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lunes, 2 de mayo de 2016

Capítulo 7. Moviéndose entre las montañas




La oportunidad es pérdida por la mayoría de las personas solo porque viste con ropa de trabajo, y peor aún, se ve y se siente como trabajo.
 Thomas Edison

No construimos una Spartan Race en una superficie completamente plana por muchas razones. Las más importantes son porque no es divertido y porque así es difícil probar tus límites. A la mayoría no le gusta subir una colina, ni siquiera para apreciar la vista desde arriba. Las subidas que llevan a tu corazón a latir al máximo son una parte importante en cualquier carrera Spartan. Algunas subidas son más pronunciadas y más exigentes que otras, pero todas, están ahí como retándote, casi burlándose de ti. Puedes practicar todo lo que quieras en la banda eléctrica incluso con inclinación, pero correr cuesta arriba en una montaña nunca podrá igualarse dentro del gimnasio. Incluso a los atletas consagrados les costará mantener el paso, empezarán a disminuir su velocidad, incluso algunos hasta empezarán a caminar. Hemos visto atletas de todos los niveles detenerse debido a los terrenos tan difíciles que colocamos en las Spartan Race.

La vida en muchos sentidos se comporta de la misma manera. Una genética pobre es como una montaña, la escuela es como una montaña. Un despido es como una montaña. Un disco desviado en tu espina dorsal es como una montaña. La muerte de algún familiar es como una montaña. La quimioterapia es como una montaña. Esclerosis múltiple es como una montaña. Y estas montañas se nos presentan una tras otra. Algunas nos seducen lentamente, otras nos aterrorizan inmediatamente, y nunca dejan de llegar. Es por eso que cada Spartan Race demanda que subas montañas y conquistes obstáculos – porque la vida hace esto para darnos nuestra lección. El rechazo que recibí la primera vez que aplique para entrar a Cornell me impacto, pero los fracasos como ese son importantes en la vida, incluso aunque no los superes en esa ocasión. Nos vuelven humildes. Nos enseñan lecciones. Sin ese fracaso, yo no habría puesto a trabajar mi trasero al máximo durante los siguientes dos años para entrar a Cornell. El fracaso puede ser tu más grande activo si lo utilizas para seguir adelante y desarrollarte. Puede ser un motivador increíble, y cuanto antes aprenda la persona la lección, más lejos puede llegar.

Por otro lado, desertar en una carrera genera una recompensa inmediata. Cuando te decepcionas y abandonas la carrera, y prefieres estar en tu cama, quizá se sienta fabuloso durante algunas horas. Es la misma recompensa momentánea cuando abandonas algún trabajo difícil o una relación demandante. Wow te dices a ti mismo. Pero ese fracaso puede convertirse en un verdadero dolor de cabeza con los años. Y por el contrario, una persistencia continua te lleva a la línea de meta y todo lo que ello representa. Aprende a disfrutar la vida “haciendo”, y después te encontrarás no solo aprovechando cada día, también te mantendrás productivo y feliz cuando vengan las partes complicadas en tu trabajo o en tu vida.

Los “buenos” fracasos nos vuelven humildes ya que nos dan lecciones valiosas. Vamos a decir que te preparas increíblemente bien para un evento en tu vida, pero no pudiste anticipar que podría pasar. ¿Cómo lo enfrentarás? Piensa en las esperanzas olímpicas que entrenan toda su vida y durante los juegos Olímpicos tienen un mal día. La actitud en la vida, lo es todo. Con la actitud adecuada, puedes conquistar todas esas montañas, no importa que el terreno sea brutal.

¿La actitud puede enseñarse? Basado en mi experiencia observando a muchas personas triunfar solo por el hecho de retarse a sí mismas, mi respuesta es sí. La forma de mejorar tu actitud es empujarte a través de la adversidad. Una vez que te has visto en el lado obscuro, puedes pasar por la fase obscura de inicio a fin, y cualquier cosa después parece más brillante, más que esperanzador. Cada vez que me siento incomodo, digo: “podría ser peor. Podría estar congelándome en Alaska o rodeado por tiburones”. Cada vez que algo te esté molestando de repente ya no parece ser tan malo. Ya que esto también pasará.

Toma por ejemplo, una mujer que es terriblemente obesa. Blair Christie hasta hace poco, en 2009, se la pasaba sentada en el sillón, comiendo chatarra, engordando y cada vez más deprimida. “Estaba demasiado apenada de mis 300 libras y muy decepcionada de mi auto imagen. No me podía ni agachar para amarrarme las agujetas sin sofocarme. ¿Cómo podría considerar si quiera hacer una Spartan Race?

Como mucha gente, tuvo que tocar fondo; ella tuvo que arrastrarse fuera del barranco antes que pudiera ver la montaña. Pero con el aliento de amigos ayudándola cuando su entusiasmo decaía, ella tomo el control de su vida. Por más de tres años y medio, ella perdió 120 libras. Ella ha corrido un medio maratón, un maratón completo, y se convirtió en instructora certificada de Tae Bo, permitiéndole ayudar a otros a enfrentar problemas en sus procesos para bajar de peso. También se convirtió en una Spartan Racer. “Actualmente peso menos de lo que pesaba cuando estaba en cuarto grado”.

