Un niño sin disciplina es un niño sin amor.
Mr. Rogers
Mi esposa Courtney creció en la familia Americana perfecta. Se tomaban de las manos en la mesa durante la cena y rezaban antes de comer. No estaba seguro que ese tipo de cosas pasará actualmente fuera de los programas de televisión, pero yo lo vi con mis propios ojos después de conocer a la familia de Courtney.
Ella es “irish” y todos los hombres de su familia se han dedicado a trabajar en leyes. Todos trabajan duro y juegan duro. Cada miembro de la familia, hombre o mujer, practica al menos un deporte con gran intensidad, lo cual les ha permitido crecer de forma individual y como familia. Courtney era grandiosa en el soccer y eventualmente se convirtió en la capitana de su equipo universitario, llevándolos a los 4 finalistas durante su último año. Además de ser sumamente competitiva en el soccer, ella es muy bonita, tranquila y de trato fácil… de otra forma no podría haberse relacionado conmigo.
Courtney y yo tenemos cuatro hijos. Al momento que escribo esto, Jack tiene 7 años, Charlie 5, Catherine 4 y Alexandra 9 meses. Sabíamos que queríamos una familia grande y fuimos cuidadosos para planearla y crearla. Ahora que estamos rodeados de niños, tenemos un plan familiar con metas. Por ejemplo, queremos enseñar a nuestros hijos idiomas además del inglés desde pequeños, cuando sus cerebros están más receptivos para aprenderlos. Jack y Charlie están aprendiendo mandarín. Además Charlie, nuestro hijo de cinco años, ya ha nadado una milla (usando chaleco salvavidas por supuesto). Ellos hacen dos horas de kung fu al día y Jack esquía 50 días al año. Catherine ha realizado series de 300 burpees. Hemos tratado de que Alexandra haga burpees, pero hasta ahora lo más que ha hecho son eructos.
Courtney y yo estamos muy conscientes que alguno de nuestros hijos puede ser “sobre-exigido” y por lo tanto, rechazar alguna actividad – en cuyo caso nuestra estrategia sería retroceder. Ya que podríamos provocar que en vez de que dominará alguna actividad, podría perder el interés en ella.
Cuando empezamos a chapotear en el agua durante alguna sesión de nado, simplemente pregunto “¿quieres parar?” siempre les digo que pueden alcanzar su meta en alguna otra ocasión. Son chicos inteligentes, y mientras más saben sobre la dificultad de realizar determinada actividad, se sienten más orgullosos de tener éxito en ella. Con el idioma, nuestra política es simple: puedes ver tanta televisión como tantas horas practiques mandarín.
Nuestra teoría es que los niños inherentemente se quieren mejorar a sí mismos, creemos que ese es su estado natural. Si mandas a los niños afuera para su recreo, ¿qué ocurre? Ellos trepan, se columpian, y dan vuelcos por la pura alegría de disfrutar sus movimientos. Piensa cuando eras niño. Estabas muy a gusto metiéndote en los charcos, no los rodeabas; alegremente saltabas sobre ellos para salpicarte. Los niños a los que no se les ha hecho lavado de cerebro con los videojuegos y la media electrónica salen a jugar, explorar y ensuciarse. Se pueden poner en posición de cuclillas para cavar en la arena con impecable flexibilidad y equilibrio.
Los niños también se quieren mejorar mentalmente, si los dejamos. Desafortunadamente, los llevamos en otra dirección. Ellos gravitan hacia el sillón en una edad en la que deberían estar disfrutando del aire fresco y de los rayos del sol.
En esta era de los videojuegos y de los teléfonos inteligentes y de las iPads, tendemos a darles a nuestros niños una pantalla, es decir, la niñera del siglo XXI, lo cual provoca que se vayan entorpeciendo sus impulsos naturales para ser seres activos. El decaimiento de la actividad física entre los niños y los jóvenes es un fenómeno mundial. En un estudio reciente realizado por investigadores en Nueva Zelanda, se encontró que entre las edades de 3 y 5 años, la actividad física disminuye en casi la mitad, una disminución que se mantiene hasta los 7 años, el cual fue el punto final del estudio. En otro estudio reciente en Inglaterra se encontró que la actividad física disminuye entre los jóvenes británicos durante su adolescencia. Así que durante los años cuando se obtiene la formación para toda su vida, los chicos son más sedentarios y menos activos, lo cual daña todo, desde su salud hasta su autoestima.
