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martes, 29 de marzo de 2016

Capítulo 5. Acondicionamiento espartano



He odiado cada minuto de entrenamiento, pero como dije,
“No desistas. Sufre ahora y vive el resto de tu vida como un campeón”.

Muhammad Ali


Si viste la película 300, quizá recuerdes las primeras escenas en donde arrojan a un muchacho a enfrentar su prueba de sobrevivencia ante la naturaleza. Se enfrentó a un paisaje estéril y tenía prohibido regresar a la ciudad, si el chico quería sobrevivir, tenía que usar su ingenio y coraje. En algún momento, se enfrentó cara a cara con una bestia salvaje. No comentaré toda la escena, pero el chico hizo su mejor esfuerzo en esa ocasión sin un Xbox o una hamburguesa de McDonald´s. Busco la manera de sobrevivir.

En tiempos antiguos, los hombres espartanos nacían para ser soldados, quienes debían responder al llamado para defender su ciudad. Esta forma de vivir requería de una temprana preparación física y mental, de tal forma que el ser soldado se convertía en la única profesión de los hombres de esa ciudad. Su existencia se centraba en defender la forma de vida espartana.

¿Cómo podrían nuestros hijos, algunos de ellos criados con videojuegos y comida chatarra, competir en un enfrentamiento mano a mano contra un joven espartano? Nuestros chicos no han peleado con bestias; ellos solo han deambulado por la escuela con sobrepeso y con flojera, optando por un pastelillo extra en vez de correr una milla extra. 23% de los adolescentes de América tienen diabetes tipo 2. Además, 69% de los adultos en USA tienen sobrepeso u obesidad. Debido a esto han aumentado las enfermedades que amenazan la vida, como por ejemplo, las enfermedades cardíacas, ataque al corazón, diabetes tipo 2 y ciertos tipos de cáncer. Desafortunadamente esta se ha convertido en la nueva normalidad para nuestra sociedad. Y lo peor, es que no parece importarnos mucho, que nuestros hijos caigan en la misma trampa contra la salud.

Los permisos excesivos y la sobre indulgencia con la que crecieron muchos jóvenes fueron ocasionadas por una epidemia de divorcios ocurridos en décadas pasadas, y la intensificación del miedo al exterior ha proliferado debido a las pésimas noticias que los canales de TV informativos de 24 horas transmiten. Todo esto, aunado a la infelicidad de los padres, así como a la ausencia en sus casas, acompañado de hiper indulgencia e hiper recompensa hacia sus hijos con afán de compensarlos. O por el contrario, por el comportamiento de sobre presencia e hiper proteccionismo avocados en el término “padres helicópteros” – quienes se reúsan a dejar salir a sus hijos de casa solos. Los niveles de ansiedad respecto a la naturaleza y al exterior se han incrementado en la gente joven. Así que la gente joven ha dejado de preguntar si pueden salir y se resignan a estar en sus habitaciones.

Considerando los elementos anteriores, es como hemos enfocado la Spartan Race. Le damos a la gente la oportunidad de experimentar algunas de esas sensaciones que el mundo actual les ha negado, desequilibrado la balanza para muchos de ellos.

En una Spartan Race tendrán el privilegio de moverse libremente, respirar completa y profundamente, y la oportunidad de sortear algunos obstáculos físicos. Un espartano sabe que esto es la esencia de su ser, y, por lo tanto, sabe que su salud se convierte  en su prioridad principal. Puedes argumentar todo lo que quieras sobre la importancia de la fortaleza mental y una actitud positiva, pero el ideal espartano como lo definimos anteriormente, viene del buen estado físico. La frase de mente sobre materia solo funciona hasta que descubres que puedes llevar a tu cuerpo más allá de sus límites físicos actuales. Y por el contrario, un cerebro sin cuerpo no puede escalar un muro de 8 pies. Asimismo,  no puedes fumar un cigarro, o tener una panza chelera y considerarte un espartano. No puedes sentarte a ver televisión durante cinco años comiendo chetos y luego repentinamente salir y hacer un ultra maratón o una Spartan Race, o algo igual de demandante. Solo te estas engañando a ti mismo si piensas lo puedes lograr. Necesitas esforzarte para ello.

Las bases de la vida moderna son una total negación de nuestra verdadera naturaleza. Después de todo, somos animales. Evolucionamos para correr, saltar, trepar, lanzar, pelear y bailar. Nuestros cuerpos fueron diseñados para moverse – esa es la razón principal por la que tenemos cerebros – no para permanecer sentados por horas. El ejercicio es la mejor defensa que tienes contra la ansiedad, estrés, depresión y otras tantas enfermedades. Le ayuda a las células a repararse a sí mismas, y literalmente cura los efectos del estrés a través de la liberación de algo llamado factor neurotrópico. Los investigadores han descubierto, sin mucha sorpresa para mí, que cuando los estudiantes se ejercitan regularmente, su nivel de estrés disminuye. ¿Preocupado?, ¿estresado?, ¿de malas? Corre. ¿Aún te sientes mal? Corre más rápido. No tienes nada que perder, salvo peso y estrés. El ejercicio regular es una droga efectiva también para controlar desordenes de pánico. No es de extrañarse que los empleados que se ejercitan se enfermen menos días que los empleados que no hacen ejercicio.

