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viernes, 31 de julio de 2015

Desarrollando una mente inquebrantable, Parte I


El ideal espartano es la superioridad física y mental total. La historia está llena con ejemplos de especímenes fisiológicamente superiores  que terminan siendo derrotados por su propia debilidad mental.

No conocemos nadie mejor para entrenar a la gente para desarrollar fortaleza mental, o mejor dicho, una verdadera mente indomable que Mark Divine, el famoso fundador de SealFit y Mind Unbeatable, así que este capítulo está completamente basado en sus métodos y definiciones.

Desarrollando una mente inquebrantable

La primera premisa

“Los pensamientos se convierten en propósitos; los propósitos en acciones; las acciones forman hábitos; los hábitos definen el carácter; y el carácter define nuestro destino”.
Tyron Edwards.

La primera premisa para formar una mente inquebrantable es que debes ganar en la mente antes de entrar al campo de batalla. Para la mayoría de nosotros, el campo de batalla es todo lo que se nos presenta a lo largo del día. Pero para aquellos que están leyendo este artículo, es más probable que el campo de batalla se refiera  alguna Spartan Race, programa de entrenamiento para SEALS, CrossFit Games, o algún otro desafío de enormes proporciones.

Vamos a darle un vistazo a un entrenamiento para SEALS. BUD (por sus siglas en inglés, Basic Underwater Demolition Seal Trainning) es la carrera de obstáculos al final del programa de entrenamiento. Dura alrededor de un año. Uno debe dominar el cuerpo, la mente y el espíritu para sobrevivir a las muchas dificultades y obstáculos que se interpondrán en tu camino, de los cuales algunos serán conocidos, pero la gran mayoría no.

Imagínate que te presentas al primer día del BUD. Alrededor de ti hay más de 175 candidatos para SEAL, provenientes de diferentes lugares, algunos son monstruos adonis que jugaron de linebackers para sus equipos universitarios. Otros son boxeadores o luchadores. Otros más simplemente parece que dejaron su tractor en el granero y se subieron al autobús con rumbo hacia Coronado.

Cada uno de tus contrincantes está listo para competir, pero solo una fracción de ellos, 11 meses después, será capaz de ganar el codiciado tridente de la marina SEAL. (Navy SEAL Trident)

Sin embargo, si desde el principio estas dudando si serás uno de ellos, entonces lo más probable es que no lo logres.

La realidad es que el BUD o la carrera, se ganó en tu mente antes de presentarte a ese primer gran día. Cuando los psicólogos han realizado estudios respecto a quienes tienen éxito en el BUD y quiénes no, solo han podido concluir que los que tienen más “agallas” son quienes han obtenido el Tridente.

Las agallas son difíciles de definir. Los mejores atletas no son siempre los que tienen éxito en el BUD. De forma similar, es como si tomarás a un maratonista y lo inscribes en una carrera de obstáculos de buen nivel; si no desarrolla o no tiene las agallas necesarias, es muy probable que no termine la carrera.

Las agallas se forjan en tu mente. Hay poco que hacer para desarrollarlas con entrenamiento físico. Para la mayoría de las personas, entrenar para un gran evento o meta en particular, significa seguir un plan de entrenamiento físico. El plan determina los ritmos de entrenamiento, alimentación, respiración y descanso. Sabes que necesitas una buena actitud mental, pero dedicas poco tiempo a entrenar tu mente. Y eso es así, simplemente porque no sabes como hacerlo. Esta forma de entrenar te va a llevar a línea de salida, pero no te garantizará que ganes.

Las tres victorias

Desarrollar una mente inquebrantable requiere un kokoro, o espíritu con corazón de guerrero. Este espíritu se concentra intensamente en los tres ámbitos de conflicto a los que nos enfrentamos durante todos los días de nuestra vida. La mayoría de nosotros nos centramos solo en un dominio, el de “competir contra otros”. Sin embargo me parece interesante que le demos un a las “tres victorias” para las que debes estar preparado.

El primer conflicto y victoria que debes enfrentar/obtener es el conflicto que está dentro de ti.  Dominar este primer conflicto es la razón de ser de nuestra primera premisa. Esta batalla se gana a través de la superación de tus miedos, fortalecer tu determinación, mantener una mentalidad agresiva, desarrollar tus capacidades, conocimiento y poder personal. Se gana cuando no utilizar tus malos hábitos para ganar la competencia. Las personas que comprenden y ganan este primer conflicto se dice que tienen “agallas”.

El segundo conflicto es un compromiso o competencia contra otra persona o equipo. Curiosamente, esta segunda batalla es a menudo las más fácil de entender. De los tres conflictos  es el que requiere menor tiempo y energía; por lo tanto es el más fácil de enfrentar. Pero concentrarse en ganar solamente este conflicto, ignorando los otros dos, nos conducirá al fracaso.

El tercer conflicto y victoria para la cual prepararse es la que se presenta entre usted y “el sistema”. Los corredores espartanos sabemos que la carrera en sí misma es el oponente más formidable de todos. De hecho, usted tiene un vínculo con el resto de los competidores, ya que comparte la experiencia y el objetivo de sobrevivir a lo que sea que la carrera tenga preparado para ustedes.