“Estas carreras me han retado desde un nivel fitness completamente nuevo”, ella dice. “Estoy agradecida porque sé que no harán otra cosa más que obligarte a salir de tu zona de confort. Estoy emocionada por ser cada vez mejor y cada vez más fuerte. No puedo mentir y decir que no estoy nerviosa por el día de la carrera, pero se lo dulce que será la victoria cuando cruce la línea de meta”.
Sin embargo, las montañas son más que una metáfora. Cuando tu estas escalando o corriendo cuesta arriba, tus pulmones necesitan cada vez más aire. El ácido láctico quema en tus piernas, parece como si tuvieran fuego. El sudor escurre a chorros, y a veces tu mente empieza a jugarte bromas. No hay una forma fácil, no hay atajos, no hay cinturón de seguridad al cual te puedas asir para que te arrastre a la cima. La montaña no te perdonará por haber flojeado durante los últimos nueve meses. La montaña quiere patearte el trasero, no ayudarte. La montaña mantiene a los débiles lejos de lo que sea que este del otro lado.

Cuando pienso en las montañas como un obstáculo, tal vez mi pensamiento más claro al respecto sea uno que tengo del campo en la Spartan Beast en Vermont, en Noviembre de 2011. Una corredora llamada Rose Marie Jarry termino cuarta entre todas las mujeres de la carrera. Como era una corredora experimentada, se inscribió por impulso y sin tener mucha preparación. Hay una pequeña línea el impulso positivo y la autoconfianza, y ella se aloco. La mayoría de la carrera se la pasó herida durante la montaña. Y ella me paso durante con una sonrisa durante la primera hora de la carrera, así que te imaginarás que lo estaba haciendo muy bien. Pero en la marca de las 2 a 2 horas y media, la alcance. Estaba atorada en las montañas, un saco de 50 libras en su espalda. Ella padeció su novatada por 50 minutos, y la bolsa que estaba cargando se estaba abriendo de las costuras.

El paso de la montaña se volvió muy estrecho por lo que ella bloqueaba nuestro camino, así que amablemente empuje su desintegrado costal para ayudarla a moverse.

Me dijo, “gracias Joe”. Esta montaña realmente quiere patear mi trasero hoy, y este costal no esta ayudando mucho”.

El costal fue un importante y fuerte adición. Hoy el trepar es un deporte o un hobby para mucha gente, pero eso significa exploración, cargas objetos pesados que te ayudarán a sobrevivir. Te hacen ir más lento, pero los necesitas. No alcanzas la cima para que un helicóptero te baje para celebrar.

“Después que me dije  que estuve haciendo un poco de pesas para más fortaleza de la parte superior del cuerpo, para evitar la misma irritante situación”. “También, he prometido acondicionar mis piernas ya que esas subidas causaron que cuádriceps me dolieran durante 10 días después de la carrera. Estuve caminando como si necesitará muletas”.

Rose Marie trepo la montaña.

LA DETERMINACIÓN ES EL ALMA DE LA FIESTA

Hay fortaleza, y después la fortaleza espartana, la habilidad para comprometerse a trabajar durante un largo período de tiempo sin ninguna evidencia concreta de recompensa – haciéndolo solo porque quieres, no porque debes. La campaña de paz de Mahatma Gandhi por la soberanía de la India requirió fortaleza espartana, porque hubo muchas veces que parecía que él no sabía a donde iba. La India no había ganado su independencia de la Gran Bretaña cuando el murió – el nunca vio las dos galletas. Pero se mantuve perseverante durante toda su vida.

La fortaleza espartana se relaciona con el término que ya hemos platicado antes: agallas (grit), una característica innata que en todo caso puede llegar a inculcarse con dedicación y esfuerzo. Grit se refiere a una voluntad incansable de pasar obstáculos, como aquel camino en la montaña que hizo a Rose Mary posarse en sus rodillas. Piénsalo así:

La fortaleza espartana es la determinación que surge del verdadero compromiso.

Grit es la afirmación y determinación de la voluntad para cumplir ese compromiso.

La fortaleza espartana emerge de una alineación física para realizar algo. Esa alineación está determinada y es inquebrantable: esto es así, porque así tiene que ser. Grit emerge de la fuerza de la voluntad que se manifiesta en acción. Grit es ejecución. Grit es lo que hace que todo se lleve a cabo.

Combina las dos, y emergerá la grandeza: el Edmund Hillarys que subió a la cima del Everest, el Magallanes quien murió navegando alrededor del mundo. Grit no siempre aplica físicamente. Es el Edison que perfeccionó el diseño del foco después de miles de intentos.