Por supuesto, este no es el estado natural del ser humano. Dentro de cada uno de nuestros cuerpos y mentes, desde el momento que nacemos hasta el momento de nuestra muerte, existe un instinto que nos impulsa a desarrollarnos, a evolucionar, a dominarnos, a desarrollar todo nuestro potencial, y naturalmente corregir nuestro camino cuando nos equivocamos, cuando nos perdemos. Este hecho se llama transformación, y cualquiera que ha visto a un bebe de dos años aprendiendo a subir y bajar escaleras ha presenciado este concepto en acción. El niñito va a determinar la forma en la que subirá y bajará las escaleras, no porque nadie le haya dicho como, o porque quiera ponerse en forma, como en las escaleras del gimnasio.
De hecho, un niño de dos años ni siquiera tiene la capacidad de “intención consiente” en esta etapa de su desarrollo. Probablemente un niño de esa edad se caiga y empiece a llorar, pero en poco tiempo lo volverá a intentar, y mostrará algún gesto de orgullo en su rostro con cada pequeña victoria. Los niños rechazaran las manos de alguien más a menos que estén inestables para el siguiente paso, en cuyo caso solo las tomarán para seguir avanzando. Este deseo por dominar una tarea, incluso frente a verdaderos retos y trabajo duro, es increíble cuando se observa.
Piensa también en un niño más grande en el parque de juegos. Ellos corren, saltan, ríen y juegan con la pelota. Están en los pasamanos, las escaleras, balanceándose en los columpios, saltando de alturas casi mortales, caminando por la viga de equilibrio, e insisten hasta que dominan la hazaña en turno. La única recompensa es el placer que viene por completar algo nuevo. Se divierten con lo que su cuerpo puede hacer y expanden sus límites de forma natural hasta que conquistan el nuevo obstáculo. Caídas, moretones, raspones – si no son serios – se convierten en insignias de valor, marcas de que tan duro han jugado y como se han exigido a sí mismos.
Cuando éramos niños, queríamos ser populares, buenos en los deportes, tener buenas calificaciones, recibir la aprobación de nuestros padres. Pero no necesariamente sabíamos cómo lograrlo. La respuesta a todos estos deseos generalmente se reducía a esforzarse mucho. Practicar más horas, estudiar más horas, poner más esfuerzo para cambiar tus hábitos.
Casi todos los que he conocido tienen el deseo de mejorar su vida en algún aspecto. Así que si quieren mejorar sus vidas, ¿Por qué no lo hacen? He entrenado a cientos de personas que se la pasan diciendo algo como lo siguiente:
“Quiero estar en mejor forma”
“Quiero bajar 20 libras”
Estas personas me han contado historias sobre cómo han probado tal programa de ejercicios, o tal dieta y como no les ha funcionado. Así que me pregunto ¿Por qué han fallado muchos de estos individuos al tratar de alcanzar sus metas?
No es normal en nuestra sociedad salir a correr en la mañana de domingo y llevarte a ti mismo al punto donde el dolor se te note en la cara. De forma similar, no es normal para un ejecutivo levantarse en la mañana y realizar 100 burpees. No es normal, hacer eso, a menos que quieras ponerte en forma para un evento especial, o a menos que estés entrenando para una meta especifica.
Es por eso que siempre le digo a la gente: “solo inscríbete. No te preocupes si estas en buena forma – solo inscríbete”. Cuando la gente se inscribe a una Spartan Race, empiezan a entrenar duro. Están motivados por completar la carrera, así que empiezan a exigirse hasta quedar agotados durante su entrenamiento. Es normal entrenar realmente duro antes de un evento, así que por eso lo hacen. Y cuando llegan al evento, están en la forma en la que ellos esperaban estar, y son tan capaces de cruzar la línea de meta como cualquier otro en la línea de salida.
No puedo contar el número de personas que he convencido para inscribirse para una carrera quienes quedan enganchados y transformados. Una amiga – a quien llamaremos Sabrina – se divorció recientemente, empezó a subir de peso, y estaba empezando a experimentar una especie de depresión. Le tomó algún tiempo convencerse para inscribirse, pero apoyada por sus amigos, finalmente mordió el anzuelo. Una vez que Sabrina se inscribió, la magia apareció: entrenaba diariamente, hizo nuevos amigos, se comprometió con un nuevo propósito y mucho más.
Para entender porque algunas personas tienen éxito y otras no, debes dar un vistazo a sus supuestos de lo que es normal. Estos supuestos conducirán su motivación. Para alcanzar más, la gente debe cambiar su perspectiva. Deben cambiar su marco de referencia.
Piensa en un adolescente que quiere obtener mejores calificaciones. Por la noche, el piensa que es normal hacer la tarea durante una hora y jugar videojuegos durante dos horas. ¿Qué pasaría si de repente el piensa que es normal estudiar durante cuatro horas en la noche?
