Artículo por Mark Divine
La negatividad manifestada, ya sea a través de las emociones, pensamientos o actos, deteriora el desempeño. Por lo tanto, si lo que quieres es mantener un nivel de desempeño elevado es imperativo cambiar ese comportamiento, y para lograrlo es necesario que te mantengas muy atento a la aparición de las emociones, pensamientos y acciones negativas, para que en el momento en que detectes su aparición dejes de alentarlos para que se debiliten y finalmente desaparezcan.
La negatividad manifestada, ya sea a través de las emociones, pensamientos o actos, deteriora el desempeño. Por lo tanto, si lo que quieres es mantener un nivel de desempeño elevado es imperativo cambiar ese comportamiento, y para lograrlo es necesario que te mantengas muy atento a la aparición de las emociones, pensamientos y acciones negativas, para que en el momento en que detectes su aparición dejes de alentarlos para que se debiliten y finalmente desaparezcan.
Una vez que has logrado que
desaparezcan dichas manifestaciones de negatividad empieza a construir
pensamientos positivos, de verdadero valor. Entre los nativos americanos hay un
dicho que dice: “necesitas dejar morir de hambre al lobo del miedo y alimentar
al lobo del valor”.
Para tratar de llevar a la
realidad esa metáfora, a continuación menciono el proceso específico que
utilizó en mis diversos programas de entrenamiento:
1. Identifica
la presencia de la negatividad. (pensamientos, actitudes, acciones, energías)
2. Interrumpe,
o detén, los pensamientos negativos con una declaración poderosa.
3. Redirige
tu mente a través de una conversación contigo mismo y condúcela hacia algo
positivo y productivo para tu meta inmediata o vigente.
4. Mantén
tu nuevo estado mental con una pequeña canción (jingle) o mantra.
Las declaraciones de interrupción
más poderosas son palabras que provocan que tu mente de mono o de simio regrese
bajo tu control. Palabras como “no” o “detente” funcionan bien, aunque prefiero
usar declaraciones de poder positivas, ya que se les puede sacar más provecho,
tales como “lo voy a conseguir”, “esto está muy fácil, papita”, “sigue adelante
Mark,” o mi favorita, “¡alimenta al lobo del valor!”
Debes desarrollar una verdadera declaración
de poder, una que de verdad te sacuda, que te impulse a seguir adelante, una
que resuene contigo. Después practica utilizándola diariamente. Practica el uso
de las declaraciones de poder hasta que se conviertan en tu segunda voluntad
natural, con el tiempo, el proceso de interrupción se quedará en piloto
automático. Mientras más rápido ahogues cualquier insinuación de
comportamientos mentales negativos, más pronto podrás mantener tu mente bajo
control y lista para conseguir lo que sea que te propongas.
Las declaraciones de poder
interrumpen temporalmente los pensamientos negativos pero no aseguran que se
mantendrán alejados para siempre. La negatividad probablemente regrese a menos
que redirijas tu mente hacia un nuevo patrón de pensamiento positivo. Lo que
trato de decir es que debes tener un plan de contingencia para prevenir la
reincidencia de la negatividad. Veo esto con aprendices en los Kokoro Camp todo
el tiempo. Cuando notó que un estudiante está en un tren de pensamiento
negativo, mi equipo y yo interrumpimos ese comportamiento. Le gritamos “¿Qué
lobo estas alimentando, Joe”? ¡Alimenta el lobo del valor!
La interrupción
detiene temporalmente al estudiante en su tren de pensamiento negativo con la
finalidad de que se percate que está cayendo en ese comportamiento y se dé
cuenta como está afectando su desempeño. En ese momento el estudiante tiene un
momento de lucidez y tiene la posibilidad de escoger una nueva dirección, una
positiva. Pero si él o ella carecen de una estrategia de re direccionamiento
sólida, caerá en la ruta negativa nuevamente.
El secreto para un
re-direccionamiento exitoso es inyectar un nuevo patrón de pensamiento positivo
a tu mente tranquila, que se alinee con tu meta inmediata. El acompañar estos
nuevos pensamientos con imágenes y sentimientos positivos, aumenta su eficacia.
Así podrás mantener a tu mente concentrada en un nuevo dialogo interno,
imaginando y sintiendo cosas positivas hasta que estés en terreno seguro. Todo
lo anterior, se puede lograr inventando y utilizando una pequeña canción
(jingle) o mantra.
La canción o frase debe estar
cargada positivamente y debe tener un fuerte y profundo significado para ti. El
jingle es como la música de fondo que mantiene acorralada a la negatividad
mientras que tu mente está concentrada en palabras, imágenes y pensamientos
positivos llenos de significado. Debo reiterar que este mensaje en código debe
estar cargado de significado, debe ser más que simples palabras. Por ejemplo,
el jingle: “cada día en cualquier situación, seré mejor y mejor”, la cual fue
acuñada por el Doctor francés Émile Coué. Este hombre se adelantó 100 años a su
época y fue capaz de curar a sus pacientes a través del cambio de sus
pensamientos y emociones negativas. Ellos fueron capaces de adoptar
pensamientos y actitudes positivas, diciendo y creyendo en esa declaración. Yo
la uso diariamente junto con un par de jingle´s más.
Con la práctica tu jingle estará
funcionando en el fondo de tu mente con muy poco o ningún esfuerzo. No te
impedirá utilizar tu mente para resolver problemas; más bien, se convertirá en
una especie de guardián de tu conciencia, siempre atento para alejar la
negatividad. Tu mente permanecerá bajo control y sin restricciones por
pensamientos o creencias negativas que consumen tu energía y degradan tu
desempeño.
Normalmente los cuatro pasos del
proceso se realizan en un instante. Como por ejemplo, a veces durante mi
entrenamiento diario de SealFit cuando me percato que el equipo entero está
cayendo en una actitud derrotista es necesario realizar alguna interrupción
verbal, seguida por instrucciones de redirección: “Hoouyah, equipo; lo vamos a
lograr. Concéntrense en la siguiente ronda, visualícense lográndolo, vamos a
terminar con esto”. Instrucciones con este efecto sacan al equipo de su
depresión y los mantiene concentrados en una nueva dirección positiva.
Con este poderoso proceso de
control mental combinado con trabajo de meditación regular, deberás
experimentar resultados inmediatos. Sin embargo, no te desanimes si sientes que
está tomando mucho tiempo que las cosas cambien para ti. El dominar el proceso
de cuatro pasos: identificar, interrumpir, redirigir y mantener, lleva años de
práctica constante. Sin embargo, te aseguro que dominar dicho proceso te
permitirá realizar un avance muy importante hacia la verdadera fortaleza
mental.
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