Se ha dicho que no importa cuántas millas corras, siempre y cuando lo hagas en busca de tu sueño. Pero correr grandes distancias o levantar mucho peso por una hora requiere más que buenos deseos y fuerza visceral. Requiere un corazón fuerte, pulmones entrenados y un metabolismo poderoso, como una mitocondria y enzimas de oxidación, trabajando a toda máquina. Desarrollar ese poder interno requiere de un entrenamiento constante. Por tal motivo,  con una sesión de entrenamiento la gente obesa y sedentaria no obtendrá los mismos resultados que la gente que se entrena regularmente. Es irónico, pero cuando se empiezan a ejercitar, mientras más energía gastas, más energía tienes. No importa que tanto estés fuera de forma, sigue así no te desanimes. Puede ser mucho más difícil para la gente que recién empieza, que para la gente que ya tiene buena condición. Pueden iniciar con buenas intenciones, pero el lento progreso inicial puede resultar en retroalimentación negativa. Desafortunadamente, el sillón botanero es lo más común en USA. Hay más gente obesa que Republicanos, Demócratas, Independientes, Cristianos, Judíos, Musulmanes, Budistas o cualquier otro grupo. Y sus pesos, así como sus cinturas, aumentan cada día.

La gran mayoría de las enfermedades crónicas en América se pueden prevenir si evitamos el estilo de vida sedentario, dejar de fumar y empezar a comer mejor. Es asombroso lo lento que hemos reaccionado como sociedad en reconocer esta epidemia y hacer algo al respecto. Es algo trágico debido a que nuestra propia salud es algo en lo que deberíamos tener completo control y el nivel de condición física tiene una influencia tremenda en tu salud a largo plazo.

Si recuerdas tu niñez, te la pasabas afuera todo el día. Te la pasabas jugando, descansando o echando relajo con tus amigos, te la pasabas corriendo en los alrededores, trepando árboles, columpiándote en ramas, lanzando bolas de nieve, llenándote de lodo, y haciendo otras cuantas cosas que se supone no debías hacer. Mientras más difícil y complicado era el juego, mientras más competitivo, más lo disfrutabas. Cuando anochecía, tenías que ir a casa a cenar porque si no lo hacías, tu madre te recordaría quien era la que mandaba en casa. Pero no querías que se terminará. Tú querías seguir jugando, seguir haciendo ejercicio, hasta que ya no podías jugar o ejercitarte más. Finalmente, cuando llegabas a casa, el cansancio y el hambre te llegaban de golpe. Y entonces te ibas a la cama y dormías profunda y tranquilamente. No necesitabas píldoras o velas aromáticas para ayudarte a dormir. Tu cuerpo funcionaba como se supone que debía funcionar.

Aprendimos cosas sobre el mundo que nos rodeaba y sobre nosotros mismos poniendo a prueba nuestros límites. Quizá tu madre se la paso diciéndote que era peligroso nadar durante los 30 minutos después de comer, hasta que un día decidiste rebelarte y nadar antes de los 30 minutos. No moriste, ni quedaste envuelto en llamas, ni sufriste ninguna mala consecuencia.

¿Recuerdas cómo te ponías ansioso cuando eras niño y veías unos pasamanos nuevos en el parque de juegos? Eso era un reto. Pensabas que si alguien había puesto el juego ahí, entonces tú serías capaz de usarlo. Limpiar tu cuarto o cortar el césped era un trabajo aburrido. Los pasamanos, eso sí que era diversión. Si tu agarre no era lo suficientemente fuerte, te caías al polvo, ¿Y qué? Eso fue divertido, también. Si tus manos desarrollaban cayos, no había problema. Eran insignias de honor.

Podría argumentar que tratamos a nuestros hijos como si necesitarán estar cubiertos por una burbuja, como si la niñez fuera un período peligroso el cual hay que evitar. Si eso hiciéramos, ellos crecerían divorciados del mundo natural a su alrededor e incluso, temerosos de algo ligeramente amenazante. Sin duda, los niños que juegan libremente quizá se lastimen una rodilla, pierdan un diente, y quizá se rompan algún hueso en las peores circunstancias. Parte de crecer significa tomar algunos riesgos y aprender de las consecuencias, buenas y malas. Si tomas a alguien al que no se le permitió jugar afuera cuando era niño y lo pones en una carrera de obstáculos, estará mal preparado para enfrentar algunos de los obstáculos.

