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viernes, 25 de marzo de 2016

Capítulo 4. Cambiando tu marco de referencia




La única manera de iniciar, es dejar de hablar y empezar hacer.
 Walt Disney

La primera Spartan Race se realizó en mayo de 2010 en Burlington, Vermont, cerca de donde vivimos, y la promocione alrededor del área a través de reuniones en bares locales. Un pequeño grupo de estudiantes universitarios estaba muy entusiasmados con el proyecto y pegaron posters por todo el lugar animando a la gente a inscribirse. Sin embargo, mucha gente con la que hablaba no entendía el concepto.

Algunos decían, “¿es como un triatlón?” Y yo les contestaba “No, no realmente”. “Es más como un día en el ejército: donde te pueden ascender de rango o te sacan a patadas”.

Debido a que eran un producto y una marca totalmente nuevos, la promoción fue todo un reto. Además estábamos tratando de convencer a gente de venir para ser torturada, lo cual no sonaba muy divertido.

Recuerdo que le decía a Andy, “no estoy seguro si el mundo está listo para esto”.
Aunque nadie sabía exactamente que esperar, alrededor de 700 personas se inscribieron a la primera carrera, y con ellos vinieron 300 espectadores, la mayoría amigos y familiares de los participantes. El día de la carrera, la mayoría de la gente que se había inscrito, incluidos los atletas consumados, estaban algo escépticos. Cualquier otra carrera en la que te inscribes ya tiene los parámetros definidos: un maratón es un maratón, y no tienes que saber nada más. Un triatlón siempre está integrado por tres etapas: carrera, ciclismo y natación. Un concurso para comer perros calientes es, bueno, un concurso para comer perros calientes.

Así que la primera Spartan Race fue por completo una nueva experiencia para cada participante, y para nosotros, fue un experimento salvaje realizado en la naturaleza y el combustible era el espíritu humano. Esa carrera y las que siguieron en aquellos días, fueron en parte, carreras de aventura, en parte batallas espartanas pero sobre todo un espectáculo. Los primeros participantes en entrar al campo fueron un grupo atletas y amigos. Parecía una escena de la película de Mel Gibson “Corazón valiente”, con gente de todas las formas y tamaños vestidos con atuendos muy locos.

En la línea de salida de aquella primera carrera, la gente estaba nerviosa. Muchos no habían hecho algo como esto antes y claramente no tenían idea en lo que se estaban metiendo. Nosotros no sabíamos ciertamente si la gente avanzaría una vez que la señal de salida se diera. Casi inmediatamente, los competidores se sumergían en agua helada que les llegaba hasta la cintura. 

En solo 20 minutos, el enojo era visible en los rostros de algunos competidores, pero la mayoría de ellos resistieron, y continuaron, y fue solo hasta la línea de meta, cuando las sonrisas empezaron a surgir. Fueron como niños en cuerpos de adultos. Recuerdo que estaba pensando: esto que está sucediendo, ¿será único de Vermont?

Miedo, sufrimiento, enojo, luego ¡amor! Eso es con lo que la persona promedio se encontrará y a lo que se acostumbrará en la Spartan Race.

Después de los primeros eventos, la Spartan Race empezó a crecer bastante rápido y el “porque” es una buena pregunta. Me parece que la mayor parte tiene que ver con la conexión personal casi espiritual que se genera durante la Spartan Race. Mi niñez fue muy problemática en distintos aspectos, pero tome los mejores valores de mi padre y de mi madre y los mezcle para formar una conexión casi metafísica con los participantes, mostrándoles que con mucho esfuerzo y compromiso casi todo es posible. Eso es lo que los encendió, los volvió fans, y los volcó a compartirlo a través de las redes sociales, convirtiendo a Spartan Race en un fenómeno. Ante tal nivel de respuesta y aceptación por parte de la gente, solo me quedó celebrar la lealtad de mis seguidores.

Esta lealtad ha hecho que el negocio crezca, aumentando a más de 100 carreras en solo cuatro años. Mis socios y yo hemos organizado eventos con más de 10 mil personas en lugares tan lejanos como Eslovaquia y en estadios hermosos, incluyendo el Citi Field y Fenway Park, en la sombra del Green Monster. 300,000 personas siguen a diario nuestras rutinas de ejercicio que posteamos en spartanrace.com y se distribuyen a través de nuestras plataformas de redes sociales. Después de las artes marciales mixtas, las carreas de obstáculos son el deporte de más rápido crecimiento a nivel mundial. Solo que con una pequeña diferencia: la gente no ve estas carreras, la gente participa en ellas.

