El
ideal espartano es la superioridad física y mental total. La historia está llena
con ejemplos de especímenes fisiológicamente superiores que terminan siendo derrotados por su propia
debilidad mental.
No
conocemos nadie mejor para entrenar a la gente para desarrollar fortaleza
mental, o mejor dicho, una verdadera mente indomable que Mark Divine, el famoso
fundador de SealFit y Mind Unbeatable, así que este capítulo está completamente
basado en sus métodos y definiciones.
Desarrollando
una mente inquebrantable
La
primera premisa
“Los
pensamientos se convierten en propósitos; los propósitos en acciones; las
acciones forman hábitos; los hábitos definen el carácter; y el carácter define
nuestro destino”.
Tyron
Edwards.
La
primera premisa para formar una mente inquebrantable es que debes ganar en la
mente antes de entrar al campo de batalla. Para la mayoría de nosotros, el
campo de batalla es todo lo que se nos presenta a lo largo del día. Pero para
aquellos que están leyendo este artículo, es más probable que el campo de
batalla se refiera alguna Spartan Race,
programa de entrenamiento para SEALS, CrossFit Games, o algún otro desafío de
enormes proporciones.
Vamos
a darle un vistazo a un entrenamiento para SEALS. BUD (por sus siglas en inglés,
Basic Underwater Demolition Seal Trainning) es la carrera de obstáculos al
final del programa de entrenamiento. Dura alrededor de un año. Uno debe dominar
el cuerpo, la mente y el espíritu para sobrevivir a las muchas dificultades y
obstáculos que se interpondrán en tu camino, de los cuales algunos serán conocidos,
pero la gran mayoría no.
Imagínate
que te presentas al primer día del BUD. Alrededor de ti hay más de 175
candidatos para SEAL, provenientes de diferentes lugares, algunos son monstruos
adonis que jugaron de linebackers para sus equipos universitarios. Otros son
boxeadores o luchadores. Otros más simplemente parece que dejaron su tractor en
el granero y se subieron al autobús con rumbo hacia Coronado.
Cada
uno de tus contrincantes está listo para competir, pero solo una fracción de
ellos, 11 meses después, será capaz de ganar el codiciado tridente de la marina
SEAL. (Navy SEAL Trident)
Sin
embargo, si desde el principio estas dudando si serás uno de ellos, entonces lo
más probable es que no lo logres.
La
realidad es que el BUD o la carrera, se ganó en tu mente antes de presentarte a
ese primer gran día. Cuando los psicólogos han realizado estudios respecto a
quienes tienen éxito en el BUD y quiénes no, solo han podido concluir que los
que tienen más “agallas” son quienes han obtenido el Tridente.
Las
agallas son difíciles de definir. Los mejores atletas no son siempre los que
tienen éxito en el BUD. De forma similar, es como si tomarás a un maratonista y
lo inscribes en una carrera de obstáculos de buen nivel; si no desarrolla o no
tiene las agallas necesarias, es muy probable que no termine la carrera.
Las
agallas se forjan en tu mente. Hay poco que hacer para desarrollarlas con
entrenamiento físico. Para la mayoría de las personas, entrenar para un gran
evento o meta en particular, significa seguir un plan de entrenamiento físico.
El plan determina los ritmos de entrenamiento, alimentación, respiración y
descanso. Sabes que necesitas una buena actitud mental, pero dedicas poco
tiempo a entrenar tu mente. Y eso es así, simplemente porque no sabes como
hacerlo. Esta forma de entrenar te va a llevar a línea de salida, pero no te
garantizará que ganes.
Las
tres victorias
Desarrollar
una mente inquebrantable requiere un kokoro,
o espíritu con corazón de guerrero. Este espíritu se concentra intensamente en
los tres ámbitos de conflicto a los que nos enfrentamos durante todos los días
de nuestra vida. La mayoría de nosotros nos centramos solo en un dominio, el de
“competir contra otros”. Sin embargo me parece interesante que le demos un a
las “tres victorias” para las que debes estar preparado.
El
primer conflicto y victoria que debes enfrentar/obtener es el conflicto que está
dentro de ti. Dominar este primer conflicto
es la razón de ser de nuestra primera premisa. Esta batalla se gana a través de
la superación de tus miedos, fortalecer tu determinación, mantener una
mentalidad agresiva, desarrollar tus capacidades, conocimiento y poder
personal. Se gana cuando no utilizar tus malos hábitos para ganar la
competencia. Las personas que comprenden y ganan este primer conflicto se dice
que tienen “agallas”.
El
segundo conflicto es un compromiso o competencia contra otra persona o equipo.
Curiosamente, esta segunda batalla es a menudo las más fácil de entender. De los
tres conflictos es el que requiere menor
tiempo y energía; por lo tanto es el más fácil de enfrentar. Pero concentrarse
en ganar solamente este conflicto, ignorando los otros dos, nos conducirá al
fracaso.
El
tercer conflicto y victoria para la cual prepararse es la que se presenta entre
usted y “el sistema”. Los corredores espartanos sabemos que la carrera en sí
misma es el oponente más formidable de todos. De hecho, usted tiene un vínculo
con el resto de los competidores, ya que comparte la experiencia y el objetivo
de sobrevivir a lo que sea que la carrera tenga preparado para ustedes.