La fortaleza espartana y el grit son lo que estamos buscando en la Death Race y en la Spartan Race. Estamos determinados que son los factores más importantes en el éxito personal. Para triunfar en la vida debemos ser capaces de hacer todo lo que odiamos: trabajar hasta tarde durante el fin de semana con la finalidad de cumplir un compromiso, hacer lo que tu jefe te pida, incluso si no estás de acuerdo con él; estudiar durante días para obtener buenas calificaciones en los parciales. Estas actividades no son divertidas – apestan – pero tienes que hacerlas para triunfar. Si tu principio de vida está bien, puedes cambiarlo, y verlo desde otra perspectiva, luce como que apesta o convertir algo miserable en algo divertido.
Aprendemos a ser aferrados (gritty), o no aprendemos a ser aferrados. La alarma suena a las 5:00 am – ¿qué haces? Crees o no, nuestro éxito en la vida está en juego. Si vamos por la vida utilizando el botón de posponer, nuestras posibilidades de triunfar disminuyen. Nosotros somos quien disminuimos dramáticamente nuestras posibilidades de éxito. Cuando ejecutivos exitosos fueron estudiados, uno de los comunes denominadores encontrado fue que se levantaban temprano a trabajar. Ninguno de ellos apretaba el botón de posponer. Ellos saben que si “pospones”, pierdes.

Desarrollar el grit es más fácil decirlo que hacerlo, pero hay algunas estrategias específicas para lograrlo, las cuales incluyen:

·         Realizar un compromiso, uno que haga mejor tu vida y para aquellos que te rodean.
·         Determinar que tonterías te distraen de tu compromiso.
·         Aprender como reconocer las tonterías cuando se cuelan en tu cabeza, e ignorarlas para que puedas concentrarte únicamente en la tarea que tienes enfrente.
·         Ejecutar la tarea que tienes enfrente como si tu trasero se estuviera incendiando.
·         ¡Comprometerse otra vez y hacer todo de nuevo!

Asegúrate que la meta en cuestión importa. De otra forma tu pensarás, ¿Por qué estoy haciendo esto en primer lugar? La gente está motivada para completar la Spartan Trifecta porque su autoestima es vital para sobrevivir y es esencial para la felicidad en la vida. Si alguien se une al “Club de los 300 burpees” – un club para cualquiera que ha completado 300 burpees seguidos – ellos pueden asociarse en sus mentes con otros individuos que se han unido a ese grupo elite.

Para alcanzar una nueva meta, ayuda tener práctica en alcanzar metas no tan placenteras. Esto provee confianza  de que puedes alcanzar lo que sea que te propongas – para convencerte que tienes grit. La religión funciona de esta forma. Continuar los movimientos de la creencia en la que trabajas puede ayudarte trascender tu duda y alcanzar lo cual no pensarías que podías hacer. Esta es una herramienta poderosa.

Mucha gente joven no ha desarrollado el grit porque nunca han estado realmente motivados para completar nada. Su supervivencia nunca ha dependido de eso, ciertamente no en la forma en que lo hicieron los jóvenes guerreros espartanos cuando eran puestos a prueba dejándolos en la naturaleza para que sobrevivieran o murieran. Esto es por lo que pierden el interés y nunca llegarán tan lejos. Hoy estuve caminando en las montañas de Vermont con tres de mis hijos, de entre 4 y 7 años, y cerca de las 4 horas de caminata, empezaron a quejarse. Pensé, si ellos hicieran esto 8 horas al día normalmente, sabrían que el dolor es algo pasajero, el tiempo pasará y ellos serán mejores, todo con la finalidad de convertirse en fuertes espartanos.

El mero hecho de inscribirte a una Spartan Race es una chispa inicial de la fortaleza y el grit espartano. La idea de formar parte de una Spartan Race es un sentimiento similar al que vimos en la película sobre convertirse en un soldado o un atleta, o en la película Die Hard, donde un chico ordinario se convierte en un héroe. “Chico, no puede verme a mí mismo haciendo eso. Yo lo haría si tuviera que. Podrías ser fantástico”.

El truco con la Spartan Race es que tú puedes hacerlo. Es fácil hacer ese compromiso, porque solamente tienes que decir sí. Luego, porque normalmente estas en un grupo relacionado con la Spartan Race, tendrás que desarrollar el grit, porque el equipo está confiando en ti. No querrás decepcionarlos, no querrás decepcionarme, y eventualmente, no querrás decepcionarte a ti mismo.

Así que actualmente no tienes la cantidad correcta de grit que te impulse. El grit se desarrolla en ti como un músculo.

OBTENER EL EQUILIBRIO ADECUADO

En la antigua Grecia, un grupo llamado los Estoicos dibujaron una línea muy clara entre la gente que podía y la que no podía cambiar. En contraste con nuestra sociedad de “todos tienen un trofeo”, los Estoicos no creían que los humanos podían ser lo que ellos quisieran. En esa cultura, la gente nacía en clases sociales y no podían trascender. No es trágico. Solo era la forma de ser en esos tiempos. Pero los Estoicos creían que todos los seres humanos tenían control sobre sus creencias, esfuerzos, deseos y acciones. Mientras que una persona estuviera más adherida a su clase social, cuerpo y responsabilidades, mantendría su voluntad, con la cual, de acuerdo al filósofo de la antigua Grecia Epiteto decía, él podría perseguir y alcanzar grandes cosas.