El pasamanos presenta un reto físico asombroso para los niños y para los adultos por igual. Prueban la fuerza de su agarre, retan la fuerza de sus brazos, y deja a los músculos de tu espalda implorando piedad, también pone a prueba la fuerza de tu “core” para mantener la estabilidad. Cuando te enfrentes a este obstáculo, tal vez te sientas de regreso en el parque de juegos de la primaria, pero para muchos corredores, este es uno de los obstáculos más difíciles al que se enfrentan. Tienes que esforzarte mucho y agarrarte fuerte y probar la resistencia de tus músculos por completo. Citó al jugador de futbol y luchador profesional Alex Karras, “la fortaleza se encuentra en el alma y el espíritu, no en los músculos”.

La carrera es solo la culminación de nuestro entrenamiento físico. Es un lugar para probar como estas viviendo tu vida. El filósofo griego Aristóteles sabía que dominando la autodisciplina se obtiene el éxito. El plan espartano exige cada gota de vida que tengas para ofrecer, y está basado en principios que pueden conocerse solo de la forma en la que se enseñaban desde tiempos antiguos. Con nuestro deseo acelerado de obtener todo más rápido, más fácil, más barato, hemos perdido la visión de estos antiguos principios. Para redescubrirlos y comprenderlos tenemos que dar a nuestra mente, cuerpo y espíritu la oportunidad de integrarse como uno solo. Y cuando llegues a ese punto te darás cuenta que todo es posible.

SUPERVIVENCIA DEL MÁS APTO

La idea espartana de la condición física no se parece mucho a la que estamos acostumbrados. Nosotros, los espartanos, hacemos las cosas de forma diferente. Nos gusta más entrenar afuera que en lugares cerrados, nos gusta más usar el peso de nuestro cuerpo que pesas, y descansamos menos durante nuestras sesiones de entrenamiento.

Las organizaciones militares entrenan de esta forma por necesidad – cuando están en despliegue, quizá no tengas acceso a un gym en su forma convencional. Pero Jack LaLanne fue un pionero en este estilo sin fantocherías de fitness, quién medio siglo atrás, introdujo las rutinas de ejercicio para realizarlas en las salas nuestras casas. Recientemente visite a la esposa de Jack LaLanne. A quien él llamaba “La La”. Ella tiene 80 años, y se tiró al suelo e hizo 10 lagartijas. Ella no estaba realizando algún truco de magia; ella se estaba comportando como un humano debe hacerlo, claro, como un humano que come saludablemente y se ha ejercitado durante toda su vida.

Los aparatos no son el único “atajo” de hoy en día. Todos sabemos que el atajo para construir músculo es el uso de algunas drogas. Esteroides, hormonas de crecimiento y varias sustancias ilegales te pueden ayudar a volverte más musculoso. Pero, ¿cuál será el costo para tu salud? Algunos argumentaran que años de descanso. Pero no hay ningún atajo: si te ejercitas continuamente y comes saludablemente, los resultados se verán a largo plazo.  

El mundo de la resistencia no es inmune a la trampa. De hecho, anteriormente el ciclismo en el Tour de Francia era el único deporte en que estaba permitido el uso drogas para mejorar el desempeño (PEDs), sin embargo, su uso se ha extendido al fisicoculturismo profesional. Ahora todos conocen sobre el castigo de Lance Armstrong, y toda la decepción y vergüenza mostrada por mantener bajo secreto el uso de PED por años. La vergüenza  y la deshonra por la trampa es la antítesis del credo espartano. Además de todo, hay otra sutil pero poderosa diferencia en nuestro estilo de vida, la cual radica en que durante las carreras espartanas no solo te enfrentas a otros competidores, sino que te enfrentas a ti contra tus resultados del pasado, así que ninguna droga puede anular ese hecho de enfrentarte contra ti mismo.

Creemos que todo lo que necesitas para volverte fit es fortaleza visceral y placer por entrenar. El equipo o las drogas no harán la diferencia. El punto integral de la carrera Spartan es evocar algo profundo en ti que se descubre en el calor de la batalla y en medio de la competencia. Tomamos tu zona de confort y la rodeamos con cinta amarilla, como los policías lo hacen en una escena de crimen para mantener alejada a la gente.

Nosotros entrenamos para competir en nuestras propias carreras. Esto provee de un sentido de propósito, una comunidad con un motivo, un benchmarking para saber cómo estas no solo comparándote contra otros sino contra ti mismo. El simple hecho de inscribirte a una carrera es un poderoso incentivo. Animamos a amigos a inscribirse a un evento con un buen nivel de reto y aferrarse a él. La carrera no es la única meta, también puede ser bajar de peso, o mejorar tu resistencia o simplemente mejorar tu salud.