El chico que quiere ingresar al equipo de basquetbol – piensa que es normal practicar una hora diaria después de la escuela, incluyendo 100 tiros libres. ¿Qué pasaría si de repente pensara que es normal practicar durante 3 horas al día y realizar 500 tiros libres de práctica?
Cierto es que, nuestros chicos tendrán muchas más ventajas respecto a otros, al igual que otros niños asombrosos no. Por ejemplo, MathiasVescelus. Él ha sido un luchador toda su vida. Cuando él tenía tres meses de edad, perdió ambos ojos debido al retinoblastoma bilateral, un tumor cancerígeno muy raro. Cuando él tenía tres años de edad, uno de sus hermanos terminó una Spartan Race. Mathias estaba determinado para completar una también. Le tomo un año de preparación, y para cuando tenía 4 años, el completo una Spartan Race para niños en Indiana. Fue un evento épico para la familia completa, uniéndolos más como familia.
Hay fases por las que tendrás que pasar cuando experimentas una transformación, y las puedes usar para agregar inercia a tu progreso.
Fasde1) Cuando te estas transformando, entras en una fase obscura donde te sientes como si estuvieras frente a una pared o miedo. Eso es por lo que mucha gente busca los eventos de ultra resistencia y obstáculos – hay una atracción a esta fase obscura incluso a pesar de que sea difícil superarla.
Si no puedes pasar algún obstáculo, si te quedas atorado, teniendo serios problemas, miedo, cansancio, te habrás topado con una fase obscura. Esto pasa cuando invitamos amigos a los bosques donde no hay camino. Para mucha gente, da miedo al principio pero después se vuelve liberador.
Fase 2) La segunda fase involucra encontrar una posición cómoda. Es fácil emerger de la fase obscura y sentirte más cómodo si otros están a tu alrededor y trabajan por la misma meta. Es por eso que Spartan Race es tan poderosa: estas con otras 10, 000 personas haciendo la misma cosa y saliendo de la obscuridad, incomodidad, del lugar que te ha mermado al pasar obstáculos.
Fase 3) La tercera fase es el dominio. Has conquistado algún reto, o al menos ya viste que es posible lograrlo, así que no has tenido suficiente de ello.
TODOS PARA EL EQUIPO
El espíritu de pelea necesita ser reavivado en todos nosotros. Spartan Race es un ejemplo de un lugar donde esto puede ocurrir. Sin embargo, hay lugares y eventos donde el espíritu de equipo es mucho más importante. Los equipos Spartan Race se mantienen unidos, se animan unos a otros, alcanzan una buena posición y luego ayudan a los demás cuando tienen problemas para superar algún obstáculo. Ese es uno de los aspectos más asombrosos de la carrera. La camaradería entre los corredores Spartan es algo único que veras en el mundo de la resistencia, deportes profesionales, o corporaciones americanas. Tal vez solo el ejército ofrezca algo parecido.
Cathy Bergman de 55 años y sus amigos ofrecen una prueba viviente de esta mentalidad de equipo. En el otoño de 2011, una amiga de Cathy corrió una Spartan Sprint en Nueva York y le envío a Cathy fotos de su experiencia. Cathy recuerda, “Aunque estar arrastrándose a través de lodo debajo de alambre de puas no es uno de los pasatiempos favoritos de la mayoría de las mujeres a mitad de sus 50´s, a mí me pareció muy divertido”.
Cuando visitó el sitio web de Spartan Race, notó que había una Spartan Sprint programada para junio de 2012 en MontTremblant, Quebec, a unos 15 minutos de su casa. Ella decidió intentarla, pero incluso con un año de preparación, este era un gran reto. Ella estaba fuera de forma y lo había estado por mucho tiempo, así que sería difícil intentarlo ella sola sin apoyo, correr una carrera de obstáculos ella sola. Así que encontró a un entrenador personal que la ayudo a entrenar y a comer de forma saludable. Además, ella recluto a 13 amigas y vecinas para formar un equipo para la carrera. Estas damas se hicieron llamar DomaineAlarie Spartans.
Una sección de su propiedad que en años pasados había sido el lugar para los días de campo familiares se convirtió en un campo de entrenamiento espartano. Un poco más de una docena de mujeres de mediana edad empezaron a entrenar como si estuvieran en las fuerzas especiales. Cathy describe lo que ocurrió de la siguiente manera: “fin de semana, tras fin de semana, amigas y vecinas se arrastraban sobre sus estómagos debajo de redes, arrastraban llantas sobre la arena, cargaban pesas, lanzaban jabalinas, hacían lagartijas y dominadas, corrían de un orilla de la playa a la otra, trabajando en cardio y resistencia con la finalidad de prepararse para la carrera que estaba por llegar”.