La disciplina espartana significa arrojar todo peso extra del bote. Mi salud es la prioridad para mí, así que cuando busco comida me pregunto, “¿este pedazo de carne volverá el bote más rápido?” ¿Mejorará mi salud? Si no, entonces no es una decisión difícil – no quiero comerlo. Pero como atleta, se perfectamente que ciertos alimentos funcionan mejor en ciertos momentos que otros. Comer un pedazo de fruta 30 minutos antes un evento de resistencia será metabolizado de una forma completamente diferente a cuando el mismo alimento se consume 10 minutos antes de ir a la cama. La proteína consumida después del entrenamiento será más efectiva que la proteína consumida en cualquier otro momento, porque para tu cuerpo es primordial síntesis de proteína y para el crecimiento muscular después del entrenamiento.

Todas estas decisiones son respecto a nuestras prioridades, y la vida espartana no involucra nada que no sea alguna de tus prioridades. Epiteto lo resumió perfectamente: “por lo tanto, así como las grandes cosas, recuerda que debes no permitirte a ti mismo a realizar, incluso con una ligera tendencia, hacia el logro de cosas menores. En vez, debes abandonar completamente algunas cosas por el presente y posponer el resto”. En ese caso, grandes cosas son aquellas extremadamente importantes para ti.

La disciplina incluye la postergación de aquello que realmente te gusta por aquello que realmente te servirá en el largo plazo. Sin disciplina, no alcanzarás tus metas excepto por mera casualidad. Sin el propósito de evitar aquellas cosas que te vuelven más lento, te tropezarás, y sentirás horrible al siguiente día, sin disciplina, es imposible ir más rápido, mantenerte caminando o volverte más saludable.

El dolor es inevitable en el mundo de las carreras Spartan. En entrenamiento o en los días de carrera, nos torcemos un tobillo, atoramos un dedo, nos dan calambres, incluso nos rompemos algún hueso – y la lista continúa. Me he congelado los párpados durante las carreras de resistencia. Hemos comido cosas que no le sientan bien a nuestro estómago. Sentimos dolor cuando nos ejercitamos. Nuestros músculos se amarran, nuestros tendones se estiran, llevamos el ácido láctico al límite y sentimos nuestros cuerpos y a cada vena y hueso suplicando por detenernos. Es un día raro el que termina sin una campana o dos.

Aunque, el dolor tiene un propósito. Nos mantiene calientes como estufas, desde los piquetes que nos damos con el tenedor cuando comemos, desde que nos mordemos la lengua, hasta otras heridas que nos hacemos nosotros mismos. Si no supiéramos lo que es el dolor, nunca estaríamos satisfechos con placeres simples como comer, descansar y vivir.

La gente experimenta cada día desde ciertos marcos de referencia, una frase que uso mucho en este libro. Esos marcos tienen bajos, medios y altos, los cuales pueden corresponder a dolor, normal y placer. Usando nuestra memoria consciente y subconsciente, evaluamos todo lo que nos pasa de acuerdo a los que nos ha pasado antes, de acuerdo a los bajos y altos que hemos experimentado. El nivel normal siempre cae entre los otros dos. Eso se dice, en orden para creer que lo que nos está pasando ahora es bueno, tiene que ser igual o más alto que tu nivel normal. De otra forma dejarás de quererlo.

RITOS DE INICIACIÓN

Aplico esta teoría en lo que llamo “Ritos de iniciación”. Esto podría incluir 10 horas de bicicleta en las montañas en la noche, un ultra-maratón, o un viaje de 8 días en Alaska salvaje sin descansar. Probablemente te estés preguntando porque me obligó a realizar estas cosas del demonio. Debo disfrutar sufrir, ¿correcto? Bueno, sí y no. A nadie le gusta sufrir. Después de todo, no estas sufriendo si te gusta. No disfruto la segunda mitad de un ultra, porque es cuando empiezo a sufrir. Pero cuando el sufrimiento termina, cuando la tormenta se aclara y puedes ver el sol, cuando cruzas la línea de meta en el Iditaroad y engulles esas cuatro onzas de agua de un vaso de plástico – es entonces cuando sabes que tan bueno se siente no sufrir. Nada cubre ese sentimiento de continuar cuando sientes que te estas rindiendo. Eso cambia todo, porque eso recalibra tu marco de referencia.

Lo normal es lo que haces. Lo normal para un chico quien camina a la escuela de ida y de regreso diariamente es diferente del normal para un chico que conduce a la escuela en un BMW todos los días. Lo normal es diferente para un esquimal que vive en un iglú que para alguien que vive en una mansión en Beverly Hills. Nuestra mente crea límites alrededor de lo que creemos que es “normal”. No es normal corree continuamente durante 24 horas. Eso no es posible… ¿Quién dice? ¿Qué pasaría si estas participando en un gran juego, y esas es tu única oportunidad para sobrevivir?

