La oportunidad es
pérdida por la mayoría de las personas solo porque viste con ropa de trabajo, y
peor aún, se ve y se siente como trabajo.
Thomas Edison
No
construimos una Spartan Race en una superficie completamente plana por muchas
razones. Las más importantes son porque no es divertido y porque así es difícil
probar tus límites. A la mayoría no le gusta subir una colina, ni siquiera para
apreciar la vista desde arriba. Las subidas que llevan a tu corazón a latir al
máximo son una parte importante en cualquier carrera Spartan. Algunas subidas
son más pronunciadas y más exigentes que otras, pero todas, están ahí como retándote,
casi burlándose de ti. Puedes practicar todo lo que quieras en la banda
eléctrica incluso con inclinación, pero correr cuesta arriba en una montaña
nunca podrá igualarse dentro del gimnasio. Incluso a los atletas consagrados les
costará mantener el paso, empezarán a disminuir su velocidad, incluso algunos hasta
empezarán a caminar. Hemos visto atletas de todos los niveles detenerse debido
a los terrenos tan difíciles que colocamos en las Spartan Race.
La
vida en muchos sentidos se comporta de la misma manera. Una genética pobre es
como una montaña, la escuela es como una montaña. Un despido es como una
montaña. Un disco desviado en tu espina dorsal es como una montaña. La muerte
de algún familiar es como una montaña. La quimioterapia es como una montaña.
Esclerosis múltiple es como una montaña. Y estas montañas se nos presentan una
tras otra. Algunas nos seducen lentamente, otras nos aterrorizan
inmediatamente, y nunca dejan de llegar. Es por eso que cada Spartan Race
demanda que subas montañas y conquistes obstáculos – porque la vida hace esto
para darnos nuestra lección. El rechazo que recibí la primera vez que aplique
para entrar a Cornell me impacto, pero los fracasos como ese son importantes en
la vida, incluso aunque no los superes en esa ocasión. Nos vuelven humildes.
Nos enseñan lecciones. Sin ese fracaso, yo no habría puesto a trabajar mi
trasero al máximo durante los siguientes dos años para entrar a Cornell. El
fracaso puede ser tu más grande activo si lo utilizas para seguir adelante y
desarrollarte. Puede ser un motivador increíble, y cuanto antes aprenda la
persona la lección, más lejos puede llegar.
Por
otro lado, desertar en una carrera genera una recompensa inmediata. Cuando te
decepcionas y abandonas la carrera, y prefieres estar en tu cama, quizá se
sienta fabuloso durante algunas horas. Es la misma recompensa momentánea cuando
abandonas algún trabajo difícil o una relación demandante. Wow te dices a ti
mismo. Pero ese fracaso puede convertirse en un verdadero dolor de cabeza con
los años. Y por el contrario, una persistencia continua te lleva a la línea de
meta y todo lo que ello representa. Aprende a disfrutar la vida “haciendo”, y
después te encontrarás no solo aprovechando cada día, también te mantendrás
productivo y feliz cuando vengan las partes complicadas en tu trabajo o en tu
vida.
Los
“buenos” fracasos nos vuelven humildes ya que nos dan lecciones valiosas. Vamos
a decir que te preparas increíblemente bien para un evento en tu vida, pero no
pudiste anticipar que podría pasar. ¿Cómo lo enfrentarás? Piensa en las
esperanzas olímpicas que entrenan toda su vida y durante los juegos Olímpicos
tienen un mal día. La actitud en la vida, lo es todo. Con la actitud adecuada,
puedes conquistar todas esas montañas, no importa que el terreno sea brutal.
¿La
actitud puede enseñarse? Basado en mi experiencia observando a muchas personas
triunfar solo por el hecho de retarse a sí mismas, mi respuesta es sí. La forma
de mejorar tu actitud es empujarte a través de la adversidad. Una vez que te
has visto en el lado obscuro, puedes pasar por la fase obscura de inicio a fin,
y cualquier cosa después parece más brillante, más que esperanzador. Cada vez
que me siento incomodo, digo: “podría ser peor. Podría estar congelándome en
Alaska o rodeado por tiburones”. Cada vez que algo te esté molestando de
repente ya no parece ser tan malo. Ya que esto también pasará.
Toma
por ejemplo, una mujer que es terriblemente obesa. Blair Christie hasta hace
poco, en 2009, se la pasaba sentada en el sillón, comiendo chatarra, engordando
y cada vez más deprimida. “Estaba demasiado apenada de mis 300 libras y muy
decepcionada de mi auto imagen. No me podía ni agachar para amarrarme las
agujetas sin sofocarme. ¿Cómo podría considerar si quiera hacer una Spartan
Race?
Como
mucha gente, tuvo que tocar fondo; ella tuvo que arrastrarse fuera del barranco
antes que pudiera ver la montaña. Pero con el aliento de amigos ayudándola
cuando su entusiasmo decaía, ella tomo el control de su vida. Por más de tres
años y medio, ella perdió 120 libras. Ella ha corrido un medio maratón, un
maratón completo, y se convirtió en instructora certificada de Tae Bo,
permitiéndole ayudar a otros a enfrentar problemas en sus procesos para bajar
de peso. También se convirtió en una Spartan Racer. “Actualmente peso menos de
lo que pesaba cuando estaba en cuarto grado”.