En la línea de salida de la carrera, Cathy pesaba 125 libras, 170 libras menos de cuando inicio. En otras palabras, ella ya había ganado incluso antes de que la carrera empezara. Al final de la carrera, “estábamos enlodadas, ensangrentadas, y mojadas de la piel, pero nada desalentó el regocijo de nuestro viaje a Sparta. Habíamos estado en Sparta y la habíamos dejado con una sonrisa, aprendimos que esa no fue la línea de meta que contaba, solo fue la línea de meta y la hermosa amistad que forjamos durante el camino”.
En realidad, todo mundo quiere ser exitoso, como Cathy y sus compañeras lo fueron. Pero mucha gente no sabe cómo empezar. Las carreras Spartan son como un parque de juegos para adultos, uno que puede despertar esta fuerza primitiva de transformación dentro de todos nosotros. Muy seguido, el pulso de transformación dentro de los adultos crece cuando nos desmayamos de agotamiento, una dieta pobre, fracasos, críticas, impotencia y rutinas que están dañándonos en vez de ayudarnos.
Varias características de las carreras Spartan que despiertan la transformación:
1. Reconectar con nuestros cuerpos, un efecto lateral el cual puede despertar nuevamente la respuesta sexual.
2. Alcanzar el dominio de algo, lo cual genera confianza, armonía y concentración.
3. Conexión con otros, debido al bien ser, serenidad y dominar hace más fácil amar, más fácil apoyar nuestra familia, amigos y comunidad, y hace más fácil hacer el mundo un mejor lugar.
No puedo sobre-estimar la importancia del dominio. Tal vez recuerdes que el trepar las cuerdas de la clase de educación física en la educación primaria. Tal vez no lo hayas podido lograr desde entonces. No es fácil, en parte porque tu cuerpo es mucho más pesado que cuando estabas en la primaria. Para cuando te enfrentas a este obstáculo en la carrera Spartan, es probable que ya estés bastante cansado debido al lodo y a otros factores. La cuerda cuelga sobre una poza de lodo, así que el primer impedimento, especialmente en días fríos, es mantener tus manos secas; de otra forma se te pueden acalambrar mientras te sujetas de la cuerda, la cual es de una pulgada de ancho. A pesar de ello, tienes que trepar lo más alto que puedas, aferrándote a la cuerda y luego apretar tú core para elevar tus rodillas. La cuerda vertical es un buen test de tu resistencia muscular. Si cualquier músculo cede antes que llegues a la cima y toques la campana, entonces es probable que venga seguido de una caída y te des un chapuzón en la poza de lodo. Si eso ocurre, en Spartan Race en vez de ofrecer una mano de apoyo, les otorgamos una penalización: 30 burpees más.
Jalar tu propio cuerpo sobre la tierra y desafiar la gravedad mientras cuelgas de una cuerda delgada es tremendamente liberador. Dominar un obstáculo como la cuerda vertical conduce a fortalecer al autoconfianza para enfrentar el siguiente reto, con emociones positivas como el orgullo y la auto apreciación. Con esas emociones positivas se nutren la autoestima saludable y el bienestar sin caer en la arrogancia. Cada cuerpo se encuentra durante la Spartan Race con algo que no puede hacer bien. Al menos en ese momento.
La cuerda vertical es el obstáculo que da más problemas. Desde temprana edad, tuve problemas con las dominadas, incluso para poder llevar mi cuerpo por encima de las vallas. La mayoría de las personas que dominan la cuerda usan sus pies para afianzarse en cada posición mientras usan sus manos para alcanzar una posición más alta. Nunca he dominado el agarre con los pies, y siempre confío en la fortaleza de la parte superior de mi cuerpo. Como en cualquier otra cosa, he estado practicando para dominarlo. Me gusta concentrarme en las cosas de la vida que no hago bien, mis debilidades y deficiencias, así que la cuerda vertical se ha convertido en parte de mi rutina diaria.
Finalmente, las carreras Spartan nutren y expresan un sentido de comunidad ya que se ofrece apoyo a quien encuentra sus límites. En la pared de 8 pies, a doce millas en una Spartan Beast, encontraras a gente impulsando, levantando y ayudando a otros a pasarla, y después reciben ayuda en respuesta. Encontramos el valor para ir al límite de nuestras capacidades solo cuando no dejamos que el miedo nos limite. Para esto, necesitamos confiar que habrá ayuda cuando la necesitemos, así que no perdemos el vigor por miedo al fracaso. Estos elementos permiten a los individuos que se comprometen a una Spartan Race a experimentar una especie de empoderamiento y victoria que sirve de combustible para más energía, determinación y una alegre exploración. Y eso les permite compartirlo. Es contagioso.