La clave para mantenerte motivado es definir una recompensa o una consecuencia. Te animamos a decirles a tus amigos para que te ayuden a ponerte en forma. Y estarás motivado por el mero hecho de no fallar en algo que les dirías que harías. Con el tiempo, este nivel de compromiso, incluyendo la inscripción y el resto, se extiende a otros aspectos de tu vida. Eventualmente te encontrarás diciéndote algo como esto: “Hice un compromiso conmigo mismo. El resto de mi vida me mantendré fit”. No estarás dispuesto a negociar contigo mismo. Te habrás decidido a correr cuesta arriba y nada se interpondrá en tu camino.

La competencia atlética saludable como termino de aprendizaje suena cada vez más y más ajena en donde más se necesita, esto es, en nuestros sistemas escolares. Andy Weinberg, a quien presente anteriormente, estuvo un tiempo considerable en una pequeña escuela liberal de artes. Continuamente recibía correos electrónicos de padres expresando sus quejas como “tengo una pregunta sobre esta calificación. Mi hijo dice que hizo un gran trabajo y por alguna razón solo obtuvo una C en su clase, cuando merecía una B. ¿Me podría llamar para hablar sobre esto?”.

La respuesta estándar de Andy era: “Su hijo tiene 20 años. Él o ella es un adulto. Están en la universidad. Déjelo arreglar este conflicto por el mismo”.

Te daré un ejemplo de lo que estamos hablando. Había un jugador de futbol en la misma escuela quien se metía en muchos problemas, incluyendo hacer fiestas en los dormitorios, por lo que fue expulsado. Sus calificaciones eran mediocres. Era el clásico loco de la clase. Así que su mamá envió un extenso correo electrónico al presidente de la escuela, al decano de los estudiantes, al entrenador, y al supervisor académico del muchacho, cuya esencia era: “deben sentirse avergonzados. Cuando mi hijo se inscribió en su escuela, se supone que ustedes lo cuidarían. Esto es una pena para mi esposo y para mí que solo haya obtenido C´s en sus clases”.

El decano no contesto, la carta era demasiado ridícula. El entrenador contesto: “leer este correo me enferma del estómago. En algún punto de la vida, su hijo necesitará responsabilizarse por sus acciones. Necesita salir de entre sus faldas. Tiene 20 años, para estar llorando como un bebe”.

Incluso cuando los chicos en esta escuela pueden tener cierta iniciativa, las conversaciones normalmente demuestran un profundo sentido de derecho. Otros profesores le dijeron a Andy que algunos chicos fueron y les dijeron: “Si usted tiene un momento, profesor, necesito discutir sobre mi calificación. ¿Cómo pude obtener una B? yo nunca he tenido una B en mi vida”.

Mi amigo pudo responder: “A es para la excelencia. Tú eres un buen estudiante. Eres un tipo inteligente. Pero no eres excelente, al menos, no todavía.”

Escuchar una respuesta honesta como esa puede destrozar a muchos de estos chicos. Probablemente eran chicos que solo habían recibido palmaditas en la espalda y caricias durante toda su vida, independientemente de los logros que hayan obtenido. “Tratar” se convierte en sinónimo de “triunfar”. Te apuesto que siempre les habían dicho que eran excelentes. Sin embargo, en una universidad con estándares académicos altos, podrían ser buenos, pero no eran excelentes, a algunos el profesor les explicó: “es diferente aquí. Esto es lo que estoy buscando. Si quieres realizar un trabajo de 10 páginas y recibir una A, necesita ser un trabajo increíble. El tuyo no lo fue”.

Hoy premiamos a nuestros hijos con placas, certificados e incluso trofeos por nada: “felicidades hijo, lo lograste, ¡eres grandioso! No importa que el niño no haya hecho ni mierda. Para ellos solo fue tiempo de juego. Incluso a nivel de escuela preparatoria, los chicos participan en los partidos solo porque necesitan jugar. Estoy de acuerdo que eso pase en las ligas infantiles, o en las ligas recreativas, campamentos de verano y eventos similares, pero cuando estás jugando en nivel pre universitario, juegas para ganar o para perder. Sí, es un deporte de equipo, pero la meta del equipo es ganar, no dejar a todos jugar. Tu hijo o hija tal vez no sea lo suficientemente bueno. Eso está bien. Yo no estoy diciendo que él o ella no sean una gran persona, solo que quizá no ha puesto el esfuerzo suficiente que se necesita para triunfar. Ningún padre, quiere escuchar eso nunca. Es difícil para los padres digerir la realidad de que su hijo simplemente no es el mejor.