“Estas
carreras me han retado desde un nivel fitness completamente nuevo”, ella dice.
“Estoy agradecida porque sé que no harán otra cosa más que obligarte a salir de
tu zona de confort. Estoy emocionada por ser cada vez mejor y cada vez más
fuerte. No puedo mentir y decir que no estoy nerviosa por el día de la carrera,
pero se lo dulce que será la victoria cuando cruce la línea de meta”.
Sin
embargo, las montañas son más que una metáfora. Cuando tu estas escalando o
corriendo cuesta arriba, tus pulmones necesitan cada vez más aire. El ácido
láctico quema en tus piernas, parece como si tuvieran fuego. El sudor escurre a
chorros, y a veces tu mente empieza a jugarte bromas. No hay una forma fácil,
no hay atajos, no hay cinturón de seguridad al cual te puedas asir para que te
arrastre a la cima. La montaña no te perdonará por haber flojeado durante los
últimos nueve meses. La montaña quiere patearte el trasero, no ayudarte. La
montaña mantiene a los débiles lejos de lo que sea que este del otro lado.
Cuando
pienso en las montañas como un obstáculo, tal vez mi pensamiento más claro al
respecto sea uno que tengo del campo en la Spartan Beast en Vermont, en
Noviembre de 2011. Una corredora llamada Rose Marie Jarry termino cuarta entre
todas las mujeres de la carrera. Como era una corredora experimentada, se
inscribió por impulso y sin tener mucha preparación. Hay una pequeña línea el
impulso positivo y la autoconfianza, y ella se aloco. La mayoría de la carrera
se la pasó herida durante la montaña. Y ella me paso durante con una sonrisa
durante la primera hora de la carrera, así que te imaginarás que lo estaba
haciendo muy bien. Pero en la marca de las 2 a 2 horas y media, la alcance.
Estaba atorada en las montañas, un saco de 50 libras en su espalda. Ella
padeció su novatada por 50 minutos, y la bolsa que estaba cargando se estaba
abriendo de las costuras.
El
paso de la montaña se volvió muy estrecho por lo que ella bloqueaba nuestro
camino, así que amablemente empuje su desintegrado costal para ayudarla a
moverse.
Me
dijo, “gracias Joe”. Esta montaña realmente quiere patear mi trasero hoy, y
este costal no esta ayudando mucho”.
El
costal fue un importante y fuerte adición. Hoy el trepar es un deporte o un
hobby para mucha gente, pero eso significa exploración, cargas objetos pesados
que te ayudarán a sobrevivir. Te hacen ir más lento, pero los necesitas. No
alcanzas la cima para que un helicóptero te baje para celebrar.
“Después
que me dije que estuve haciendo un poco
de pesas para más fortaleza de la parte superior del cuerpo, para evitar la
misma irritante situación”. “También, he prometido acondicionar mis piernas ya
que esas subidas causaron que cuádriceps me dolieran durante 10 días después de
la carrera. Estuve caminando como si necesitará muletas”.
Rose
Marie trepo la montaña.
LA DETERMINACIÓN ES
EL ALMA DE LA FIESTA
Hay
fortaleza, y después la fortaleza espartana, la habilidad para comprometerse a
trabajar durante un largo período de tiempo sin ninguna evidencia concreta de
recompensa – haciéndolo solo porque quieres, no porque debes. La campaña de paz
de Mahatma Gandhi por la soberanía de la India requirió fortaleza espartana,
porque hubo muchas veces que parecía que él no sabía a donde iba. La India no
había ganado su independencia de la Gran Bretaña cuando el murió – el nunca vio
las dos galletas. Pero se mantuve perseverante durante toda su vida.
La
fortaleza espartana se relaciona con el término que ya hemos platicado antes:
agallas (grit), una característica innata que en todo caso puede llegar a
inculcarse con dedicación y esfuerzo. Grit se refiere a una voluntad incansable
de pasar obstáculos, como aquel camino en la montaña que hizo a Rose Mary
posarse en sus rodillas. Piénsalo así:
La
fortaleza espartana es la determinación que surge del verdadero compromiso.
Grit
es la afirmación y determinación de la voluntad para cumplir ese compromiso.
La
fortaleza espartana emerge de una alineación física para realizar algo. Esa
alineación está determinada y es inquebrantable: esto es así, porque así tiene
que ser. Grit emerge de la fuerza de la voluntad que se manifiesta en acción.
Grit es ejecución. Grit es lo que hace que todo se lleve a cabo.
Combina
las dos, y emergerá la grandeza: el Edmund Hillarys que subió a la cima del
Everest, el Magallanes quien murió navegando alrededor del mundo. Grit no
siempre aplica físicamente. Es el Edison que perfeccionó el diseño del foco
después de miles de intentos.
La
fortaleza espartana y el grit son lo que estamos buscando en la Death Race y en
la Spartan Race. Estamos determinados que son los factores más importantes en
el éxito personal. Para triunfar en la vida debemos ser capaces de hacer todo
lo que odiamos: trabajar hasta tarde durante el fin de semana con la finalidad
de cumplir un compromiso, hacer lo que tu jefe te pida, incluso si no estás de
acuerdo con él; estudiar durante días para obtener buenas calificaciones en los
parciales. Estas actividades no son divertidas – apestan – pero tienes que
hacerlas para triunfar. Si tu principio de vida está bien, puedes cambiarlo, y
verlo desde otra perspectiva, luce como que apesta o convertir algo miserable
en algo divertido.
