así que si tú piensas que teniendo una mentalidad de
Ironman y entrenando en el aula de guerra, estarás bien preparado para
enfrentar eventos imprevistos, necesitarás reconfigurar tu cerebro para cambiar
constantemente tu marco de referencia de acuerdo a las circunstancias
cambiantes. Así es como sobrevives en la batalla y como obtienes éxito en la
vida.
Cuando
las expectativas no se cumplen, causan frustración. Si estas esperando una
carrera de tres millas, y termina siendo de 5 millas, terminas alterado y
frustrado. En la Spartan Race, hacemos lo inesperado, divertido. Si no tienes
expectativas, estarás menos preocupado cuando te enfrentes a los obstáculos que
te tomen desprevenido.
AFINANDO TU
CONCENTRACIÓN
Otra
de las razones por las que empecé a correr largas distancias fue para quitar
todo el desorden que tenía en mi cabeza. Los eventos de distancia te obligan a
concentrarte. En contraste, nuestra sociedad le gusta estar distraída, siempre
en busca del siguiente objeto más brillante. Nosotros entrenamos para tener
nuestra mente ocupada, y eso se convierte en nuestro cómplice voluntario.
Pronto no tenemos opción; somos esclavos de nuestra ansiedad, de nuestra mente
rápida y del constante flujo de charlas mentales inútiles. Esta especie de
parloteo mental no es realmente un pensamiento; solo es ruido neurológico
blanco, es decir, una distracción de lo que realmente importa.
Yo
me beneficio especialmente de este tipo de concentración porque tengo un caso
severo de ADD (siglas que en español
significan: trastorno por déficit de atención con hiperactividad) Nosotros
solíamos ser cazadores-recolectores, y cuando nos convertimos en una sociedad
agraria, esos genes cazadores recolectores permanecieron en la población. Otras
personas que sufren ADD y yo heredamos al menos un poco de ellos. Un cazador
recolector podría ser cazador o podría ser cazado, así que él o ella estaba
monitoreando constantemente el ambiente, como un controlador de tráfico aéreo siempre
analizando los puntos luminosos en el radar.
La
tranquilidad mental que alcanzamos durante una carrera de resistencia no es
fácil de replicar, pero es importante elevar tu concentración en cada día de la
vida. Para lograr eso se requiere blindar tu cerebro contra toda la confusión
que lo invade durante todo el día debido a los teléfonos y las computadoras.
Para principiantes, dormir lo es todo cuando empiezan a alcanzar la
concentración mental y la preparación física. Así que de hecho, vivir con la
mentalidad “dormiré cuando esté muerto” puede llevarte hasta allí un poco más
rápido.
Un
estilo de vida saludable incluye al menos 7 horas de sueño ininterrumpido por
la noche. Sin eso, podrías sufrir desde obesidad, hasta decaimiento cognitivo,
diabetes tipo 2, enfermedades del corazón e incluso cáncer. Una razón puede ser
que la privación del sueño disminuye la sensibilidad a la insulina. Lo que
significa que tus células no reconocen la hormona cuyo trabajo es transportar
la glucosa (azúcar en la sangre) al resto de las células del cuerpo.
Varado
en tu flujo sanguíneo, ese exceso de glucosa tiende a provocar la acumulación
de peso.
Para
dormir largo y más profundamente, evita consumir cafeína después de las 3 de la
tarde. La cafeína es un estimulante que permanece en tu sistema por más de seis
horas. Incluso si no te sientes agitado, la cafeína sigue afectando tu sistema
nervioso simpático. También debes evitar usar laptops, iPads y teléfonos celulares
al menos una hora o dos antes de ir a dormir. La intensa luz azul emitida por
la mayoría de los gadgets va directamente a los ojos, confundiendo al cerebro,
disminuyendo la producción de melatonina e interrumpiendo el ritmo circadiano
desarrollado durante cientos de miles de años, el cual es dormir y despertar
con el amanecer o con la puesta del sol.
El
ejercicio y una buena dieta favorecen el sueño profundo. Si trabajas duro,
duermes bien. Si comes bien, duermes bien. Nuestro cuerpo necesita trabajar
todos los días y el teclear todo el día frente a una computadora no cuenta.