Una vez que has aprendido a lidiar con el dolor puedes demostrar una fortaleza extraordinaria. En el Fiji Eco Challenge en 2005 me perdí, y un pequeño grupo de niños de Fiji me ayudaron a mí y a otros atletas de resistencia para cruzar por Fiji, una densa jungla sin caminos. Yo estaba usando zapatos de ciclismo porque mi calzado para correr había sido robado. Nos tomó 5 horas encontrar nuestro camino a través de esa densa vegetación, escuchando extraños sonidos que yo asumo eran provocados por animales exóticos, pero estos chicos nos ayudaron a llegar a la siguiente villa. Sus machetes cortaban la maleza como una podadora americana el césped. Ellos saltaban entre los ríos, trepaban las colinas, y se movían entre caminos resbaladizos llenos de lodo sin el calzado adecuado, el cual siempre había pensado que necesitaba. De hecho, ellos no usaban zapatos.

Le di a su líder mi elegante reloj GPS de carreras como forma de agradecimiento y meses más tarde les envíe uniformes de rugby para su equipo. Ese chico que nos llevé de forma segura no era mucho mayor que mi hijo de 7 años Jack, pero para él, caminar descalzo a través de la jungla empuñando un machete es algo cotidiano.

La habilidad para aprovechar una fuerza extraordinaria basada en necesidades reside en todos nosotros. Y, todavía, no sabemos cómo invocarla en circunstancias regulares. Pero estos ejemplos existen, así que sabemos que es posible. Podemos imponer límites a nosotros mismos o podemos crear experiencias extraordinarias e ilimitadas.

APRENDER A DOSIFICAR EL DOLOR

Aquí hay una lista rápida para internalizar el proceso de dosificación del dolor, la correcta administración del tiempo y la toma rápida de decisiones de la Regla de Arriba y Abajo.
1.      Saber que el tiempo es la cosa más preciada que tenemos.
2.      Una vez que has entendido perfectamente lo anterior, aprenderás como asegurarte de no desperdiciar nada. Todo tu tiempo es utilizado con la finalidad de maximizar el logro de tus metas.
3.      Entender que el tiempo transcurrirá lo queramos o no. Segundo a segundo, el tiempo se agota. Cuando realmente entiendes eso, te ayuda en aquellos momentos en los que estas incómodo. Sabes que puedes manejarlo si te permite alcanzar algo bueno.
4.      ¿Por qué la toma rápida de decisiones importa aquí? No quieres desperdiciar más tiempo en la toma de decisiones. Esto puede sonar severo pero ninguno de nosotros sabe si estará aquí al minuto siguiente. Si comprendes eso, no querrás desperdiciar tu tiempo siendo improductivo. Si quieres tomar decisiones precisas, tendrás tiempo para disfrutar los frutos de esas decisiones.

Siempre trato de ver el lado de arriba y lado de debajo de cada decisión. Debes evaluar:
·         Primero la salud.
·         Segundo, la familia.
·         Tercero, el negocio.
·         Cuarto, lo divertido.

La mayoría de la gente tiene estas prioridades hacia abajo, sin embargo yo tomo mis decisiones basado en esa jerarquía. Si estoy atorado en el lobby de un hotel por una hora esperando a alguien, seguro, podría ser divertido ver televisión. Sin embargo, puedo decidir realizar estiramientos mientras estoy sentado – sin incomodar a otras personas – para maximizar mi tiempo y colocar a mi salud antes que la diversión de ver televisión.

Entender realmente el tiempo es lo que me ha ayudado a empujarme hacia numerosos eventos y retos a través de los años. Aunque en cierto sentido el tiempo es mi enemigo, también me permite vencer al dolor y sacarlo al mismo tiempo de la misma forma en la que estás acostumbrado a entregar premios.

La forma de superar cualquier cosa dolorosa mental es realizar las cosas poco a poco. La mente no puede manejar a un iceberg gigante de dolor en frente de ti, pero si puede lidiar con pequeñas porciones que poco a poco te llevarán al final. Así que en lugar de pensar y decir, asshh, me faltan 24 millas, concéntrate en llegar al siguiente teléfono en la distancia. Cuando estas corriendo 20 o 120 millas a la vez, la distancia puede enfrentarse mentalmente y físicamente una milla a la vez. La habilidad de segmentar el dolor en pequeñas pedazos es la clave.

En la prehistoria, los humanos podían seguir a su presa y desgastarlos, cazándolas hasta que estuvieran exhaustas. La habilidad para perseguir una gran meta es valiosa, y es más fácil cuando estas cazando. Por eso es que entrenamos o corremos contra competidores es más poderoso – porque tú eres el cazador. Como humanos nos hemos desarrollado únicamente para hacer esto – seguir presas por días, incluso cuando ellas son más rápidas que nosotros. Es la clásica metáfora de la libre y la tortuga. Muchos animales son más rápidos, pero al final siempre ganamos.

Caminaré durante la parte final de los eventos de resistencia durante días hasta terminar, y tomare decisiones triviales y de vida por igual en una moneda. Aunque esto parezca contradictorio, refleja otro aspecto del estilo espartano. Somos decisivos, pero somos más que eso. Decidimos rápido. Para hacer Spartan Up! Debes decidir rápidamente. Espera demasiado y perderás. Si estás perdiendo, pierde rápido, termina con eso, apártate y empieza de nuevo. Es una lección que aprendí en Wall Street muchas veces: algunas veces necesitas cortar tus pérdidas rápidamente mientras no estés totalmente jodido.