En el campo de entrenamiento SEAL, la segunda batalla está muy clara. Debes luchar contra todos y cada uno de los otros aspirantes para ganar el derecho de usar el Tridente SEAL. Eso significa que de entre los 40 finalistas potenciales, 39 serán tus compañeros y los otros 160 son tus enemigos. Estas en medio de una batalla competitiva con todos ellos para asegurarse un lugar entre los 40 elegidos. Para lo cual deberás ser astuto, estar alerta todo el tiempo; aprovechar las oportunidades, tendrás que ser maquiavélico y aristotélico al mismo tiempo. Debes ser muy cooperativo y tener espíritu de equipo, pero también tienes que ser altamente competitivo, todo ello para ganar el codiciado tridente, por el cual algunos, literalmente, mueren en el intento.

La tercera batalla es contra el sistema. El sistema está representado por la carrera o los instructores, o las reglas y normas, o la ley. En el BUD este conflicto está frente a ti todos los días. El único trabajo de los instructores es determinar si usted tiene lo que se necesita para estar en el equipo. Ellos no se preocupan por usted. Usted es completamente irrelevante para ellos. Todos los instructores tienen doctorados en como explotar las debilidades, buscan una rendija, luego se introducen dentro de ti y te hacen llorar desde dentro. Usted no lo logrará, a menos que…

Antes que todo, usted gane la primer batalla, esto nos lleva al punto de partida, la primera premisa. Usted debe ganar en mentalmente antes de poner un pie en el campo de batalla. Esto aplica para cualquier situación en la vida. La pregunta entonces es ¿cómo?

Hábitos.

“Somos lo que hacemos repetidamente. La excelencia, entonces, no es un acto, sino un hábito”.
Aristóteles.

Nuestros hábitos nos definen. Son las pequeñas acciones que realizamos a cada momento, cada día. Un tema complejo de entender, es que no todos nuestros hábitos son “malos”, como fumar o comer en exceso, pero tampoco son “hábitos de excelencia”. Por lo tanto tendemos a calificarlos como “OK” y no hacemos nada para cambiarlos, y luego nos preguntamos: ¿porque no estamos en el 0.1% superior o incluso en el 10%?

Debemos examinar todos nuestros hábitos, tratando de eliminar  a los malos hábitos y sustituir los hábitos “OK” por hábitos de excelencia. Como un clavo saca a otro clavo, un nuevo hábito saca a uno antiguo. Pero, ¿Cuáles son los hábitos de excelencia de los atletas y personas de primer nivel?

Los tres hábitos de excelencia que los invito a forjar inmediatamente son la disciplina, el enfoque y la determinación. Estos tres valores son más que palabras; son una forma de vida que, cuando los hacemos parte de nosotros, nos impulsarán a la victoria.

Cuando la disciplina, el enfoque y la determinación ya forman parte de nosotros mismos y los demostramos en cada acción, entonces habremos desarrollado el “kokoro”. Kokoro es sinónimo de agallas. Significa que nos volvemos más fuertes ante las pruebas y las adversidades. Crecemos a través de un enfoque disciplinado por aprender, entrenar y dominarnos a nosotros mismos. Crecemos volviéndonos más fuertes al enfrentar los desafíos que la vida nos exija, sin renunciar a los desafíos complicados o abandonando el lugar cuando la cosa se pone fea. Crecemos entrenando nuestro deseo por ganar y perseveramos hasta lograrlo. El kokoro es adquirido cuando la disciplina, el enfoque y la determinación se forjan a través del trabajo duro, experiencias de vida y el entrenamiento adecuado. Los grandes atletas, así como los nobles guerreros, buscan entrenar en las más severas condiciones de disciplina, métodos y escuelas. Lo hacen no solo para ser mejores atletas, sino también para ser mejores personas.

La disciplina es el hábito de la rutina diaria. Literalmente significa ser discípulo de algún propósito superior. Así que el desarrollo de la disciplina para entrenar duro todos los días es crucial. Para ello se requiere mentalizarse para rechazar la comodidad, abrazar el dolor, evitar las distracciones y alejarte de la gente e influencias negativas para mantener la concentración. Si el BUD fuera fácil la fila para entrar sería muy larga.

El enfoque es la motivación que le da sentido a tus acciones disciplinadas. El enfoque esta alimentado por el deseo, la creencia y la expectativa de que se puede lograr, y que eres capaz de ser 20 veces mejor de lo que eres ahora. El enfoque viene de muy dentro de ti y es el propósito principal que te mueve dentro del campo de batalla.

La determinación es la fuerza de voluntad para seguir adelante después de que todo el mundo se ha ido a casa. Los alumnos que tienen éxito en el  BUD son los que aprenden hacer un esfuerzo extra en cada prueba, incluyendo las que no se califican. Cuando todo el mundo ha terminado sus labores diarias, los determinados se quedarán una hora extra para perfeccionar su habilidad o capacidad. Serán los primeros en llegar y los últimos en irse.
  

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