Necesitas sudar y tu corazón tiene que bombear. Si haces eso, probablemente
duermas bien. No necesitas tomar píldoras para dormir y un estudio médico
comprueba esto. Solo pruébalo. Eso sí, cuando suene la alarma en la mañana ¡no
la pospongas¡
La
salud total de la mente-cuerpo-espíritu es el idean espartano. Los guerreros de
elite de la historia han sabido que para ganar en el campo de batalla, primero
tienes que ganar en tu mente. Esto requiere dominar tus emociones y permitir a
tu intelecto decidir lo que es importante. Debes ser capaz de priorizar. Como
puedes alcanzar la grandeza si te distraes constantemente en cosas triviales.
Debes desarrollar una mente lo suficientemente fuerte para resistir las
distracciones y las tentaciones. La grandeza no viene de la obsesión con
eventos triviales del día y de revisar tus cuentas de las redes sociales 20
veces por hora.
Si
de repente volviéramos en el tiempo, nos daríamos cuenta que nuestro desempeño
sería mejor en la vida. Nos gusta engañarnos diciendo que nuestra sociedad ha
avanzado. Sin embargo, esta marcha hacia la modernización y el confort nos ha
llevado en la dirección equivocada. La Spartan Race es una reacción contra todo
eso. La Spartan Race es un intento para detener la marea, para regresar a las
bases naturales y mecánicas del ser humano – y a la buena salud.
La
pregunta puede surgir en tu mente: ¿Por qué hacer una Spartan Race? ¿No podemos
solo tomar lecciones de como entrenar, comer mejor, dormir bien y aplicarlos a
la vida? ¿Podemos solo leer este libro? Podrías, pero no sería lo mismo. Un
Spartan se prueba a sí mismo a través de las acciones, no de las palabras. Y
los spartans saben que la carrera en sí misma es el oponente más formidable,
mejor incluso que los otros competidores. De hecho, durante la carrera logras
forjar un lazo con tus competidores porque compartes la experiencia y la meta
de sobrevivir a lo que sea que se les interponga. Algunas veces en la vida,
solo tienes que sumergirte, enfrentarte de lleno, y ese es el caso de la
Spartan Race. El agua helada golpeando tu cuerpo te hará sentir vivo y te
obligará a ir más allá, en busca de nuevas experiencias durante la carrera.
Creo
que todo lo que necesitamos es probarnos; de otra manera, ¿cómo descubriremos
de lo que estamos hechos? Inscribirte a una competencia solo te compromete a
romper tus límites. Pero en realidad, rompes tus límites cuando ya estás en la
carrera y te empiezas a conocer a ti mismo en esos instantes, cuando todo llega
junto y nada ni nadie puede ayudarte. Lo imprevisto ya no importa más, porque
de forma innata ya tienes las respuestas, y debes estar físicamente preparado
para el reto.
Sin
esa auto presión, puede ser difícil para la gente mantenerse en la carrera. El
evento prueba de inicio a fin que tan comprometido estas con tus metas. Cuando
corres una Spartan Race estás diciendo que tienes el valor de cambiar tu estilo
de vida, de dejar atrás tus patrones arraigados, para convertirte en una mejor
persona. No solo para obtener una medalla.
Las
recompensas son sustanciales. “Si no fuera por este evento espartano, siempre
habría pensado que los chicos grandes son más fuertes que yo”, escribió la
espartana Vanessa Runs en un blog. “Lo mejor de todo fue que aprendí a no sentirme
intimidada. A confiar en mi condición física. Y eso al final, es la recompensa
de mi vida que no va con los chicos grandes”. Después de todo, tal vez sea
mejor estar pequeñita. Para deslizarse mejor a través de cada obstáculo”.
Participes
o no en una carrera de obstáculos, el reto más grande es prepararse para una
vida plena. Los principios fundamentales del estilo de vida Spartan pueden
ayudarte a triunfar en cualquier cosa. La primera clave para el estilo de vida
Spartan es enfocarte en el gran escenario. No es saludable enfocarte solo en
algún aspecto de tu vida. Si lo haces, será inevitable que sea en detrimento de
los otros. Alimentos saludables, actitud saludable, relaciones sanas, mente
sana y cuerpo sano, todos juntos definen el estilo de vida Spartan – el código
espartano en acción.