Cuando los Spartans se reúnen en la línea de salida, no son competidores. No son extraños. Son Spartans. Son parte de una nueva familia, un nuevo equipo, donde todos sus miembros luchan por ser mejores en mente, cuerpo y espíritu. Mira alrededor y veras diferentes colores de piel, diferentes edades, diferentes estilos de ropa y diferentes formas de cuerpo reflejando diferentes tipos de condición física. Y cuando la carrera inicia, todos están juntos en ese reto. Cuando corres un maratón o una carrera de 10 k, tal vez lo haces con amigos, pero no ayudas a los otros. En Spartan Race, pueden ayudar a amigos, compañeros de equipo, o completos extraños a pasar los obstáculos. Los Spartans se ayudan unos a otros, y ningún Spartan se queda atrás.
Si Spartan Race parece difícil para alguien sin limitantes físicas, debería ser imposible para alguien en silla de ruedas. El terreno difícil puede ser difícil de navegar, el lodo impenetrable. ¿Y cómo diablos vas a trepar un muro engrasado o pasar por debajo de un alambre de púas? Sin un equipo que te ayude, podría sonar imposible.
Michael Mills es una parapléjico T-12, víctima de una colisión con un conductor ebrio en 1993. En un instante, su universo entero cambio. El conservo el control de sus manos y brazos, así como de su tronco, pero perdió la mayoría del uso de sus piernas y los flexores de la cadera. Nadie lo habría culpado si hubiera abandonado las esperanzas de vivir los días que le restan, amargado por todo lo que pudo ser. En vez de eso, está participando en carreras de sillas de ruedas desde 1996, compitiendo en más de 160 carreras, incluso representando a los Estados Unidos en eventos internacionales.
Mills decidió en agosto de 2012 inscribirse en una Spartan Race programada en Conyers, Georgia, el 9 de marzo de 2013. Esa no fue una decisión que hizo o un compromiso que hizo por casualidad. El recuerda, “estaba muy asustado a la hora de presionar el botón de pago. Sabía que cuando lo hiciera ya no había marcha atrás. La idea de hacer algo que nunca antes había hecho, me aterrorizaba, pero al mismo tiempo estaba emocionado por embarcarme en una nueva aventura para deportes de discapacitados”.
Sin embargo, los eventos de resistencia no eran la única preocupación de Mills. Él trabaja 8 horas al día para mantener a su esposa y familia, así que el necesita presionarse en sus entrenamientos antes y después del trabajo, para dejar tiempo para ser buen padre y esposo. De alguna manera, él lo ha logrado. Él dice “una vez que inicie a entrenar para la Spartan Race, encontré algo más profundo dentro de mí que no sabía que tenía”. “Es más fuerte que la fuerza de voluntad y la determinación”.
Como parte de su preparación, Mills se convirtió en la primera persona paralizada en trepar la Stone Mountain en Georgia, enfrento la montaña junto con un equipo de compañeros Spartans. La subida tomo 4 horas desde que Mills empezó a arrastrarse sobre sus manos y rodillas. Esto no es algo que puedas hacer solo, es sobre algo que es más grande que tú. Los Spartans no dejan a nadie atrás. Es grandioso exigirte a ti mismo, pero es incluso más grandioso competir con amigos y conocidos para alcanzar un nuevo nivel.
Cuando corres con un equipo hay un nuevo factor psicológico a considerar. Habrá momentos cuando los miembros de tu equipo sean más fuertes o más débiles que tú. Esta dinámica probará tu habilidad de ser racional y apoyar y mantenerte concentrado en los beneficios del equipo. La total dedicación a tu equipo es tan importante en la vida como en la carrera.
Mills me dijo, “cuando veo algo que parece difícil, me invita a querer hacerlo, mi miedo me deja, mi ansiedad se convierte en motivación y sé que este será mi año para realizar cosas asombrosas”.
LA IMPORTANCIA DE LA FAMILIA
Con nuestro énfasis en la responsabilidad personal y el trabajo en equipo, podría no ser una sorpresa que la Spartan Race enfatice en la familia. Una familia que vive bajo el código espartano permanece reunida. Los huesos se fortalecen después que se estiran. Es por eso que tenemos eventos que están orientados a la familia y hay un lugar para hombres, mujeres y niños para compartir una sana experiencia para pasar obstáculos juntos. Queremos familias que lleven a casa la experiencia y después vivan de acuerdo a ella.