He sido decidido y rápido en todas las facetas de mi vida, incluso en la relación con mi esposa. Conocí a Courtney en una triatlón en Nantucket en junio de 2001. Había tenido una vida en Wall Street y realmente no había pensado en casarme. Yo había terminado recién la sección de natación de la carrera y había empezado a correr cuando mire alrededor y vi a esta chica. Corrí a su lado, me detuve, y empecé a beber agua junto a ella. Ella se dio cuenta que estaba descalzo y me pregunto cómo se sentían mis pies. La mayorías de los nadadores, incluyéndome, iban de la mano de los compañeros de equipo quienes estaban corriendo ahora en el camino rocoso en el que estábamos en ese momento. Yo decidí continuar corriendo el resto de la carrera siguiéndola de cerca, convirtiéndome en el único corredor descalzo… utilizando aún el wetsuit.

Durante los primeros 30 segundos de hablar con Courtney, supe que ella era la elegida. Yo era un corredor loco y descalzo con un wetsuit en medio de todos esos shorts y tenis, pero ella nunca dejó de sonreír conmigo. Tal vez ella pensó que estaba loco. Ella me entendió, y yo encendí mi luz. Nunca había planeado casarme y nunca me había sentido presionado para hacerlo. Pero en un instante, algo cambio, y supe que haría a esta mujer mi esposa. Fue tan simple como eso.

En nuestra primera cita, fuimos hacer kayak. Decidí ir a un puerto específico, una distancia que nos tomaría 8 horas de remar. Salimos a tomar agua para tomar agua a las cuatro horas en nuestra aventura. Yo nunca llevo comida, así que fue bastante épico, considerando que era la primera vez que ella remaba. No había donde esconderse en ese pequeño kayak, y nuestra cita fácilmente se pudo convertir en un desastre, pero todo el tiempo ella estuvo charlando sobre cosas divertidas. Ame su actitud, y me enamore de ella.

Courtney empezó a viajar conmigo a las carreras en las que participaba y teníamos una onda juntos, sin importar las circunstancias. En julio de 2001, hice una carrera de aventura en Escocia, en donde acampamos en las montañas durante varios días. Todo el tiempo fuimos atacados por esas cosas llamadas mosquitos, que mordían horriblemente en tu cara mientras dormías o corrías en cualquier parte de UK. Sin embargo, Courtney nunca se quejó. Ella siempre encontró el humor y la bondad en todo.

De ahí volamos a ver a un amigo mío en Mónaco. Una tarde, no la pasamos muy bien en un casino, el tipo de lugar donde el 007 podría haber apostado. Ninguno de nosotros le gustaba apostar realmente, pero en aquel día estábamos con amigos y nos sentíamos relajados, así que decidimos realizar algunas apuestas de cambio de vida en la ruleta rusa. Escogimos números: el de Courtney fue el 8 negro (el número de su playera de soccer en Penn State) y yo era rojo 36. Si salía el número de Courtney, dejaríamos inmediatamente el casino, volaríamos a nuestras respectivas ciudades, y no nos volveríamos hablar nunca. Si salía mi número, iríamos directo al registro civil más cercano y nos casaríamos. Después de todo, teníamos nuestros pasaportes y un amigo como testigo.

Imagínate, nos conocimos tres semanas antes.

Además, si salía cualquier número rojo, yo tendría que hacerme un tatuaje y Courtney debía escoger el diseño y la parte de mi cuerpo en donde quedaría. Si salía cualquier número negro, Courtney se pondría un tatuaje y yo lo escogería. Courtney  fue a buscar una bebida antes de que oficialmente hiciéramos la apuesta, así que me quede ahí sentado por un minuto. Durante los 30 segundos siguientes ella estaba de regreso con su bebida, en ese instante se ilumino el letrero rodeado de luces neón con las letras rojo 36. Toda la sangre que estaba en mi rostro se fue, pensé que ella se iba a desmayar. Ella se mantuvo callada como si su hermana mayor quisiera matarla. Reímos nerviosamente, y acordamos que esa no contaba porque ella no estaba ahí cuando salió ese número. Jugamos otra ronda en la ruleta rusa – después de que ya había salido el 36 rojo, ¿Qué podría salir mal? Bueno, solo me queda decir que tengo un tatuaje que me recuerda ese momento.

La semilla estaba plantada, y mi sensación visceral estaba confirmada. Cuando sabes lo que quieres, puedes fabricar tu propia suerte. Algunas veces el universo te empuja hacia un solo camino, y tienes que ser lo suficientemente valiente para seguirlo. Supe instantáneamente que quería construir una vida y una familia con Courtney. Y mi instinto fue correcto. Tres meses después de conocerla, le propuse matrimonio y ella acepto. 10 años y 4 hijos después, ella sigue sonriendo, aunque no mucho debido a mí.