Aprendemos
a ser aferrados (gritty), o no aprendemos a ser aferrados. La alarma suena a
las 5:00 am – ¿qué haces? Crees o no, nuestro éxito en la vida está en juego. Si
vamos por la vida utilizando el botón de posponer, nuestras posibilidades de
triunfar disminuyen. Nosotros somos quien disminuimos dramáticamente nuestras
posibilidades de éxito. Cuando ejecutivos exitosos fueron estudiados, uno de
los comunes denominadores encontrado fue que se levantaban temprano a trabajar.
Ninguno de ellos apretaba el botón de posponer. Ellos saben que si “pospones”,
pierdes.
Desarrollar
el grit es más fácil decirlo que hacerlo, pero hay algunas estrategias
específicas para lograrlo, las cuales incluyen:
·
Realizar
un compromiso, uno que haga mejor tu vida y para aquellos que te rodean.
·
Determinar
que tonterías te distraen de tu compromiso.
·
Aprender
como reconocer las tonterías cuando se cuelan en tu cabeza, e ignorarlas para
que puedas concentrarte únicamente en la tarea que tienes enfrente.
·
Ejecutar
la tarea que tienes enfrente como si tu trasero se estuviera incendiando.
·
¡Comprometerse
otra vez y hacer todo de nuevo!
Asegúrate
que la meta en cuestión importa. De otra forma tu pensarás, ¿Por qué estoy
haciendo esto en primer lugar? La gente está motivada para completar la Spartan
Trifecta porque su autoestima es vital para sobrevivir y es esencial para la
felicidad en la vida. Si alguien se une al “Club de los 300 burpees” – un club
para cualquiera que ha completado 300 burpees seguidos – ellos pueden asociarse
en sus mentes con otros individuos que se han unido a ese grupo elite.
Para
alcanzar una nueva meta, ayuda tener práctica en alcanzar metas no tan
placenteras. Esto provee confianza de
que puedes alcanzar lo que sea que te propongas – para convencerte que tienes
grit. La religión funciona de esta forma. Continuar los movimientos de la
creencia en la que trabajas puede ayudarte trascender tu duda y alcanzar lo
cual no pensarías que podías hacer. Esta es una herramienta poderosa.
Mucha
gente joven no ha desarrollado el grit porque nunca han estado realmente
motivados para completar nada. Su supervivencia nunca ha dependido de eso, ciertamente
no en la forma en que lo hicieron los jóvenes guerreros espartanos cuando eran
puestos a prueba dejándolos en la naturaleza para que sobrevivieran o murieran.
Esto es por lo que pierden el interés y nunca llegarán tan lejos. Hoy estuve caminando
en las montañas de Vermont con tres de mis hijos, de entre 4 y 7 años, y cerca
de las 4 horas de caminata, empezaron a quejarse. Pensé, si ellos hicieran esto
8 horas al día normalmente, sabrían que el dolor es algo pasajero, el tiempo
pasará y ellos serán mejores, todo con la finalidad de convertirse en fuertes
espartanos.
El
mero hecho de inscribirte a una Spartan Race es una chispa inicial de la
fortaleza y el grit espartano. La idea de formar parte de una Spartan Race es
un sentimiento similar al que vimos en la película sobre convertirse en un
soldado o un atleta, o en la película Die
Hard, donde un chico ordinario se convierte en un héroe. “Chico, no puede
verme a mí mismo haciendo eso. Yo lo haría si tuviera que. Podrías ser
fantástico”.
El
truco con la Spartan Race es que tú puedes hacerlo. Es fácil hacer ese
compromiso, porque solamente tienes que decir sí. Luego, porque normalmente
estas en un grupo relacionado con la Spartan Race, tendrás que desarrollar el
grit, porque el equipo está confiando en ti. No querrás decepcionarlos, no
querrás decepcionarme, y eventualmente, no querrás decepcionarte a ti mismo.
Así
que actualmente no tienes la cantidad correcta de grit que te impulse. El grit
se desarrolla en ti como un músculo.
OBTENER
EL EQUILIBRIO ADECUADO
En
la antigua Grecia, un grupo llamado los Estoicos dibujaron una línea muy clara
entre la gente que podía y la que no podía cambiar. En contraste con nuestra
sociedad de “todos tienen un trofeo”, los Estoicos no creían que los humanos
podían ser lo que ellos quisieran. En esa cultura, la gente nacía en clases
sociales y no podían trascender. No es trágico. Solo era la forma de ser en
esos tiempos. Pero los Estoicos creían que todos los seres humanos tenían
control sobre sus creencias, esfuerzos, deseos y acciones. Mientras que una
persona estuviera más adherida a su clase social, cuerpo y responsabilidades,
mantendría su voluntad, con la cual, de acuerdo al filósofo de la antigua
Grecia Epiteto decía, él podría perseguir y alcanzar grandes cosas.