En cada escalón a lo largo del camino, hemos cambiado nuestro marco de referencia tanto del negocio como de nuestros clientes. Se puede ver como una tarea titánica, día tras día, para llevar esta organización al punto de volver posible la realización de 100 eventos en 17 países en una sola temporada. Durante algún tiempo, recibí 400 correos electrónicos al día. Me sentía como si estuviera dentro de una máquina de pinball, y yo era la bola. Finalmente, las cosas empezaron a fluir y tomaron forma y los procesos empezaron a estar bajo control.

No quiero decir que nos convertimos en la moda del momento, porque en diversas formas nosotros somos un movimiento en contra de la moda. Pero tampoco quiero decir que pasamos desapercibidos. Ahora Spartan Race es un gran y popular negocio y eso que apenas estamos comenzando. Estamos transformando vidas a diario. Los participantes nos escriben correos electrónicos, o nos envían un Tweet o nos escriben en Facebook sobre su transformación y el significado que la experiencia ha tenido para ellos. Un día, un chico se presentó en la granja sin anunciarse y Courtney se asustó porque pensó que era un ladrón. Cuando solo quería agradecerme por haber cambiado su vida.

Hemos tenido momentos difíciles, pero resistimos y seguimos adelante. Nuestra mejor promoción está basada en el mensaje boca a boca. Los participantes son quienes nos recomiendan. Al final del 2013, Spartan Race atrajo a más de 650,000 participantes, incluidos atletas elite, profesionales y amateurs y fue entonces cuando el deporte de carrera de obstáculos empezó a consolidarse y encontrar una comunidad devota.

En Agosto de 2013, tuvimos nuestra 35ª carrera de la temporada a 45 minutos a las afueras de Salt Lake City en un lugar llamado Soldier Hollow. La ruta estaba enclavada en la base de la montaña y desde la distancia podías ver filas de corredores desplazándose en grupos pequeños por arriba y debajo de las colinas, como hormigas en un día de campo.

Esta carrera en particular fue una Spartan Beast. Como el nombre lo sugiere, es uno de los eventos más duros, con más de 13 millas de trail cuesta arriba y cuesta abajo de la montaña, con 25 obstáculos a lo largo del camino. Cada obstáculo incluía un elemento atlético, lo cual es un requisito que cualquiera de nuestras carreras debe cumplir. No le damos descargas eléctricas a la gente con cables o no diseñamos obstáculos simplemente para que tengan una emoción barata. Nosotros ofrecemos verdaderas competencias, no un parque de diversiones. En el trayecto de esta carrera, los participantes deben clavar una lanza en un blanco a 30 pies, como cuando los humanos cazaban; rodar por debajo de alambre de púas; sumergirse en piscinas de lodo; y cargar objetos pesados durante largas distancias.

Eso es solo la punta del iceberg. Dependiendo del nivel de su condición física, los corredores pueden pasar de 3 a 5 horas destrozando su trasero en el sol quemante. ¿Suena loco? Andy y yo decimos cuando entrenamos: “los antiguos espartanos hacían cosas más duras que esto”.

Para los atletas espartanos elite, esta es una carrera seria, y no vacilan en absoluto durante todo el trayecto. Pero también puedes encontrar atletas menos serios, gente para quien esto representa un momento de triunfo personal. Tal vez sea el momento culminante de un proceso de pérdida de peso, o algo así como cuando padre e hija deciden enfrentar algunos retos juntos antes de que ella se vaya a la universidad. Muchos corredores ríen durante la ruta, claros signos de que están disfrutando la experiencia a pesar del duro trabajo que significan los obstáculos. En una de las fosas de lodo en Soldier Hollow, una chica en sus 10´s se arrastró por todo el lodo hasta llegar a donde estaba su mamá con una cámara. La chica sonreía, hizo una señal, y realizó una pose de fisicoculturista mientras su madre la grababa. Después saltó de nuevo al lodo y continúo la carrera.