Podrías estar pensando: ¿qué hubiera pasado si la bola hubiera quedado en el 8 negro? Si eres un Spartan sabrás que tu voluntad se debe imponer siempre, ¿por qué dejarías que un juego de casino dictará una decisión tan importante en tu vida? ¿Hubieras incumplido la apuesta? Si, planeaba casarme con Courtney incluso si la ruleta hubiera caído en ese número. Un Spartan nunca permite que la suerte interfiera con sus metas. A un Spartan no le importa jugar con alguien, aunque sea su futura esposa, con tal de tener una experiencia memorable y medir su reacción. Recuerda el escenario de la Death Race y como esos corredores fueron engañados en el último día.

La regla de arriba y abajo se mantiene antes de decidir un curso de acción, debes pensar rápido sobre el efecto positivo y negativo de ello, evaluarlos y decidir. Siempre he sido realmente bueno tomando decisiones. ¿Qué es lo malo? Esta es la pregunta que me hago docenas de veces a lo largo del día. En una Spartan Race como en la de Soldier Hollow, Utah, las mesas de registro estaban instaladas a 20 yardas de un puente elevado, la cual parecía ser una mejor ubicación. Hice un rápido análisis arriba-abajo: ¿Cuál es la ventaja de llevar las mesas debajo del puente? Probablemente necesitare conseguir otras dos horas de voluntarios aquí porque no querrán estar muriendo bajo el sol. ¿Cuál es la desventaja? Mientras movemos la mesa de registro, 25 clientes tendrán que pasar por aquí sin proporcionarnos sus correos electrónicos. Así que movimos las mesas. Piensa los pros y los contras respecto a la cena: ¿cuáles son los pros de cenar postre esta noche? ¿o de tomar otra bebida? En la mañana, ¿Cuáles son los pros o contras de apretar el botón de posponer la alarma del despertador? Cuando inicias una Spartan Race, decide que el pro – era cambiar miles de vidas – lo cual es muy superior al contra, el cual era que podría haber perdido algo de tiempo y dinero. La decisión fue fácil.

Analizo todo basado en importancia y relevancia. Esa es mi naturaleza. Un ejemplo más dramático ocurrió durante el Huracán Irene, el cual nos golpeó bastante fuerte en Vermont. Fuimos aislados del resto del mundo. Una versión de la ley marcial de Vermont se impuso en nuestro pequeño pueblo durante 10 días. Helicópteros volaban para traernos comida y provisiones y ayudaban a gente que se había quedado varada. Nosotros aseguramos el diésel del proveedor local, iniciamos con el equipo pesado de cualquier granja o constructor que estaba disponible en el pueblo, y empezamos a reconstruir al día siguiente de la tormenta. En muchos aspectos fue asombroso. Todos en el pueblo desde su respectivo rol basado en su expertise. Éramos nosotros contra la madre naturaleza. Éramos un equipo con un gran propósito. En una escala mucho más grande y más profunda, el 9/11 en la Ciudad de Nueva York es el más grande ejemplo del espíritu en la historia de los Estados Unidos de Norteamérica.

Cuando la Guardia Nacional y las autoridades estatales llegaron, me propuse inmediatamente a delegar responsabilidades sin que nadie me lo pidiera. Le estaba diciendo a la gente a donde debía ir: “Hey Comandante, venga. Comandante, deberías ir por allá. ¿Quién más está a cargo? ¿Tú estás a cargo? Ven aquí. Debes juntar a tu equipo. Y debes ir por allá. En quince minutos, ya había organizado a todo mundo a pesar del plan original que les habían dado sus jefes.

“Necesitaré un tractor. Ey tú, consigue un tractor”.
“Um, Joe, ahí está el comandante”, alguien dijo,  “bien, el necesitará un tractor”. En retrospectiva, estaba sobrepasando mis límites, pero como sea, en esa situación, funciono. Después de todo, teníamos tiempo limitado para abrir caminos para que pudieran venir ayudarnos o nosotros salir del pueblo, así que el trabajo se logró.

Eventualmente, me dieron una chamarra militar. Coutney vino en la lluvia y dijo, “por supuesto que estas usando una intimidante chaqueta militar ahora. Eso es grandioso”. Todo es parte de la resistencia y de la toma rápida de decisiones: ser capaz de agachar la cabeza y seguir adelante, organizando a la gente sin perder a nadie, tal y como lo hicieron Lewis y Clark.

Mi padre fue gratificado cuando pasaban este tipo de cosas porque él estaba en el negocio de la construcción, y yo lo observaba. En un trabajo de constructor, las ganancias eran altas, y todo lo que podía salir mal, así pasaba. Si se construía una base de 2x6 en vez de 2x4, perdías miles de dólares en días de trabajo – perdón,  solo desperdiciaste 10 mil dólares. ¿Suena extremo? Mira el Big Dig en Bostón, un proyecto de construcción que sobrepaso en 10 billones el presupuesto original.

En las negociaciones que hacía en Wall Street ocurría algo parecido. Un error en la negociación podría costar medio millón de dólares en segundos. Debes ser capaz de analizar una situación en la negociación realmente rápido, tienes que asegurarte de lo que se está diciendo y ejecutar tu acción bajo presión. Cada segundo cuenta, y cada uno de los errores duelen.