La
disciplina espartana significa arrojar todo peso extra del bote. Mi salud es la
prioridad para mí, así que cuando busco comida me pregunto, “¿este pedazo de
carne volverá el bote más rápido?” ¿Mejorará mi salud? Si no, entonces no es
una decisión difícil – no quiero comerlo. Pero como atleta, se perfectamente
que ciertos alimentos funcionan mejor en ciertos momentos que otros. Comer un
pedazo de fruta 30 minutos antes un evento de resistencia será metabolizado de
una forma completamente diferente a cuando el mismo alimento se consume 10
minutos antes de ir a la cama. La proteína consumida después del entrenamiento
será más efectiva que la proteína consumida en cualquier otro momento, porque
para tu cuerpo es primordial síntesis de proteína y para el crecimiento
muscular después del entrenamiento.
Todas
estas decisiones son respecto a nuestras prioridades, y la vida espartana no
involucra nada que no sea alguna de tus prioridades. Epiteto lo resumió
perfectamente: “por lo tanto, así como las grandes cosas, recuerda que debes no
permitirte a ti mismo a realizar, incluso con una ligera tendencia, hacia el
logro de cosas menores. En vez, debes abandonar completamente algunas cosas por
el presente y posponer el resto”. En ese caso, grandes cosas son aquellas extremadamente
importantes para ti.
La
disciplina incluye la postergación de aquello que realmente te gusta por
aquello que realmente te servirá en el largo plazo. Sin disciplina, no
alcanzarás tus metas excepto por mera casualidad. Sin el propósito de evitar
aquellas cosas que te vuelven más lento, te tropezarás, y sentirás horrible al
siguiente día, sin disciplina, es imposible ir más rápido, mantenerte caminando
o volverte más saludable.
El
dolor es inevitable en el mundo de las carreras Spartan. En entrenamiento o en
los días de carrera, nos torcemos un tobillo, atoramos un dedo, nos dan
calambres, incluso nos rompemos algún hueso – y la lista continúa. Me he
congelado los párpados durante las carreras de resistencia. Hemos comido cosas
que no le sientan bien a nuestro estómago. Sentimos dolor cuando nos
ejercitamos. Nuestros músculos se amarran, nuestros tendones se estiran,
llevamos el ácido láctico al límite y sentimos nuestros cuerpos y a cada vena y
hueso suplicando por detenernos. Es un día raro el que termina sin una campana
o dos.
Aunque,
el dolor tiene un propósito. Nos mantiene calientes como estufas, desde los
piquetes que nos damos con el tenedor cuando comemos, desde que nos mordemos la
lengua, hasta otras heridas que nos hacemos nosotros mismos. Si no supiéramos
lo que es el dolor, nunca estaríamos satisfechos con placeres simples como
comer, descansar y vivir.
La
gente experimenta cada día desde ciertos marcos de referencia, una frase que
uso mucho en este libro. Esos marcos tienen bajos, medios y altos, los cuales
pueden corresponder a dolor, normal y placer. Usando nuestra memoria consciente
y subconsciente, evaluamos todo lo que nos pasa de acuerdo a los que nos ha
pasado antes, de acuerdo a los bajos y altos que hemos experimentado. El nivel
normal siempre cae entre los otros dos. Eso se dice, en orden para creer que lo
que nos está pasando ahora es bueno, tiene que ser igual o más alto que tu
nivel normal. De otra forma dejarás de quererlo.
RITOS
DE INICIACIÓN
Aplico
esta teoría en lo que llamo “Ritos de iniciación”. Esto podría incluir 10 horas
de bicicleta en las montañas en la noche, un ultra-maratón, o un viaje de 8
días en Alaska salvaje sin descansar. Probablemente te estés preguntando porque
me obligó a realizar estas cosas del demonio. Debo disfrutar sufrir, ¿correcto?
Bueno, sí y no. A nadie le gusta sufrir. Después de todo, no estas sufriendo si
te gusta. No disfruto la segunda mitad de un ultra, porque es cuando empiezo a
sufrir. Pero cuando el sufrimiento termina, cuando la tormenta se aclara y
puedes ver el sol, cuando cruzas la línea de meta en el Iditaroad y engulles
esas cuatro onzas de agua de un vaso de plástico – es entonces cuando sabes que
tan bueno se siente no sufrir. Nada cubre ese sentimiento de continuar cuando
sientes que te estas rindiendo. Eso cambia todo, porque eso recalibra tu marco
de referencia.
Lo
normal es lo que haces. Lo normal para un chico quien camina a la escuela de
ida y de regreso diariamente es diferente del normal para un chico que conduce
a la escuela en un BMW todos los días. Lo normal es diferente para un esquimal
que vive en un iglú que para alguien que vive en una mansión en Beverly Hills.
Nuestra mente crea límites alrededor de lo que creemos que es “normal”. No es normal
corree continuamente durante 24 horas. Eso no es posible… ¿Quién dice? ¿Qué
pasaría si estas participando en un gran juego, y esas es tu única oportunidad
para sobrevivir?