Imagina si corriéramos la Death Race de esta manera. ¿Qué pasaría si todos obtuvieran su cráneo al final del día? ¿Cuál sería la motivación entonces? Si todos obtienen un trofeo que no merecen, ¿para qué se esforzarían? Lo mismo ocurre en la Spartan Race. No premiamos a la gente por tratar. Somos la única carrera de obstáculos donde obtienes un castigo por fallar un obstáculo. No obtienes ninguna recompensa hasta que termines. Si abandonas, no obtendrás una medalla. No la ganaste.

No quiero ser premiado con un trofeo cuando no alcance mi meta. No quiero ser protegido del dolor. Si obtengo un trofeo cuando fallo, entonces después creeré que me desempeñe al máximo de mi potencial. Y eso me impedirá ser mejor. Esta es psicología básica. Recompensar un comportamiento solo alienta dicho comportamiento. Recompensar de forma habitual el fracaso genera un carácter de derrota. ¿Qué clase de actitud estamos alentando cuando damos a todos un trofeo? Estamos alentando una actitud de auto gratificación que conduce a la apatía, donde los logros carecen de significado y el esfuerzo o el trabajo duro carecen de significado. El dolor de fallar, el dolor de la derrota – la idea de evitar volver a sentir este dolor es lo que nos impulsa a trabajar más duro, para ser mejor persona. Ninguna falla es tan grande como para no aprender de ella. Ningún error es tan lamentable como para pasar el resto de nuestras vidas arrastrándonos en el lodo debido a ello. ¡Los espartanos son resilientes! Peleamos por recuperar lo que hemos perdido, y seguimos peleando incansablemente.

A diferencia del modelo de paternidad actual lleno de mimos y confort, los espartanos creemos que nuestros chicos deben enfrentar la adversidad. En tiempos antiguos, había un concepto de aprendizaje conocido como “fallar bien” el cual animaba a los jóvenes espartanos a desarrollar las habilidades críticas de resiliencia y auto determinación. Por ejemplo, a los chicos espartanos se les proveía menos alimento del que necesitaban, forzándolos a buscar lo que necesitaban. Frecuentemente entreno con muy poca o sin nada de comida, solo tomo agua de coco durante una sesión larga de entrenamiento. Así como los espartanos, entreno mi cuerpo para trabajar soportando el dolor y la incomodidad. Solo colocándonos en un estado de desequilibrio podemos volvernos más fuertes y más rudos.

Así que ya sabes que nos gusta competir, pero ¿qué más define el principio espartano respecto al fitness? Déjame comentarte algunos otros puntos clave:

A los espartanos les gusta entrenar afuera. Fuera de los confines del gym el escenario es poco predecible. Rocas, hojas, pendientes, árboles, pasto, lodo – todos estos elementos se traducen en un terreno irregular y retador, el cual tiene ventajas para el entrenamiento: ajustes continuos de balance en los tobillos y rodillas hacen que trabajen hasta los músculos y ligamentos más pequeños de la parte baja de tu cuerpo, así como fortalece tu “core”. El terreno irregular también hace que tu cerebro trabaje más duro, exigiendo toda tu concentración en cada paso para realizar los ajustes necesarios en tu pisada de acuerdo a las condiciones de la superficie. Utilizas más energía (léase: calorías) corriendo o caminando afuera que la que utilizas en la banda debido a todos estos requerimientos musculares adicionales. No serás mejor corriendo en las subidas si solo entrenas en la banda.

La ciencia ha identificado otras ventajas de ejercitarse en exteriores. Estar afuera te pone en un modo de “súper carga”, de acuerdo a un estudio de la Universidad de Medicina y Odontología de Peninsula. Investigadores descubrieron que aquellos que se ejercitaban en exteriores experimentaban una sensación de bienestar y una reducción en los síntomas de depresión. Los sujetos también se sentían revitalizados, tenían una disminución en la tensión y experimentaban una elevación en la autoestima, comparados con aquellos que se ejercitaban en interiores. Además de que la capacidad para broncearse con los rayos del sol es una forma natural de potenciador, incrementando los niveles de serotonina, mejorando la sensación de calma y mejorando tus sentidos.

El entrenamiento al aire libre también es ecológico, significa que no utilizas electricidad, ni desperdicias agua, y las huellas que dejas detrás son huellas humanas, no carbón. Finalmente, entrenar afuera no requiere cuotas de gimnasio, ni servicio de toallas, ni bebidas o agua cara – solo a ti, tus tenis y al gran aire libre.

Los espartanos normalmente entrenan juntos, pero no lo necesitan. Muchas de mis grandes hazañas de resistencia las he realizado solo. También he realizado muchos eventos de resistencia con algún compañero o como parte de un equipo. En la mañana normalmente entreno con Andy, quien vive al lado y toca a mi puerta a las 4 AM. Ambos somos increíblemente dedicados y disciplinados y necesitamos retroalimentación del otro durante el entrenamiento. Probablemente has experimentado el mismo tipo de beneficios de una relación así con un compañero de entrenamiento en tu gimnasio o con alguien que ha corrido contigo como preparación para una carrera de 10 kilómetros o un maratón.