Sobre otra fosa de lodo, los corredores trepan una cuerda con la finalidad de tocar una campana, haciéndola sonar como señal de éxito. Hay tres personas haciendo burpees al lado de la fosa, lo cual indica que no todos alcanzan la cima. Incluso para aquellos que lo logran, representa un verdadero esfuerzo. Estamos acostumbrados a ver atletas profesionales por TV y en algunos eventos, e incluso cuando pierden, hay cierto grado de gracia y fluidez en su manera de caer – después de todo, son atletas. Pero aquí,  ves a gente común gruñendo y sudando, pasando torpemente los obstáculos. Se tropiezan y caen solo para volverse a levantar y seguir intentándolo. Tal y como la vida a veces nos trata.

Hay riesgos reales y a veces las lesiones ocurren. En un obstáculo, la gente carga objetos pesados en su espalda y lo cual provoca que se vaya cansando la pantorrilla, causando que la gente se caiga. Hay un equipo médico en todas las carreras, el cual ayuda a estos competidores, quienes claramente están lesionados y sufriendo.

Después de recibir la atención médica, platique con un chico llamado Aziz Alhazeem, quién había volado 15 horas desde Kuwait, donde servía a la guardia nacional. Y él dijo que no encontraba este tipo de carreras en su país, así que tuvo que viajar. Cuando terminó la carrera Aziz regresó a Kuwait a la mañana siguiente, con su misión cumplida. Ese chico es un verdadero espartano.

CONTEMPLANDO LA MUERTE COMO UN ESPARTANO

Cada carrera junto con sus obstáculos forja  el carácter de los participantes. Algunas veces, estos cambios son profundos. El competidor espartano Jim Mullane también es un sobreviviente de cáncer. En septiembre de 2001. Mullane fue diagnosticado con linfoma non-Hodgkin, lo cual es cáncer de las células sanguíneas blancas. El cáncer estaba en etapa cuatro, lo que significaba que estaba avanzado. Sus doctores le dijeron que probablemente le quedaban de 6 a 8 años de vida. Un año de quimioterapia intensiva logro que su cáncer se retrajera completamente. Desafortunadamente, regreso poco después de eso. Mullane explicó, “he tenido cuatro tipos de tratamientos adicionales durante cuatro años, hasta que finalmente logre vivir una etapa de 5 años sin cáncer”. Aprovechó este período, siendo padre de 2 niñas.

Mullane reincidió a principios de 2011, 10 años después, y tuvo que retomar el tratamiento. También decidió realizar cambios mayores a su estilo de vida para mejorar su sistema inmune; después de todo, ahora tenía dos vidas jóvenes que dependían de él. El limpio su dieta para que la mayoría de calorías viniera de frutas, vegetales y proteínas de buena calidad. El hizo a un lado el alcohol y las bebidas azucaradas y las sustituyo por agua o té verde.

Después se atrevió a algo más arriesgado: se inscribió a una Spartan Race de tres millas, lo que requería poner su capacidad física a prueba. Los tintes militares de la Spartan era una idea que le gustaba, ya que le hacía sentir como si estuviera en una pelea para salvar su vida. Se inscribió a la Spartan Sprint en Pennsylvania y se unió al grupo de los miembros elite para entrenar. Cada miércoles por la mañana, iban a correr en las montañas de Valley Forge, Pennsylvania. Para ese entonces, de acuerdo a sus revisiones que recibía periódicamente, su enfermedad se volvió más estable.

Hasta que casi parecía invisible. Recuerda Mullane: “el jueves anterior a la carrera, tenía una revisión y tratamiento de rutina, y los doctores no encontraron nada de crecimiento en los nodos linfáticos ni en el cuello ni en la ingle. Me programaron para un ultrasonido de emergencia en viernes por la tarde, así que mi alimento pre carrera de 18 horas se fue al carajo. Afortunadamente, los resultados del estudio, mostraban una progresión del cáncer, pero con lento crecimiento.

Mullane estaba en la línea de salida en el heat de las 10:45 del sábado por la mañana, habiendo dormido solo dos horas la noche anterior. Los participantes dijeron más tarde que esta Sprint había sido de las más difíciles. Sin embargo, Mullane, llego hasta la línea de meta, quedando en el lugar 39 de su grupo de edad con un tiempo de una hora y 24 minutos.