En caso de que te estés preguntando, mis hijos han corrido al menos una versión junior de las Spartan Race. Y también lo han hecho los hijos de Andy. Quiero que disfruten todas esas ventajas intelectuales y físicas durante el resto de su vida. Los niños por si mismos de repente no van a decir, “¿sabes qué? Vamos a salir a cazar y atrapar animales. Tenemos que ir a entrenar durante dos horas en vez de jugar juegos en línea”. La clave es motivarlos sin exigirles demasiado, lo cual causaría que fueran en otra dirección en reacción a ese tipo de disciplina. Si presionas demasiado, se revelan y harán lo opuesto. Este reto es la más delicada línea de equilibrio. Demasiado hacia un lado o al otro hará de tus hijos y del mundo un lugar diferente.
Cuando educamos correctamente, terminamos con niños como Ella Kociuba. A sus 13 años, sufrió un accidente al montar caballos que le fracturó su espina dorsal. Con una cirugía que revelo un problema más serio, los doctores le prometieron que volvería a ser “normal” pero los deportes y las competencias estaban fuera de su alcance. Pero la joven y competitiva jovencita no quiso escuchar nada de eso. En vez de disminuir su actividad física debido a sus lesiones, ella decidió intentar una Spartan Race. Esto la ha transformado mental, emocional y físicamente. Se convirtió en la atleta que jamás hubiera sido. Finalmente se dedico hacer periódicos y se convirtió en la campeona que siempre soñó ser.
Los padres forman a sus hijos, y el ser padre me ha cambiado en muchos sentidos también. Con estas carreras de resistencia, no importa quién eres, esa vocecita en tu oído. Conmigo, ahora, no es solo “no puedes hacer esto”; solo ríndete; detente y ve por una cerveza”. Ahora hay una personita que empieza a decir, “Gee, ¿qué has estado haciendo afuera cuatro horas?” eso es un duro argumento que enfrentar. Para que tienes hijos, si no vas a estar con ellos… bueno ese es un argumento ante el cual voy a perder siempre.
Todos los que tienen hijos tiene que trabajar e ingeniárselas para equilibrar, pero al final del día, no puedes regresar el tiempo de tus hijos. Soy un gran creyente en hablar con los viejos y absorber tanto conocimiento como pueda de aquellos que ya lo han vivido. Mi amigo Al, quien pasa de los 70 ahora, me ha ayudado como guía durante los últimos 20 años de mi vida. Siempre parece estar en lo cierto, como suele pasar siempre con los viejos. Él siempre me decía, “no pierdas ninguna oportunidad de pasar tiempo con tus hijos. Lo lamentaras y ya no podrás hacer nada al respecto”. Solo pregunta a cualquiera que tenga hijos mayores – y todos dirán, “pasa tiempo con tus hijos. El tiempo pasa realmente rápido”.
Como cualquier otro, aunque, tuve que adaptarme a las numerosas demandas de mi vida – mi familia, mi negocio, mi matrimonio – y también hacer tiempo para mi propia salud, como siempre lo he hecho. Y como siempre lo haré. El marco de referencia es un poco diferente. Y soy un Spartan. Me adapto.
La comunicación siempre ha sido un tema central para el estilo Spartan. Correr en equipo requiere una comunicación clara y precisa. ¿Puedes imaginarte subir al Monte Everest con un equipo con el que no te comunicas bien? A través de una comunicación abierta, aseguramos que estamos informados adecuadamente y consientes de cómo están los otros miembros del equipo. En las Spartan Race, estamos yendo a nuestros límites, y cuando hacemos eso, la comunicación con otros se convierte en algo más crítico.
No puedes formar – no puedes liderar, por períodos – si no te comunicas. Así que aquí están lo que llamamos los “principios de comunicación Spartan Up!”:
Escucha activamente. La mayoría de la gente podría beneficiarse de hablar menos y escuchar más. Siempre puedes aprender de la experiencia de otras personas, pero primero tienes que escucharlas. El escucharlas es un gesto de respeto, y eso muestra que valoras lo que la otra persona dice. Algunos argumentan que esa es la razón por la que tenemos dos oídos y una boca.
Agrega valor. En cualquier situación, podemos mejorar o disminuir de la experiencia de aquellos que nos rodean. Nosotros podemos ayudar a limpiar los trastes, manteniendo un ojo en los chicos, sonriendo y manteniendo una energía positiva en la habitación. La gente te regresará la invitación si ellos disfrutan de su propia experiencia como resultado de nuestra presencia.