Un buen compañero de entrenamiento puede empujarte a ir más rápido cuando las cosas van bien, pero se puede volver esencial cuando te has quemado en el entrenamiento y empiezas a flaquear. Estas conspirando contra tu propia flojera teniendo un amigo que te ayude con pos de alcanzar tus metas físicas.

Los espartanos no entrenan en cosas muy específicas o especializadas. Todos hemos visto al ciclista con brazos delgados que luce unos cuádriceps monstruosos. Todos hemos visto al fisicoculturista con una musculatura perfectamente proporcionada pero que no puede correr alrededor de su cuadra. Ninguno de esos individuos se desempeñaría bien en una Spartan Race.

Por décadas el movimiento fitness se ha basado en rutinas de gimnasio para entrenar ciertas partes del cuerpo durante ciertos días: día de pecho, día de pierna y demás. Así es como los fisicoculturistas profesionales entrenan actualmente. En el escenario, después de todo, son calificados por el tamaño y la estética de cada parte de su cuerpo, en relación con el resto. Estos atletas presentan las rutinas para trabajar las diferentes partes del cuerpo en revistas especializadas, y la mayoría de la gente que va al gym pretende emularlas fielmente.

Desafortunadamente, este tipo de entrenamiento no tiene mucho que ver con el mundo real. No hay una situación en la vida real que requiera que realices múltiples repeticiones de extensiones de pierna, a menos que estés realizando ese ejercicio en el gym. No hay forma de que eso te prepare para situaciones inesperadas en la vida: un chico en un brazo, una bolsa repleta con despensa en el otro, y un poco de lodo que te envía tambaleándote en una dirección, requiere de cada musculo de tu cuerpo para mantenerte de pie.

Una Spartan Race está diseñada para incorporar la mayor cantidad posible de estos retos. Una vez que el corredor está cansado, cubierto de lodo, y desalentado, no podemos predecir cómo responderá a la mezcla repentina e inesperada de estos elementos diversos.

Los espartanos necesitan resistencia muscular más que músculos bonitos. Los levantadores de pesas, otros atletas de fuerza, e incluso algunos fisicoculturistas se concentran en lo que se llama “repetición máxima”: la cantidad de peso que pueden levantar en una y solo en una repetición. Podrían fallar si intentaran realizar una segunda repetición. Me esfuerzo por tratar de ver que tan útil es esto en el mundo real durante la vida cotidiana. Quizá cuando alguien levanta un auto que está atrapando otra persona, o alguna otra situación rara. En realidad, es muy difícil que necesitemos una repetición máxima para cualquier cosa.

En el mundo espartano, nos enfocamos en desarrollar la fuerza que puede ser mantenida durante el tiempo y durante muchas repeticiones. Trepamos cuerdas colgados sobre fosas de lodo. Cargamos cosas pesadas, durante la ruta. Escalamos paredes e impulsamos nuestro cuerpo hacia el otro lado. Algunas veces cargamos o ayudamos a otros, como soldados que se ayudan en el campo de batalla. Lo puedes ver en los físicos en las carreras Spartan el día de la carrera. Verás algunos hombres o mujeres musculosas participando en nuestras carreras, pero en la mayor parte, nuestros atletas son esbeltos. Esta gente luce fit y estupenda, y en su mayoría,  tienen músculos que trabajan perfectamente no solo músculos que lucen bien.

El acondicionamiento espartano es diferente del fisicoculturismo. Está más apegado a algo como el CrossFit, el cual pone énfasis en la resistencia muscular y movimientos del cuerpo entero, así como ignora el uso de máquinas. De hecho, nuestras carreras están llenas de hombres y mujeres que entrenan de esa manera. El CrossFit es rudo, y funciona. Permite a la gente volverse fit y lucir bien. Pero la gente que hace CrossFit no necesariamente entrena para ir afuera y correr cuatro o cinco millas, mucho menos trece. Completar una Spartan Race requiere una resistencia de buen nivel. Con el tiempo harás una Spartan Beast como la que hicimos en Soldier Hollow, donde correrás, caminaras o gatearas durante 13 millas. No es un camino en línea recta, más bien es un zigzag lleno de obstáculos.

Me he enfocado en la resistencia los últimos 20 años y se ha convertido en mi pasión y mi refugio. Amo correr distancias que probablemente tú considerarás locas, y lo hago con menos deliberación con la que tú escoges un restaurante. No tienes que hacer tantos eventos de resistencia como yo, pero si necesitas construir un corazón y unos pulmones poderosos para completar una de nuestras carreras. Este es uno de los beneficios colaterales del estilo de vida espartano, porque todos estos atributos te ayudarán a tener una vida más larga y llena de significado.