En
el campo de entrenamiento SEAL, la segunda batalla está muy clara. Debes luchar
contra todos y cada uno de los otros aspirantes para ganar el derecho de usar
el Tridente SEAL. Eso significa que de entre los 40 finalistas potenciales, 39
serán tus compañeros y los otros 160 son tus enemigos. Estas en medio de una
batalla competitiva con todos ellos para asegurarse un lugar entre los 40
elegidos. Para lo cual deberás ser astuto, estar alerta todo el tiempo;
aprovechar las oportunidades, tendrás que ser maquiavélico y aristotélico al
mismo tiempo. Debes ser muy cooperativo y tener espíritu de equipo, pero
también tienes que ser altamente competitivo, todo ello para ganar el codiciado
tridente, por el cual algunos, literalmente, mueren en el intento.
La
tercera batalla es contra el sistema. El sistema está representado por la
carrera o los instructores, o las reglas y normas, o la ley. En el BUD este
conflicto está frente a ti todos los días. El único trabajo de los instructores
es determinar si usted tiene lo que se necesita para estar en el equipo. Ellos
no se preocupan por usted. Usted es completamente irrelevante para ellos. Todos
los instructores tienen doctorados en como explotar las debilidades, buscan una
rendija, luego se introducen dentro de ti y te hacen llorar desde dentro. Usted
no lo logrará, a menos que…
Antes
que todo, usted gane la primer batalla, esto nos lleva al punto de partida, la
primera premisa. Usted debe ganar en mentalmente antes de poner un pie en el
campo de batalla. Esto aplica para cualquier situación en la vida. La pregunta
entonces es ¿cómo?
Hábitos.
“Somos
lo que hacemos repetidamente. La excelencia, entonces, no es un acto, sino un
hábito”.
Aristóteles.
Nuestros
hábitos nos definen. Son las pequeñas acciones que realizamos a cada momento,
cada día. Un tema complejo de entender, es que no todos nuestros hábitos son “malos”,
como fumar o comer en exceso, pero tampoco son “hábitos de excelencia”. Por lo
tanto tendemos a calificarlos como “OK” y no hacemos nada para cambiarlos, y
luego nos preguntamos: ¿porque no estamos en el 0.1% superior o incluso en el
10%?
Debemos
examinar todos nuestros hábitos, tratando de eliminar a los malos hábitos y sustituir los hábitos “OK”
por hábitos de excelencia. Como un clavo saca a otro clavo, un nuevo hábito
saca a uno antiguo. Pero, ¿Cuáles son los hábitos de excelencia de los atletas
y personas de primer nivel?
Los
tres hábitos de excelencia que los invito a forjar inmediatamente son la
disciplina, el enfoque y la determinación. Estos tres valores son más que
palabras; son una forma de vida que, cuando los hacemos parte de nosotros, nos impulsarán
a la victoria.
Cuando
la disciplina, el enfoque y la determinación ya forman parte de nosotros mismos
y los demostramos en cada acción, entonces habremos desarrollado el “kokoro”.
Kokoro es sinónimo de agallas. Significa que nos volvemos más fuertes ante las
pruebas y las adversidades. Crecemos a través de un enfoque disciplinado por
aprender, entrenar y dominarnos a nosotros mismos. Crecemos volviéndonos más
fuertes al enfrentar los desafíos que la vida nos exija, sin renunciar a los
desafíos complicados o abandonando el lugar cuando la cosa se pone fea.
Crecemos entrenando nuestro deseo por ganar y perseveramos hasta lograrlo. El
kokoro es adquirido cuando la disciplina, el enfoque y la determinación se
forjan a través del trabajo duro, experiencias de vida y el entrenamiento
adecuado. Los grandes atletas, así como los nobles guerreros, buscan entrenar
en las más severas condiciones de disciplina, métodos y escuelas. Lo hacen no
solo para ser mejores atletas, sino también para ser mejores personas.
La
disciplina es el hábito de la rutina diaria. Literalmente significa ser discípulo
de algún propósito superior. Así que el desarrollo de la disciplina para
entrenar duro todos los días es crucial. Para ello se requiere mentalizarse
para rechazar la comodidad, abrazar el dolor, evitar las distracciones y
alejarte de la gente e influencias negativas para mantener la concentración. Si
el BUD fuera fácil la fila para entrar sería muy larga.
El
enfoque es la motivación que le da sentido a tus acciones disciplinadas. El
enfoque esta alimentado por el deseo, la creencia y la expectativa de que se
puede lograr, y que eres capaz de ser 20 veces mejor de lo que eres ahora. El enfoque
viene de muy dentro de ti y es el propósito principal que te mueve dentro del
campo de batalla.
La
determinación es la fuerza de voluntad para seguir adelante después de que todo
el mundo se ha ido a casa. Los alumnos que tienen éxito en el BUD son los que aprenden hacer un esfuerzo
extra en cada prueba, incluyendo las que no se califican. Cuando todo el mundo ha
terminado sus labores diarias, los determinados se quedarán una hora extra para
perfeccionar su habilidad o capacidad. Serán los primeros en llegar y los
últimos en irse.