Nosotros decimos que lo sabrás en la línea de meta, y Mullane lo supo. Él dice, “la sensación al cruzar la línea de meta, fue algo asombroso, me sentí muy bien de haber conquistado la montaña y compartir la experiencia con gente increíblemente motivada. Hay muchos paralelos entre mi enfermedad y la Spartan Race. Ambos son muy retadores mental y físicamente, y si quieres tener éxito, ambos requieren una enorme cantidad de valor, fortaleza y perseverancia”.

Este es un gran ejemplo de un hombre cambiando su marco de referencia ante un enorme obstáculo. La batalla contra su enfermedad aún continúa – Mullane inició un ciclo de cinco meses de quimioterapia en Agosto de 2013 – pero el continúa enfrentando esto con optimismo y determinación. “no puedo y no dejaré de pelear”, él dice.

Hay ejemplos menos dramáticos en los cuales puedes cambiar tu perspectiva, ya sea de tus circunstancias internas y de las que te rodean. Andy tiene un primo que nació una semana después que yo. Le llamaremos John. Ahora que estoy escribiendo, John y yo tenemos 43 años, pero hemos tenido diferentes estilos de vida. El trabajó en Wall Street e hizo un chingo de dinero. Pero el peso de John creció de la misma forma que su dinero, y llego a pesar 280 libras. El hizo dinero, pero fue a costa de su salud y calidad de vida. Tiene un chofer que le lleva a su oficina en Wall Street aunque solo vive a milla y media. Él podría caminar todos los días, y así su vida habría cambiado. Cuando el necesita un descanso, sale y fuma un cigarro. El y su esposa disfrutan sin remordimiento de finas cenas las cuales son altísimas en calorías. El casi nunca se ejercita.

John siempre parece estar enojado por algo. Él me dijo, “no tienes ni idea de lo estresante que es mi trabajo”. Sus cinco hermanos, los cuales son todos deportistas, me dicen, ¿por qué no hablas con él? Él no quiere escucharnos. No quise lastimar sus sentimientos y decir lo que pensaba, lo cual era, “estas gordo y necesitas cuidarte”. Así que finalmente, sugerí sutilmente que fuera al gym y consiguiera un entrenador. Él dijo, “no sabes la pena que da ir al gym pesando 280 libras. Ahí están los maniacos haciendo burpees, la chica en bra deportivos con el estómago definido, los musculosos haciendo pesas. ¿Qué voy hacer yo? Es embarazoso”.

Después de algún tiempo lo convencí para cambiar su comportamiento. Primero fue a la caminadora de su casa y empezó a caminar, después empezó a jalar. Redujo sus hábitos de fumar, y en algunos meses él había perdido alrededor de 40 libras.

Es asombroso lo que puedes lograr si quieres cambiar tu vida. Si no quieres hacerlo, tu vida se mantendrá más o menos igual hasta que empeore. John me dijo hace poco, “hombre, me siento muy bien. Siempre camino de casa a la oficina, y ya no fumo tanto como antes”. Su estrés lo reduce caminando en vez de fumando; ese simple cambio puso en movimiento el proceso de vaporización de casi 40 libras. Esta no es una mentalidad de un verdadero espartano, pero es el inicio.

La experiencia de John muestra una valiosa lección. Los seres humanos, así como los animales, son criaturas de hábitos. No sólo desarrollamos comportamientos para la acción, también desarrollamos patrones de expectativas. Basados en la experiencia previa, establecemos nuestro marco de referencia, y vemos todo a través de ese prisma. Pero eso no significa que sea real. Solo creemos que lo es.
Compara la satisfacción de comer un plátano después de la cena de acción de gracias a comer una banana después de una semana de no comer en absoluto. Cuando no comemos, nos acostumbramos gradualmente a estar hambriento; calibramos nuestro marco de referencia. Después de comer por una semana en buenos lugares, podrías pensar que cualquier cosa que pruebes tendrá el sabor de una comida gourmet. Lo inverso también es cierto. Por ejemplo, una persona que siempre cena en restaurantes de clase mundial. Digamos que su filete de 100 dólares esta medio crudo, o una de sus coles de Bruselas tiene un ligero sabor a crudo. Bien, el chef arruinó su tarde. Esta persona esta tan acostumbrada a la cocina de lujo que no puede tolerar algo inferior.