No te quejes. Nada productivo viene de las frases “esto apesta” o “mi maldita vida”. Cuando nos quejamos, estamos poniendo implícitamente la responsabilidad por nuestra situación en alguien más y los maldecimos por nuestra desdicha. Si la situación podría ser mejor, nosotros tomamos la responsabilidad por ello y nos proponemos para generar soluciones para mejorar la situación.
Informa pero no órdenes. Nosotros sabemos que es lo mejor para nosotros, pero nunca podemos realmente saber que es lo mejor para otra persona. La vida es complicada, y a veces es difícil saber la mejor ruta de acción. Compartir información libremente, permite a la gente decidir su propio destino. Permite que cada quien tomé la responsabilidad de su propia felicidad.
Obtén lo mejor de los demás. Podemos animar a gente a ser la mejor persona que pueda ser dándoles crédito por lo que hacen bien, y también diciéndoles como nos inspiran, explicándoles como nuestras vidas son mejores debido a ellos. Siendo su apoyo, podemos ayudar a otros a construir auto confianza, para alcanzar más en la vida, realizar su potencial completamente. Vivir una vida Spartan significa expresar el máximo potencial de tu persona completamente.
Se abierto y receptivo. Ver el mundo desde la perspectiva de alguien más puede cambiar nuestras creencias, y eso es algo muy bueno. Para expandir nuestros horizontes, necesitamos tener la voluntad de tratar nuevas cosas y explorar nuevas creencias.
Sonríe. Se feliz. Sonriendo, le recordamos a otros, “que no todo es tan malo, que todo estará bien”. Si destilas felicidad, estamos diciendo: “somos agradecidos por estar donde estamos y con la gente que está a nuestro alrededor”.
He intentado tantas Spartan Race como he podido, y saludo a tantos corredores como puedo, mirándolos a los ojos y animándolos. Es mi forma de conectar con ellos, y eso significa mucho, tal y como lo he dicho. Siento que obtengo más de estas interacciones de lo que los corredores piensan.
Investigadores han explorado los beneficios de practicar la gratitud en la vida diaria y al enfrentarse a las penas. Construir una buena actitud nos puede ayudar a enfrentar y superar retos y puede ser una parte esencial de la preparación mental para una carrera de resistencia. Incluso en los peores momentos, encuentra algo por lo que estar agradecido (por ejemplo, cuando mis piernas me queman significa que soy lo suficientemente fuerte para soportar este nivel de esfuerzo; al menos no estoy cargando un costal de cemento de 60 libras) nos puede ayudar a pasar el mal rato, reforzar la resistencia, agiliza el cerebro con todos los neuroquímicos relacionados con las emociones positivas.
Bob Emmons, un profesor de psicología de la Universidad de California – Davis ha investigado la gratitud como concepto. Ha encontrado que la gente que tiene gratitud diaria práctica también:
· Experimenta constantemente más emociones positivas.
· Se siente más alerta, energético, entusiasta, vivo.
· Duerme mejor.
· Tiene una presión baja.
· Es más probable que complete metas personales.
· Es más probable que se ejercite y se adhiera a un programa de auto mejoramiento como bajar de peso.
Somos una cultura que se ha vuelto miope. El chicle de hierbabuena tiene un rico y alegre sabor (durante tres minutos), pero masticarlo una y otra vez entorpece tus papilas gustativas hasta que ya no puedan distinguir los sutiles sabores del buen vino.
Quiero estrechar la mano del equipo Cassini-Huygens, un viaje al espacio tripulado enviado a Marte; ellos realmente muestran lo que significa dominar la prueba de la galleta. Imagina si cada palabra que dices toma una hora en llegar al oído de la persona con la que estás hablando, y luego le toma otra hora mover su cabeza para decirte que entendió lo que le dijiste. Esa fue la situación entre estos chicos y el astronauta; y si algo es paciencia, eso es. Ellos iniciaron a construir la nave en 1977 y la lanzaron en 1997, y la misión primaria fue completada en 2008. Mucha espera, pero una rentabilidad enorme.
Esto no es solo un problema individual; es un problema global con enormes implicaciones para la humanidad y el destino de nuestro planeta. En un macro nivel, varios ejemplos de “tomar la galleta ahora” han ocasionado desastres regionales, nacionales y globales. Considera la epidemia mundial por la bolsa de plástico, o el gran parche de basura del pacifico, una masa flotante de basura plástica del tamaño de California. Gente y corporaciones alrededor del mundo “tomaron la galleta ahora” mediante el uso y el desecho de bolsas plásticas, y productos desechables, contaminando el ambiente como consecuencia.