En reposo, mi corazón de 47 años late entre 45 y 55 veces por minuto – la mitad de la frecuencia de mucha gente sedentaria. ¿Por qué es importante esto? ¿Cuál corazón piensas que durará más? ¿El que late a 45 veces por minuto o el que late a 90 veces por minuto? Así que me exijo a distancias más largas en estas carreras de resistencia, durante la gran mayoría de mi vida, siento que cuando no estoy corriendo, mi corazón aguanta menos estrés que el chico de al lado.

Los espartanos necesitan ser flexibles. Uno de los problemas más grandes que la gente enfrenta hoy en día, es la falta de flexibilidad. Lo cual ha provocado una avalancha de problemas de espalda, entre otras cosas. Ignorar la flexibilidad nos lleva a la gratificación instantánea – la gente quiere músculos para la playa de forma rápida sin pensar en su salud y bienestar a largo plazo. Muchos chicos dicen, “oh yoga, eso es aburrido” o “eso es para chicas”. Eso no tiene sentido y es una prescripción para una mala espalda y otras lesiones. Alguno de mis tíos me decía algo que se ha quedado grabado en mi memoria hasta estos días: “una cosas es ser fuerte, pero si tú eres flexible y fuerte, entonces eres verdaderamente fuerte”.

La lista de atributos del fitness que se requiere para conseguir un buen estado físico, es larga, pero he encontrado un ejercicio que pone a todas ellas juntas: el burpee, también conocido como la sentadilla dinámica. La posición inicial es de pie, luego lleva tu cuerpo a una posición de sentadilla hasta que tus manos toquen el suelo. Rápidamente y en un solo movimiento, lleva tus piernas atrás asumiendo la posición de lagartija; realiza una lagartija, y de nuevo y en un solo movimiento, lleva tus piernas a la posición de sentadilla para finalmente regresar a la posición inicial (de pie). De ahí vuelves a iniciar otra repetición.

Piensa sobre cuántos de los grandes elementos del fitness están involucrados en un solo ejercicio. Solamente la sentadilla es el mejor ejercicio conocido por la humanidad, trabajando tu cuerpo entero de tal forma que desencadena una cascada de hormonas naturales de crecimiento y otros factores de fortaleza. Tan pronto como mandas tus pies hacia atrás, estas en posición de plancha, lo cual es la mejor posición para desarrollar la fortaleza del “core”. También mejorarás tu condición cardiovascular debido a la naturaleza rápida del movimiento al hacer varias repeticiones.

Creo que el burpee es el ejercicio por excelencia por todas esas razones. De hecho, si no quieres volver a estar enfermo en tu vida, haz 30 burpees al día. Esto funciona, asumiendo que comes saludablemente. Estoy convencido que la enfermedad viene de la inactividad del cuerpo. Es por ello que amo los burpees tanto, porque se siente como se lubrican todas tus articulaciones y se oxigenan todos los tejidos. Es una sensación diferente a la producida por el press de pecho o la producida por una carrera brutal.

Recuerdo cuando 60 minutos nos entrevistó a Andy y a mí, y nos dijeron que estaban convencidos que deberíamos hacer algo que mostrará nuestro énfasis en el burpee. Ellos lo habían conocido cuando entrevistaron a un chico en la carrera de la muerte apodado como Big Evil. En un solitario confinamiento Big Evil pudo realizar 1,000 burpees en un día, y el chico lucía, según ellos, como 270 libras de acero.

Como ya has leído, cuando los corredores espartanos fallan al completar algún obstáculo, son forzados a realizar 30 burpees. Escogimos los burpees porque son un ejercicio rudo que vuelve la carrera más difícil; y escogimos 30 repeticiones porque determinamos, a través de ensayo y error, que es el número de repeticiones de castigo que realmente te obliga a conquistar el obstáculo. Si fueran 5 burpees, la gente se saltaría el obstáculo y haría los burpees de castigo. Sin embargo, el realizar 30 burpees ya pone a pensar al corredor, ya que 30 burpees implican un esfuerzo bastante considerable.

Este libro no es un manual de preparación para una Spartan Race, aunque pronto publicaremos uno de esos. Este es sobre ponerte en forma lo suficiente como para sobresalir en tu vida cotidiana. Sabes que tan importante es para mí el iniciar cada día con el entrenamiento. Pero no cualquier entrenamiento, sino: un entrenamiento estilo militar con calistenia, cardio y otras formas de acondicionamiento. La meta es trabajar la musculatura de tu cuerpo entero elevando la frecuencia cardíaca y desarrollando la flexibilidad. La mayoría de nosotros no cargamos los grandes pesos que hay en el gym. La fuerza bruta y la musculatura excesiva no es nuestra meta.