El dinero no es igual a la felicidad, sin embargo mucha gente busca la riqueza como una forma de obtener la felicidad. Un economista español llamado Manel Baucells Alibes quería responder esta pregunta: ¿Por qué los millonarios que viven en mansiones en los Estados Unidos no son infinitamente más felices que los guerreros Masai viviendo en chozas en Kenia?  Alibes desarrolló una fórmula matemática:

Felicidad = Lo que tengo ahora – Lo que tenía antes

Las criaturas de hábitos se acostumbran a todo, incluyendo a los grandes placeres. Así es como un lujo se convierte en una comodidad, luego una comodidad se convierte en una necesidad. Sin embargo, con el tiempo, todo en nuestras vidas empieza “apestar”, ya que en algún momento lo que tenemos nos aburre y nos hace sentir insatisfechos.

La sociedad nos enseña a responder a esta insatisfacción mediante la acumulación. Seremos felices cuando obtengamos un aumento, cuando tengamos el gadget más reciente, cuando tengamos la casa más grande. Digamos que, si por algún golpe de suerte, conseguimos nuestro aumento, nuestro nuevo juguete o nuestra nueva casa, entonces por algún tiempo, amaremos la vida. Porque lo que tenemos ahora es mayor a lo que teníamos antes. Así que somos felices.

Pero cuando el tiempo avance, nos habremos acostumbrado a nuestro nuevo salario, a nuestros nuevos juguetes o a nuestra nueva casa. Lo que tenemos ahora es igual a lo que teníamos antes, así que ahora no somos tan felices. Así que, el viaje por más y más cosas, por más y más placer – inicia de nuevo, ya que nuestras expectativas necesitan más y más estimulación material. Y cada vez se vuelve más difícil y más caro estar contentos. ¿Alguna vez te has preguntado porque los millonarios lucen infelices, si no es que miserables? Los espartanos no caen en esta trampa; tomamos el principio contrario. Si la felicidad es igual a lo que tengo ahora menos lo que tenía antes, ¿Cómo podemos usar esto a nuestro favor? Lo logramos controlando nuestro marco de referencia.

REINCIA TU MARCO DE REFERENCIA

Yo hago ejercicio intenso diariamente para resetear mi marco de referencia. Mi madre reseteaba el suyo meditando diariamente. La gente podría pensar, que simplemente se sentaba ahí sin hacer nada. Sin embargo la ciencia ha descubierto que la meditación puede hacer a la gente más feliz incrementando su resistencia al dolor y liberando químicos del bienestar al cerebro. Sentándose en silencio, durante una hora cada mañana, la gente puede recalibrar sus cerebros. La charla interna a la que están acostumbrados parece ruidosa en comparación con su tiempo de meditación. Así que ellos reconocen sus patrones de pensamiento para mantener la mente callada a lo largo del día.

El desarrollo del control mental es el fundamento para construir una mente inquebrantable que no falle en cualquier meta o tarea loable, incluyendo una Spartan Race. No estoy hablando de desarrollar poderes psíquicos para doblar cucharas. Estoy hablando de aprender a bloquear distracciones para que puedas concentrarte en operar a un nivel elite, sin importar cuales sean tus metas. Tu mente de mono se refiere primariamente a tu racional, tu mente analítica “lado izquierdo”, especialmente si no ha sido entrenado a través de la educación o la concentración profunda. Se estima que esta parte de nuestro cerebro aporta el 12 por ciento de nuestro poder total de pensamiento. El 88 por ciento restante descansa en nuestro sub consiente creativo, o “lado derecho”, el cual es pobremente utilizado por la mayoría de las personas.

El primer paso para desarrollar control mental es silenciarte a ti mismo, hasta que puedas ser testigo de lo que está ocurriendo en tu cabeza. Conforme tu testigo sea más fuerte, ganas conciencia de la manera en que influyen en tu charla las influencias externas e internas. El silencio es la primera capa del entrenamiento para la mente. Ganando espacio para que nuestro testigo aparezca y observe nuestros pensamientos se domina el proceso. Empezamos a mantener nuestra mente bajo control, permitiéndonos largos momentos de concentración. Después, tendremos la posibilidad de remover las distracciones negativas y asegurar que nuestra psicología soporte nuestra fisiología. Algunas veces es tan simple como una respiración profunda, reteniéndola por algún tiempo y liberándola lentamente.