Vamos a decir que estamos a la mitad del entrenamiento. ¿Debo hacer 10 burpees más? La única desventaja son 60 segundos adicionales de entrenamiento y algo de incomodidad extra. Como dije antes, la incomodidad no es en realidad una desventaja si eso baja mis expectativas y así mi marco de referencia respecto a lo que es normal, bueno o ideal. Una vez que esa reducción ocurre, tendré mayor tolerancia al estrés y disfrutaré más el resto del día. Así que si puedo dar 60 segundos más, entonces digo: ¡sí! Diez burpees más, no realizó ese trabajo extra porque ame los burpees más que cualquier otra persona. Hago el esfuerzo porque este análisis de pros y contras está constantemente ocurriendo en mi cabeza. Y la mayoría de las veces el resultado del análisis es: esfuérzate más. Se mejor. Haz más.

El análisis de pros y contras es útil en cualquier momento que necesito tomar una decisión. En el restaurante que pusimos en Pittsfield, ¿debía llevar los trastes de la mesa al fregadero con las dos manos o ir de uno a uno? Las contras de dos viajes es que toma 10 segundos extras y mis piernas se llevarían el esfuerzo extra. El contra de un solo viaje es un riesgo mucho más alto de romper los trastes, en cuyo caso la gente se molestaría, perdería dinero y perdería mucho tiempo limpiando el desastre y comprando nuevos trastes. Fue una decisión fácil.

¿Debo hacer esta llamada para obtener más información? ¿Debo enviar el siguiente correo electrónico? ¿Debo enviar una nota de agradecimiento? Todas estas tareas toman menos tiempo de ejecución de lo que toma pensar en ellas. ¿Cuál es la contra de llevarlas a cabo?

Algunas veces la decisión es más complicada pero la formula también funciona. La otra noche mi cuñado Ian llamó y me invitó a pasar algún tiempo con su familia en Montauk, Nueva York. Ahora, yo amo a mi familia, pero el viaje toma tiempo, y yo administro un negocio de clase mundial. Estaba en un aprieto. Naturalmente, tome mi decisión haciendo el procedimiento antes descrito. Declinar el ofrecimiento y quedarme en Pittsfield significaba más tiempo para ejercitarme – tal vez 7 horas de andar en bicicleta – y administrar el negocio. En el contra, estaría extrañando a mi familia. Ir a Montauk, podría convertirse en una aventura de 20 horas en bicicleta en la noche – por supuesto que sabía cuál sería mi decisión – además de que tenía el plus de que podría ver a mi familia. La ecuación riesgo recompensa hizo esta decisión muy simple para mí: iría en bicicleta durante todo el trayecto hasta Montauk.

Todos los que conozco piensan que me levanto con una gran sonrisa y a toda máquina. No hay forma de hacer eso. La mayoría del tiempo me siento desmotivado, pero el análisis pros y contras es mi método infalible para decidir qué hacer. Pienso rápido sobre ganancias y pérdidas potenciales todos los días cuando tomo decisiones, y después estoy listo para seguir. Pregúntate a ti mismo: ¿Cuál es el pro y el contra de sentarse en el sillón durante la siguiente hora? ¿Para no tomar el elevador e ir por las escaleras? ¿Caminar a la tienda?

Al final del día, en cada una de estas decisiones, sacrifico comodidad en favor de compromiso. El contra de mi estilo de vida es que es más difícil, pero estoy de acuerdo con ello. Eso forma parte de ser un espartano. Al final de cada día, no queda nada de combustible en mi cuerpo. Me duermo sabiendo que cumplí con todo lo que pude. Y cuando miro hacia atrás en mi vida, quiero ser capaz de sentir que hice lo más que pude. Esa es la oración espartana: mirarte en el espejo al final de las cosas, sabiendo que hiciste absolutamente lo mejor que pudiste, durante cada día. Es un sentimiento impresionante, uno que todos deberían experimentar.


Lección de vida No. 3 de Spartan Up!

SIEMPRE RECUERDA AQUELLOS QUE TE SIRVEN

En los días en los que un helado costaba mucho menos, un niño de diez años entro a la cafetería de un hotel y se sentó en una mesa. 

Una mesera puso un vaso de agua en frente del niño.

El chico preguntó: ¿Cuánto cuesta un helado?

La mesera contestó: 50 centavos. El chico saco su mano del bolsillo y contó las monedas en su palma.

El preguntó: bueno, ¿cuánto cuesta un plato de helado?

Pero ahora, más gente estaba esperando por una mesa, y la mesera empezó a ponerse impaciente. Y le contestó bruscamente: 35 centavos. El niño contó nuevamente sus monedas y le contestó, “ok, quiero el helado sencillo”. La mesera le trajo el helado, puso la cuenta en la mesa, y se alejó. El niño termino su helado, dejo el dinero y se fue. Cuando la mesera regreso para recoger la mesa, ahí, junto al plato vacío, estaban 15 centavos. Como podrás darte cuenta, el no pudo comprarse el helado con frutas y nueces porque él tenía que dejar la propina para la mesera.






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