Una
vez que has aprendido a lidiar con el dolor puedes demostrar una fortaleza
extraordinaria. En el Fiji Eco Challenge en 2005 me perdí, y un pequeño grupo
de niños de Fiji me ayudaron a mí y a otros atletas de resistencia para cruzar
por Fiji, una densa jungla sin caminos. Yo estaba usando zapatos de ciclismo
porque mi calzado para correr había sido robado. Nos tomó 5 horas encontrar
nuestro camino a través de esa densa vegetación, escuchando extraños sonidos
que yo asumo eran provocados por animales exóticos, pero estos chicos nos
ayudaron a llegar a la siguiente villa. Sus machetes cortaban la maleza como
una podadora americana el césped. Ellos saltaban entre los ríos, trepaban las
colinas, y se movían entre caminos resbaladizos llenos de lodo sin el calzado
adecuado, el cual siempre había pensado que necesitaba. De hecho, ellos no
usaban zapatos.
Le
di a su líder mi elegante reloj GPS de carreras como forma de agradecimiento y
meses más tarde les envíe uniformes de rugby para su equipo. Ese chico que nos
llevé de forma segura no era mucho mayor que mi hijo de 7 años Jack, pero para
él, caminar descalzo a través de la jungla empuñando un machete es algo
cotidiano.
La
habilidad para aprovechar una fuerza extraordinaria basada en necesidades
reside en todos nosotros. Y, todavía, no sabemos cómo invocarla en
circunstancias regulares. Pero estos ejemplos existen, así que sabemos que es
posible. Podemos imponer límites a nosotros mismos o podemos crear experiencias
extraordinarias e ilimitadas.
APRENDER
A DOSIFICAR EL DOLOR
Aquí
hay una lista rápida para internalizar el proceso de dosificación del dolor, la
correcta administración del tiempo y la toma rápida de decisiones de la Regla
de Arriba y Abajo.
1. Saber que el tiempo es la cosa
más preciada que tenemos.
2. Una vez que has entendido
perfectamente lo anterior, aprenderás como asegurarte de no desperdiciar nada.
Todo tu tiempo es utilizado con la finalidad de maximizar el logro de tus
metas.
3. Entender que el tiempo
transcurrirá lo queramos o no. Segundo a segundo, el tiempo se agota. Cuando
realmente entiendes eso, te ayuda en aquellos momentos en los que estas
incómodo. Sabes que puedes manejarlo si te permite alcanzar algo bueno.
4. ¿Por qué la toma rápida de
decisiones importa aquí? No quieres desperdiciar más tiempo en la toma de
decisiones. Esto puede sonar severo pero ninguno de nosotros sabe si estará
aquí al minuto siguiente. Si comprendes eso, no querrás desperdiciar tu tiempo
siendo improductivo. Si quieres tomar decisiones precisas, tendrás tiempo para
disfrutar los frutos de esas decisiones.
Siempre
trato de ver el lado de arriba y lado de debajo de cada decisión. Debes
evaluar:
·
Primero
la salud.
·
Segundo,
la familia.
·
Tercero,
el negocio.
·
Cuarto,
lo divertido.
La
mayoría de la gente tiene estas prioridades hacia abajo, sin embargo yo tomo
mis decisiones basado en esa jerarquía. Si estoy atorado en el lobby de un
hotel por una hora esperando a alguien, seguro, podría ser divertido ver
televisión. Sin embargo, puedo decidir realizar estiramientos mientras estoy
sentado – sin incomodar a otras personas – para maximizar mi tiempo y colocar a
mi salud antes que la diversión de ver televisión.
Entender
realmente el tiempo es lo que me ha ayudado a empujarme hacia numerosos eventos
y retos a través de los años. Aunque en cierto sentido el tiempo es mi enemigo,
también me permite vencer al dolor y sacarlo al mismo tiempo de la misma forma
en la que estás acostumbrado a entregar premios.
La
forma de superar cualquier cosa dolorosa mental es realizar las cosas poco a
poco. La mente no puede manejar a un iceberg gigante de dolor en frente de ti,
pero si puede lidiar con pequeñas porciones que poco a poco te llevarán al
final. Así que en lugar de pensar y decir, asshh, me faltan 24 millas,
concéntrate en llegar al siguiente teléfono en la distancia. Cuando estas
corriendo 20 o 120 millas a la vez, la distancia puede enfrentarse mentalmente
y físicamente una milla a la vez. La habilidad de segmentar el dolor en
pequeñas pedazos es la clave.
En
la prehistoria, los humanos podían seguir a su presa y desgastarlos, cazándolas
hasta que estuvieran exhaustas. La habilidad para perseguir una gran meta es
valiosa, y es más fácil cuando estas cazando. Por eso es que entrenamos o
corremos contra competidores es más poderoso – porque tú eres el cazador. Como
humanos nos hemos desarrollado únicamente para hacer esto – seguir presas por
días, incluso cuando ellas son más rápidas que nosotros. Es la clásica metáfora
de la libre y la tortuga. Muchos animales son más rápidos, pero al final
siempre ganamos.
Caminaré
durante la parte final de los eventos de resistencia durante días hasta
terminar, y tomare decisiones triviales y de vida por igual en una moneda.
Aunque esto parezca contradictorio, refleja otro aspecto del estilo espartano.
Somos decisivos, pero somos más que eso. Decidimos rápido. Para hacer Spartan
Up! Debes decidir rápidamente. Espera demasiado y perderás. Si estás perdiendo,
pierde rápido, termina con eso, apártate y empieza de nuevo. Es una lección que
aprendí en Wall Street muchas veces: algunas veces necesitas cortar tus
pérdidas rápidamente mientras no estés totalmente jodido.