¿Por
qué voy por la distancia? Y todo ese esfuerzo ¿vale la pena al final? Para la
respuesta, no necesito mirar más allá del momento en que mi padre sufrió el ataque
al corazón en combinación con mi terrible accidente de auto cuando fui a
visitarlo en 2003. En 2013, arribe al Hospital Saint Francis en Long Island
para encontrar a mi padre inconsciente y con respirador artificial. Su pie se
había puesto negro debido a la pobre circulación, las mangueras que salían de
él lo hacían parecer como un muñeco vudú, y un ventilador lo ayudaba a respirar,
cuando de hecho cada respiración parecía ser la última. Mi padre nunca puso
mucha atención a su salud. El no hacía ejercicio, y odiaba las frutas y los
vegetales. La mayoría de su dieta consistía en alimentos procesados, lo cual
explica su enfermedad cardíaca y la diabetes.
Durante
la pasada década, había sufrido cinco ataques al corazón, había recibido varias
transfusiones de sangre. Él había estado muerto, técnicamente, por seis minutos
el día anterior, pero de alguna forma lo había logrado.
A
pesar de lo mucho que amaba a mi padre, no pude solo permanecer sentado ahí
toda la mañana mirándolo prácticamente sin vida sobre la cama. Así que deje el
hospital un rato y encontré un gym cerca de ahí llamado Fitness Loft. Pregunte
a la recepcionista si podría entrenar ahí. “necesitas ser un miembro” ella
dijo. Observe un flyer de la Spartan Race en el escritorio, y le dije a la
chica que yo era uno de los miembros fundadores del evento. Ella sonrió y dijo,
“en ese caso, adelante. Nosotros pensamos que lo que tus chicos hacen es
fenomenal.”
En
ese momento y durante los siguientes 90 minutos, mientras estaba torturándome
en el gym, me detuve por un momento y me di cuenta de lo privilegiado que yo
era. La pobre salud de mi padre lo había convertido en una sombra de un ser
humano, él se auto impuso ese estilo de vida. En ese punto, era imposible para
él llevar su cuerpo al gym y luchar por su salud. Me di cuenta en ese momento
lo preciada que es la salud. ¿Por qué no entrenaría? Pensaba. ¿Por qué alguien
no entrenaría?
Cuando
le digo a la gente que salga del sillón y coma de forma saludable, ellos a
veces asumen que estoy huyendo de la muerte, y algunos me dicen: ¿Por qué
preocuparte tanto por tu salud cuando puedes morir mañana en un accidente de
auto? Y completan su discurso diciendo “disfruta tu vida mientras puedas, y
realiza de todo con moderación” ¿en serio? Bueno, que pasa cuando estas en una
cama de hospital con respirador y tomando 26 diferentes medicamentos para
mantenerte con vida como mi padre en aquel hospital – ¿hasta entonces tratarás
de disfrutar la vida? En la Spartan Race, no se trata que estemos evitando la
muerte; estamos tratando de vivir nuestras vidas plenamente, exprimiendo hasta
la última gota de vida posible.
Usar
nuestro cuerpo es un privilegio, algo que millones de personas olvidan,
descuidan e incluso, pierden. Muchos olvidan de lo que se trata disfrutar la
vida. Y antes que se den cuenta, el disfrutar el día se transforma en culpa.
Fui
muy afortunado al ser inducido a vivir de una forma saludable desde temprana
edad. Mi esperanza es que los padres espartanos enseñen a sus hijos a vivir de
una forma que se mantengan alejados de la sala de emergencias. Que les den el
conocimiento de la salud y la actividad física y los ayuden a disfrutar una
vida larga, saludable y feliz.
Una
vida saludable es una vida sin límites.
En
la novela clásica “el señor de los anillos”, el joven Hobbit Frodo debe decir
adiós a los que ama e iniciar su viaje para destruir el poder del anillo y
enfrentar una guerra en el horizonte.
Él
le dice a su amigo, el noble mago Gandalf, “desearía que nada de esto hubiera
pasado”.
La
respuesta de Gandalf es una de las más grandiosas en toda la literatura. Él le contesta, “lo mismo les ocurre a todos los que tienen que enfrentarse a momentos y
situaciones así. Pero no les toca a ellos decidir. Todo lo que podemos decidir
es que hacer con el tiempo que se nos dio…”
Para
mí, Gandalf está diciendo que vivimos en un mundo de dolor y conflicto, y la
muerte es inevitable para todos nosotros. Pero tenemos una gran fuente de
poder, y eso es el hecho que podemos decidir qué hacer con el tiempo que
tenemos en la tierra, y esa es una de las mejores decisiones para los que
quieren hacer del mundo un lugar mejor. Eso es lo que los spartans hacen. De
alguna forma en una escala muy pequeña, es lo que estoy tratando de hacer con
Spartan Race.
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