En contraste, muchas tribus de indios americanos creen en limitar el crecimiento de su población con la finalidad de no sobrecargar su ecosistema. La opción de “tomar la galleta hoy” podría multiplicarse y consumirse tanto como lo desees ahora y lidiar con las consecuencias mañana.
Menos es más. Específicamente, menos basura es más. Las cosas te pertenecen, tú no perteneces a las cosas. Solo mira a Spartan Race Inc. Es un buen negocio. Es emocionante, está integrado por asombrosos Spartans, y es increíblemente gratificante que estemos cambiando vidas. Pero también son días de 20 horas, con cientos de correos electrónicos y llamadas telefónicas. ¿Es esa una forma de vivir? Si crees en el sueño americano, tener una gran casa es el camino a la felicidad. ¿De verdad? Impuestos, mantenimiento, limpieza, reparaciones… créeme, eso no crea felicidad, solo te hará trabajar más para pagar las facturas. Además, todo lo que ves como “equivocado” con la casa o las cosas en ella pesan sobre ti. Piensa sobre lo libre que te sientes en vacaciones - ¿Por qué? Porque no eres dueño del cuarto de hotel o del auto que rentaste, y no estas preocupado por todas las cosas que dejaste en casa. ¿Están encerradas? ¿Rotas? ¿Necesitan ser limpiadas?
Estamos en el planeta durante un muy corto tiempo, y esa es nuestra más preciada herramienta: nuestro tiempo. Y de acuerdo a ello, necesitamos maximizar nuestro tiempo aquí, preocupándonos menos por todas las cosas que hemos acumulado, y mantenernos más saludables haciendo grandes cosas cada día. También queremos ser buenos administrando nuestro planeta. Estas dos cosas – criar a los niños y proteger el ambiente – están íntimamente conectadas en nuestra mente. Queremos criar buenos chicos que crezcan respetando y preservando el mundo natural, pero también pensamos que es nuestra responsabilidad brindarles un mundo del que hemos cuidado con lo mejor de nosotros.
Así que ¿cuáles son las grandes cosas para hacer cada día? Invierte en la gente que está a tu alrededor. Las relaciones espartanas son fuertes. Constrúyelas fuertes y mantenlas así. Invierte en el desarrollo de la auto conciencia y el auto dominio. Toma ventaja de las oportunidades para aprender todo el tiempo. Descubre las causas de lo que realmente te importa y encuentra la forma de realizarlas. Actúa de acuerdo a tu conciencia. Lidera a través de tus acciones y tu carácter. Una verdadera vida espartana inicia con una condición física total, pero también abarca la salud emocional e intelectual.
La vida espartana es tan simple – o tan difícil – como aplicar tu sentido común. Lanza las normas por la ventana. Para la mayoría de la gente en nuestra cultura contemporánea occidental, lo “normal” es lo fácil y lo que provee gratificación instantánea. La comida rápida es normal, consumir alcohol es normal, no ejercitarse es normal, usar atajos es normal, mirar la TV durante horas al día es normal, ser infieles es normal…
El sentido común te dice que esa definición de normal no es saludable, es insatisfactoria y degradante. Así que manda al demonio lo “normal” y sigue tu sentido común. Ejercita tu cuerpo, corazón y mente.
Lección de vida No. 4 Spartan Up!: Da cuando es necesario, sin importar el costo
Muchos años atrás, cuando un amigo trabajaba como voluntario en el hospital, llegue a conocer a una pequeña niña llamada Liz quien padecía una rara enfermedad que amenazaba su vida. Su única oportunidad de recuperarse parecía ser una transfusión de sangre de su hermano de 5 años, quien milagrosamente había sobrevivido la misma enfermedad y había desarrollado los anticuerpos necesarios para combatirla.
El doctor le explico la situación a su hermanito y le pregunto al niño si le quería donar sangre a su hermana. Mi amigo dijo que titubeo solo por un momento antes de tomar un respiro profundo y decir “Si, lo haré si eso salva a mi hermana”. Conforme la transfusión se realizaba, él estaba recostado en la cama al lado de su hermana y le sonreía, así como todos lo hacíamos, viendo como la cara de la niña recobraba su color. Después la cara del niño se puso pálida y su sonrisa se descompuso. El miro al doctor y le pregunto con voz temblorosa, ¿ahora es cuando voy empezar a morir? Siendo tan joven, el niño había entendido mal al doctor, él pensó que tenía que darle toda su sangre a su hermana para salvarla.
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