He
sido decidido y rápido en todas las facetas de mi vida, incluso en la relación
con mi esposa. Conocí a Courtney en una triatlón en Nantucket en junio de 2001.
Había tenido una vida en Wall Street y realmente no había pensado en casarme.
Yo había terminado recién la sección de natación de la carrera y había empezado
a correr cuando mire alrededor y vi a esta chica. Corrí a su lado, me detuve, y
empecé a beber agua junto a ella. Ella se dio cuenta que estaba descalzo y me
pregunto cómo se sentían mis pies. La mayorías de los nadadores, incluyéndome,
iban de la mano de los compañeros de equipo quienes estaban corriendo ahora en
el camino rocoso en el que estábamos en ese momento. Yo decidí continuar
corriendo el resto de la carrera siguiéndola de cerca, convirtiéndome en el
único corredor descalzo… utilizando aún el wetsuit.
Durante
los primeros 30 segundos de hablar con Courtney, supe que ella era la elegida.
Yo era un corredor loco y descalzo con un wetsuit en medio de todos esos shorts
y tenis, pero ella nunca dejó de sonreír conmigo. Tal vez ella pensó que estaba
loco. Ella me entendió, y yo encendí mi luz. Nunca había planeado casarme y
nunca me había sentido presionado para hacerlo. Pero en un instante, algo
cambio, y supe que haría a esta mujer mi esposa. Fue tan simple como eso.
En
nuestra primera cita, fuimos hacer kayak. Decidí ir a un puerto específico, una
distancia que nos tomaría 8 horas de remar. Salimos a tomar agua para tomar
agua a las cuatro horas en nuestra aventura. Yo nunca llevo comida, así que fue
bastante épico, considerando que era la primera vez que ella remaba. No había
donde esconderse en ese pequeño kayak, y nuestra cita fácilmente se pudo
convertir en un desastre, pero todo el tiempo ella estuvo charlando sobre cosas
divertidas. Ame su actitud, y me enamore de ella.
Courtney
empezó a viajar conmigo a las carreras en las que participaba y teníamos una
onda juntos, sin importar las circunstancias. En julio de 2001, hice una
carrera de aventura en Escocia, en donde acampamos en las montañas durante
varios días. Todo el tiempo fuimos atacados por esas cosas llamadas mosquitos,
que mordían horriblemente en tu cara mientras dormías o corrías en cualquier
parte de UK. Sin embargo, Courtney nunca se quejó. Ella siempre encontró el
humor y la bondad en todo.
De
ahí volamos a ver a un amigo mío en Mónaco. Una tarde, no la pasamos muy bien
en un casino, el tipo de lugar donde el 007 podría haber apostado. Ninguno de
nosotros le gustaba apostar realmente, pero en aquel día estábamos con amigos y
nos sentíamos relajados, así que decidimos realizar algunas apuestas de cambio
de vida en la ruleta rusa. Escogimos números: el de Courtney fue el 8 negro (el
número de su playera de soccer en Penn State) y yo era rojo 36. Si salía el
número de Courtney, dejaríamos inmediatamente el casino, volaríamos a nuestras
respectivas ciudades, y no nos volveríamos hablar nunca. Si salía mi número,
iríamos directo al registro civil más cercano y nos casaríamos. Después de
todo, teníamos nuestros pasaportes y un amigo como testigo.
Imagínate,
nos conocimos tres semanas antes.
Además,
si salía cualquier número rojo, yo tendría que hacerme un tatuaje y Courtney
debía escoger el diseño y la parte de mi cuerpo en donde quedaría. Si salía
cualquier número negro, Courtney se pondría un tatuaje y yo lo escogería.
Courtney fue a buscar una bebida antes
de que oficialmente hiciéramos la apuesta, así que me quede ahí sentado por un
minuto. Durante los 30 segundos siguientes ella estaba de regreso con su
bebida, en ese instante se ilumino el letrero rodeado de luces neón con las
letras rojo 36. Toda la sangre que estaba en mi rostro se fue, pensé que ella
se iba a desmayar. Ella se mantuvo callada como si su hermana mayor quisiera
matarla. Reímos nerviosamente, y acordamos que esa no contaba porque ella no
estaba ahí cuando salió ese número. Jugamos otra ronda en la ruleta rusa –
después de que ya había salido el 36 rojo, ¿Qué podría salir mal? Bueno, solo
me queda decir que tengo un tatuaje que me recuerda ese momento.
La
semilla estaba plantada, y mi sensación visceral estaba confirmada. Cuando
sabes lo que quieres, puedes fabricar tu propia suerte. Algunas veces el
universo te empuja hacia un solo camino, y tienes que ser lo suficientemente
valiente para seguirlo. Supe instantáneamente que quería construir una vida y
una familia con Courtney. Y mi instinto fue correcto. Tres meses después de
conocerla, le propuse matrimonio y ella acepto. 10 años y 4 hijos después, ella
sigue sonriendo, aunque no mucho debido a mí.
Podrías
estar pensando: ¿qué hubiera pasado si la bola hubiera quedado en el 8 negro?