Epictetus, el gran estoico, define riqueza no como ser dueño de numerosas y extravagantes posesiones, sino como tener solo lo que se quiere. Cuando has estado en el infierno y has regresado, el agua, la comida y el abrigo son suficientes para ser feliz. Fue solo después que estuve en banca rota que empecé apreciar cada dólar que tenía. Trabajar duro toda la semana nos hace estar agradecidos cuando el viernes llega. El invierno nos hace apreciar la primavera. Necesitamos un apropiado marco de referencia para ser felices. Por lo tanto, la clave para la verdadera felicidad, está en desarrollar la habilidad para recalibrar regularmente tu marco de referencia. Eso hace la vida más simple, más saludable y más disfrutable.

Si piensas que no puedes competir en una Spartan Race entonces deberías conocer a la corredora espartana Misty Diaz, quien nació con espina bífida, un mal congénito en el cual la columna vertebral no está unida adecuadamente. Ella recuerda, “iba manejando por Long Beach y vi un anunció para la caminata de 5 K de Ronald McDonald”. Ellos habían ayudado a mi familia en el pasado, así que pensé: ¿qué mejor forma de retribuir? Así que me inscribí, y se sintió hermoso. Lo que me hizo pensar fue: si puedo caminar 5 K, puedo correr uno. Una semana después, me inscribí a la carrera de 5 K de Seal Beach, a pesar de que solo podía caminar usando bastones. Use Google para encontrar rutinas de entrenamiento y empecé asistir  al gym regularmente. Termine esa carrera, y ahora he completado 32 carreras de resistencia. Mi meta actual – la cual casi completo – es correr tres maratones. Los cuales están programados para realizarse en el mismo mes.

Mi siguiente reto es una Spartan Sprint en Malibu, California. Tal vez te preguntes si no he tenido ya las suficientes incomodidades después de 28 operaciones por la espina bífida, ella dice riendo. “Pero amo entrenar, y quiero probar mis limites, por lo tanto no creo que haya otro reto mejor que una Spartan Race, la parte más dura para todos nosotros es convencer a nuestras mentes de lo que son capaces nuestros cuerpos. Muchos entrenan el cuerpo, pero olvidan entrenar la mente. Sé que puedo hacer una Spartan Race. ¡Solo tengo que ponerme en modo bestia!

Esto es lo que me continúa motivando. Creo que la grandeza está dentro de nosotros, aunque muy escondida. Las historias de Mullane y Diaz son impresionantes ya que cada individuo se ha sobrepuesto a un inmenso obstáculo físico para tomar control de su cuerpo y correr, o en el caso de Diaz, planear una Spartan Race. Cuando participar en eventos extremos se convierte en tu “nueva normalidad”, has desarrollado algo más grande que mera resistencia, y has aprendido más que mera sobrevivencia. Has desarrollado una nueva habilidad para realizar juicios claros incluso durante circunstancias confusas.

Inicie Spartan Race como un medio para conocer gente increíble. Lo que no pensé fue que esa gente increíble fuera el mejor aliciente para seguir con la Spartan Race, lo cual continúa energizándome y motivándome, así como lo hace con muchos participantes.

SPARTAN UP!  LECCIÓN DE VIDA No. 2: TODOS IMPORTAN

Durante mi segundo mes en la universidad, nuestro profesor nos hizo un examen sorpresa. Yo había estudiado duro y conteste todas las preguntas hasta que llegue a la última: ¿Cuál es el primer nombre de la mujer que limpia la escuela?

Seguramente esto es una especie de broma, yo había visto varias veces a la mujer que limpia la escuela. Era alta, de cabello oscuro, de unos 50´s, ¿pero cómo sabría su nombre? Así que me fui del examen con la última pregunta en blanco. Como todos estábamos confundidos, un estudiante pregunto si la última pregunta contaría para la calificación del examen. El profesor contesto, “absolutamente”. “En sus carreras, conocerán mucha gente. Todos son importantes. Merecen tu atención y cuidado, todo lo que tienes que hacer es sonreír y decir hola”.

Nunca olvide esa lección. Su nombre era Susan.

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