Lo importante es mantener nuestro cuerpo en movimiento, y eso se puede realizar de diversas formas. Nadando, por ejemplo, es otra de mis actividades favoritas, una que activa cada musculo de tu cuerpo, incluyendo tu corazón, sin poner mucho estrés en tus articulaciones. El ciclismo es otra gran opción como ejercicio matutino. Independientemente de cual ejercicio escojas, después de esa hora de sufrimiento – aunque yo lo amo – vivo el resto del día de forma placentera. ¿Qué es más fácil, ejercitarte por una hora en la mañana o estar infeliz con tu cuerpo 24 horas al día?

Los investigadores han encontrado que el ejercicio matutino ofrece beneficios específicos. Ejercitarte duro en la mañana también genera en la persona un sentido de “puedo hacer cualquier cosa”. En Spark: The Revolutionary New Science of Exercise and the Brain, John J. Ratey escribe, “llendo más allá de donde pensabas que podías, esforzándote, estresándote y persistiendo a pesar del dolor por aunque sea un minuto o dos, algunas veces trasciendes a un raro estado de conciencia, en el cual sientes que puedes conquistar cualquier reto”.

Uno de mis mejores principios para entrenar que he encontrado esta creado por el acrónimo FITT, el cual involucra frecuencia, intensidad, tipo de ejercicio y tiempo. Imaginemos una mujer caminando en una banda como ejemplo. Su frecuencia es tres días a la semana, cuatro días a la semana, o simplemente tantos días a la semana como pueda. Su forma de ejercicio es caminar, no correr a toda velocidad, así que su intensidad es moderada. El tiempo depende de ella. Puedes colocar todos esos parámetros en tu línea base y cambiarlos de acuerdo al principio de carga progresiva. Si te sientes bien y superas las rutinas, ajusta cualquiera de las variables para volverlo más demandante. Si es demasiado difícil, retrocede un poco.

Otra de mis actividades favoritas es el entrenamiento por intervalos de alta intensidad. Mejor conocido como HIIT, el cual alterna períodos cortos de actividad furiosamente intensa con períodos cortos de ritmo lento. Estos cambios bruscos de actividad intensa fuerzan al cuerpo a adaptarse de forma positiva. Investigadores de la Universidad de Bath encontraron que correr a toda velocidad durante sets de 30 segundos provoca que las hormonas se sigan generando hasta dos horas después del arranque rápido. Aunque necesitas correr como si tu vida dependiera de ello. Parafraseando al entrenador de la NFL Denny Green, alta intensidad significa lo que tú quieras que signifique.

Tal vez hemos evolucionado gracias a este efecto. Aquellos ratos de ejercicio de súper intensidad representan los movimientos del cuerpo en aquellos momentos de “corre por tu vida” cuando los humanos tenían que escapar de sus depredadores prehistóricos. Para sobrevivir en aquella situación de matar o morir, tenía sentido que la sangre fluyera más rápido y con las hormonas necesarias, quemando grasa, construyendo músculo y promoviendo el desarrollo del cerebro.

Ahora nuestra sobrevivencia no depende del balance de nuestro ejercicio diario, así que necesitamos diferentes formas de motivación. Puedes ejercitarte para estar fit y atlético. Puedes ejercitarte para encontrar pareja. Incluso a largo plazo, nuestra supervivencia no depende de ese balance. El Dr. Ratey dice, “el hombre paleolítico tenía que caminar de 5 a 10 millas en promedio al día solo para comer”. Probablemente no seas devorado por un animal salvaje porque no estás en buena forma, pero es más probable que mueras por cáncer, alguna enfermedad cardiaca o diabetes tipo 2. La única diferencia real es que tu muerte será larga y dolorosa en vez ¡de corta y dolorosa!

El ejercicio al que te comprometas no tiene que ser como el que hacemos como preparación para una Death Race o Spartan Race. Puede ser tan simple como caminar más durante el día. Para alguien que tiene una vida sedentaria necesita establecer una meta: quiero ser físicamente activo. No necesito ejercitarme a diario, solo estar físicamente activo.

El camino al éxito está rodeado con muchos tentadores lugares para descansar, pero nada se iguala al sentimiento de continuar en el camino cuando sientas que te estas rindiendo. Cada paso que des te acerca más a tu meta. Como Aristóteles decía, “somos lo que repetidamente hacemos”. Imagina donde estarías si ya hubieras empezado. Así que empieza ahora. La mejor forma de terminar es empezando. Puedes irte a la cama satisfecho con el esfuerzo de hoy o estresado por lo que tienes que hacer mañana. Puedes trabajar duro para tomar esa pendiente o nunca sabrás lo que la gente puede ver desde la cima.











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