Si eres un Spartan sabrás que tu voluntad se debe imponer siempre, ¿por qué
dejarías que un juego de casino dictará una decisión tan importante en tu vida?
¿Hubieras incumplido la apuesta? Si, planeaba casarme con Courtney incluso si
la ruleta hubiera caído en ese número. Un Spartan nunca permite que la suerte
interfiera con sus metas. A un Spartan no le importa jugar con alguien, aunque
sea su futura esposa, con tal de tener una experiencia memorable y medir su
reacción. Recuerda el escenario de la Death Race y como esos corredores fueron
engañados en el último día.
La
regla de arriba y abajo se mantiene antes de decidir un curso de acción, debes
pensar rápido sobre el efecto positivo y negativo de ello, evaluarlos y
decidir. Siempre he sido realmente bueno tomando decisiones. ¿Qué es lo malo?
Esta es la pregunta que me hago docenas de veces a lo largo del día. En una Spartan
Race como en la de Soldier Hollow, Utah, las mesas de registro estaban
instaladas a 20 yardas de un puente elevado, la cual parecía ser una mejor
ubicación. Hice un rápido análisis arriba-abajo: ¿Cuál es la ventaja de llevar
las mesas debajo del puente? Probablemente necesitare conseguir otras dos horas
de voluntarios aquí porque no querrán estar muriendo bajo el sol. ¿Cuál es la
desventaja? Mientras movemos la mesa de registro, 25 clientes tendrán que pasar
por aquí sin proporcionarnos sus correos electrónicos. Así que movimos las
mesas. Piensa los pros y los contras respecto a la cena: ¿cuáles son los pros
de cenar postre esta noche? ¿o de tomar otra bebida? En la mañana, ¿Cuáles son
los pros o contras de apretar el botón de posponer la alarma del despertador?
Cuando inicias una Spartan Race, decide que el pro – era cambiar miles de vidas
– lo cual es muy superior al contra, el cual era que podría haber perdido algo
de tiempo y dinero. La decisión fue fácil.
Analizo
todo basado en importancia y relevancia. Esa es mi naturaleza. Un ejemplo más
dramático ocurrió durante el Huracán Irene, el cual nos golpeó bastante fuerte
en Vermont. Fuimos aislados del resto del mundo. Una versión de la ley marcial
de Vermont se impuso en nuestro pequeño pueblo durante 10 días. Helicópteros
volaban para traernos comida y provisiones y ayudaban a gente que se había
quedado varada. Nosotros aseguramos el diésel del proveedor local, iniciamos
con el equipo pesado de cualquier granja o constructor que estaba disponible en
el pueblo, y empezamos a reconstruir al día siguiente de la tormenta. En muchos
aspectos fue asombroso. Todos en el pueblo desde su respectivo rol basado en su
expertise. Éramos nosotros contra la madre naturaleza. Éramos un equipo con un
gran propósito. En una escala mucho más grande y más profunda, el 9/11 en la
Ciudad de Nueva York es el más grande ejemplo del espíritu en la historia de
los Estados Unidos de Norteamérica.
Cuando
la Guardia Nacional y las autoridades estatales llegaron, me propuse inmediatamente
a delegar responsabilidades sin que nadie me lo pidiera. Le estaba diciendo a
la gente a donde debía ir: “Hey Comandante, venga. Comandante, deberías ir por
allá. ¿Quién más está a cargo? ¿Tú estás a cargo? Ven aquí. Debes juntar a tu
equipo. Y debes ir por allá. En quince minutos, ya había organizado a todo
mundo a pesar del plan original que les habían dado sus jefes.
“Necesitaré
un tractor. Ey tú, consigue un tractor”.
“Um,
Joe, ahí está el comandante”, alguien dijo, “bien, el necesitará un tractor”. En
retrospectiva, estaba sobrepasando mis límites, pero como sea, en esa
situación, funciono. Después de todo, teníamos tiempo limitado para abrir
caminos para que pudieran venir ayudarnos o nosotros salir del pueblo, así que
el trabajo se logró.
Eventualmente,
me dieron una chamarra militar. Coutney vino en la lluvia y dijo, “por supuesto
que estas usando una intimidante chaqueta militar ahora. Eso es grandioso”.
Todo es parte de la resistencia y de la toma rápida de decisiones: ser capaz de
agachar la cabeza y seguir adelante, organizando a la gente sin perder a nadie,
tal y como lo hicieron Lewis y Clark.
Mi
padre fue gratificado cuando pasaban este tipo de cosas porque él estaba en el
negocio de la construcción, y yo lo observaba. En un trabajo de constructor,
las ganancias eran altas, y todo lo que podía salir mal, así pasaba. Si se
construía una base de 2x6 en vez de 2x4, perdías miles de dólares en días de
trabajo – perdón, solo desperdiciaste 10
mil dólares. ¿Suena extremo? Mira el Big Dig en Bostón, un proyecto de
construcción que sobrepaso en 10 billones el presupuesto original.
En
las negociaciones que hacía en Wall Street ocurría algo parecido. Un error en
la negociación podría costar medio millón de dólares en segundos. Debes ser
capaz de analizar una situación en la negociación realmente rápido, tienes que
asegurarte de lo que se está diciendo y ejecutar tu acción bajo presión. Cada
segundo cuenta, y cada uno de los errores duelen.
Vamos a decir que estamos a la mitad del
entrenamiento. ¿Debo hacer 10 burpees más? La única desventaja son 60 segundos
adicionales de entrenamiento y algo de incomodidad extra. Como dije antes, la
incomodidad no es en realidad una desventaja si eso baja mis expectativas y así
mi marco de referencia respecto a lo que es normal, bueno o ideal. Una vez que
esa reducción ocurre, tendré mayor tolerancia al estrés y disfrutaré más el
resto del día. Así que si puedo dar 60 segundos más, entonces digo: ¡sí! Diez
burpees más, no realizó ese trabajo extra porque ame los burpees más que
cualquier otra persona. Hago el esfuerzo porque este análisis de pros y contras
está constantemente ocurriendo en mi cabeza. Y la mayoría de las veces el
resultado del análisis es: esfuérzate más. Se mejor. Haz más.
El
análisis de pros y contras es útil en cualquier momento que necesito tomar una
decisión. En el restaurante que pusimos en Pittsfield, ¿debía llevar los
trastes de la mesa al fregadero con las dos manos o ir de uno a uno? Las
contras de dos viajes es que toma 10 segundos extras y mis piernas se llevarían
el esfuerzo extra. El contra de un solo viaje es un riesgo mucho más alto de
romper los trastes, en cuyo caso la gente se molestaría, perdería dinero y
perdería mucho tiempo limpiando el desastre y comprando nuevos trastes. Fue una
decisión fácil.
¿Debo
hacer esta llamada para obtener más información? ¿Debo enviar el siguiente
correo electrónico? ¿Debo enviar una nota de agradecimiento? Todas estas tareas
toman menos tiempo de ejecución de lo que toma pensar en ellas. ¿Cuál es la contra
de llevarlas a cabo?
Algunas
veces la decisión es más complicada pero la formula también funciona. La otra
noche mi cuñado Ian llamó y me invitó a pasar algún tiempo con su familia en
Montauk, Nueva York. Ahora, yo amo a mi familia, pero el viaje toma tiempo, y
yo administro un negocio de clase mundial. Estaba en un aprieto. Naturalmente,
tome mi decisión haciendo el procedimiento antes descrito. Declinar el
ofrecimiento y quedarme en Pittsfield significaba más tiempo para ejercitarme –
tal vez 7 horas de andar en bicicleta – y administrar el negocio. En el contra,
estaría extrañando a mi familia. Ir a Montauk, podría convertirse en una
aventura de 20 horas en bicicleta en la noche – por supuesto que sabía cuál
sería mi decisión – además de que tenía el plus de que podría ver a mi familia.
La ecuación riesgo recompensa hizo esta decisión muy simple para mí: iría en
bicicleta durante todo el trayecto hasta Montauk.
Todos
los que conozco piensan que me levanto con una gran sonrisa y a toda máquina.
No hay forma de hacer eso. La mayoría del tiempo me siento desmotivado, pero el
análisis pros y contras es mi método infalible para decidir qué hacer. Pienso
rápido sobre ganancias y pérdidas potenciales todos los días cuando tomo
decisiones, y después estoy listo para seguir. Pregúntate a ti mismo: ¿Cuál es
el pro y el contra de sentarse en el sillón durante la siguiente hora? ¿Para no
tomar el elevador e ir por las escaleras? ¿Caminar a la tienda?
Al
final del día, en cada una de estas decisiones, sacrifico comodidad en favor de
compromiso. El contra de mi estilo de vida es que es más difícil, pero estoy de
acuerdo con ello. Eso forma parte de ser un espartano. Al final de cada día, no
queda nada de combustible en mi cuerpo. Me duermo sabiendo que cumplí con todo
lo que pude. Y cuando miro hacia atrás en mi vida, quiero ser capaz de sentir
que hice lo más que pude. Esa es la oración espartana: mirarte en el espejo al
final de las cosas, sabiendo que hiciste absolutamente lo mejor que pudiste,
durante cada día. Es un sentimiento impresionante, uno que todos deberían
experimentar.
Lección
de vida No. 3 de Spartan Up!
SIEMPRE RECUERDA
AQUELLOS QUE TE SIRVEN
En
los días en los que un helado costaba mucho menos, un niño de diez años entro a
la cafetería de un hotel y se sentó en una mesa.
Una mesera puso un vaso de
agua en frente del niño.
El
chico preguntó: ¿Cuánto cuesta un helado?
La
mesera contestó: 50 centavos. El chico saco su mano del bolsillo y contó las
monedas en su palma.
El
preguntó: bueno, ¿cuánto cuesta un plato de helado?
Pero
ahora, más gente estaba esperando por una mesa, y la mesera empezó a ponerse
impaciente. Y le contestó bruscamente: 35 centavos. El niño contó nuevamente
sus monedas y le contestó, “ok, quiero el helado sencillo”. La mesera le trajo
el helado, puso la cuenta en la mesa, y se alejó. El niño termino su helado,
dejo el dinero y se fue. Cuando la mesera regreso para recoger la mesa, ahí,
junto al plato vacío, estaban 15 centavos. Como podrás darte cuenta, el no pudo
comprarse el helado con frutas y nueces porque él tenía que dejar la propina
para la mesera.
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